SABADO 18 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť El cantaor se presentará hoy en el Instituto de Cultura de Pachuca


Hay mafias internacionales que crean ídolos de barro, dice Mejía Godoy

Ť Los trovadores nunca se acabarán, pues el pueblo necesita que les devuelvan sus historias, afirma

Juan José Olivares Ť "Hay pretensiones de las empresas transnacionales de promover esta música llamada homegenea, pasteurizada, desechable... empacada como un producto que se usa, se vende y se tira. Aunque los comerciantes pueden hacer lo que quieran con ésta, tienen la libertad para hacerlo, pero lo que no me gusta es que marginen nuestra música, la arinconen, o la consideren como un producto de segunda. O sea que, si no estás enchufado con Miami, con las grandes productoras de España o México, parece que tu trabajo no tuviera la posibilidad de estar en la radio. Además hay una mafia internacional que produce ídolos de barro con una gran producción".

Es Luis Enrique Mejía Godoy, cantaor, compositor y escritor nicaragüense, que ha trasladado su sentir popular y contestatario en la música por más de 30 años, quien dice lo anterior a La Jornada, y quien, para rememorar el canto trovadorezco y del ''pueblo'', actuará este sábado en el Instituto de Cultura de Pachuca. Asimismo, promueve su reciente material titulado, Trovador Errante y su libro autobiográfico (Relincho en la sangre), que lo acompañará con un disco de 12 temas inéditos.

"He venido de pasada para saludar a mis amigos trovadores Tania (Libertad), Gabino (Palomares), Marcial (Alejandro), Oscar (Chávez), así como a todos que vibramos con el canto de verdad", comenta, afable.

Y sigue defendiendo su labor: "En mi país tenemos una lucha de años para que la música local se escuche en las emisoras radiofónicas (hablo de mi hermano Carlos, Los Palacagüina, etcétera). Pero la verdad es que los trovadores nunca van a acabar, ya que los pueblos necesitan a personas que les devuelvan sus historias, yo mismo no puedo vivir si la música de los trovadores, que son los que dicen cosas de fondo. Aunque antes esto fuera considerado como una moda, hace unos años. Nosotros no somos una moda, aunque en determinado momento por la Revolución o por la OTI, hayamos tenido algún éxito masivo".

-ƑQué es lo que te inspira ahora?

-Ahora me motiva mi hija, que es mi razón fundamental (de hecho tiene un disco llamado Razones para vivir), que precisamente nació cuando acabó la lucha sandinista. Te diré que el mundo ha cambiado para bien y para mal. Los pobres son más pobres y los ricos más ricos. La verdad nunca creímos que con una canción ibamos a cambiar el mundo. Pero lo seguro es que aportamos en los cambios que se dieron en América Latina. En todos los pueblos hay mujeres y hombres que a través del canto expresamos nuestra rabia, felicidad y orgullo".

Y la charla sigue en torno a los productos musicales "mediocres, aunque algunos bien producidos y muy caros". Dice que ofrecerlos "es una falta de respeto para la gente y la música auténticamente latina. "Ellos se raparten sus premios, se hacen sus telenovelas, las venden y las revenden, se aprovechan del analfabetismo de nuestros pueblos, pero el problemas es que son millonarios inversiones; ahora estos artistas mediocres, empacaditos, venden 10 millones de discos, esto es el reflejo de la globalización".

Y, si a Miami Gang le tocó su pedrada, pues que se podía esperar "del gobierno neoliberal de Arnoldo Alemán, de su país: "Nicaragua tiene una situación compleja. Este gobierno ha hecho una de barbaridades. Nicaragua está lleno de pobreza, está llena de niños de la calle hambrientos, violados, prostituídos... en pocas palabras es un desastre; sin embargo, han cambiado la cara de Nicaragua, con un maquillaje que le han puesto. Tiene nuevos ricos, que junto con el gobierno se han encargado de acentuar esto que menciono. Es cierto que hay libertad, no hay dictadura, no hay guerra, cierto, pero fue por una transcisión que no comenzó en los noventa. Esto inició con la lucha guerrillera del Frente Sandinista en los años sesenta".

Luis dice que lo único provechoso de esta "globalización" imperial es que poco a poco los países asiáticos (de donde acaba de regresar de una gira) y europeos, aprecien su música aunque quizá la vean como algo folclórico, pero por lo menos ven que Latinoamérica ofrece un real producto cultural.