Controversia por las vacas locas
Agencias, París, 17 de noviembre Ť Dos familias de víctimas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob (ECJ) ?la variante humana del mal de las "vacas locas"?, presentaron hoy aquí la primera demanda ante tribunales parisienses contra "agentes de instituciones británicas" y "autoridades de la Unión Europea y del Estado francés" que resulten responsables de no haber frenado la epidemia de las reses cuando aparecieron los primeros casos del mal en ganado, entre 1986 y 1996. Esta demanda deberá iniciar una investigación judicial por parte de la fiscalía de París que, de proceder, podría acabar responsabilizando a las autoridades mencionadas de los delitos de "envenenamiento, homicidio involuntario y puesta en peligro de la vida de terceros".
La demanda acusa también a Gran Bretaña de aumentar sus exportaciones de productos de res a Francia sin haber tomado medidas suficientes para evitar la propagación del mal, con el único interés de aprovechar al máximo la libertad de comercio que ofrecía la UE.
Los querellantes son las familias de Laurence Duhamel, de 36 años, fallecida en febrero pasado por lo que se diagnosticó como Creutzfeldt-Jacob, y de Arnaud Eboli, de 19 años, quien se encuentra hospitalizado desde hace meses en estado grave, por lo que se cree es un caso de la misma enfermedad.
La única manera de diagnosticar de manera inequívoca la variante humana de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) es analizando los tejidos cerebrales y nerviosos de las víctimas, después de su muerte. Este viernes, autoridades médicas francesas desmintieron informes según los cuales una mujer que recientemente fue internada en el hospital St. Antoine de París esté afectada por el ECJ, y dijeron que lo que padece es, en realidad, depresión postparto. "La evidencia médica existente nos permitió hacer este diagnóstico", afirmó un comunicado emitido por el hospital.
Según datos obtenidos hasta ahora, tres pesonas han muerto a causa del ECJ en Francia, mientras en Gran Bretaña el número de víctimas asciende a 84. En Holanda hoy fue detectado el séptimo caso del mal en una vaca de siete años que fue sacrificada al igual que los otros 61 animales de la misma granja. Hace apenas un año y medio Holanda fue declarada libre de la enfermedad.
Países de la Unión Europea (UE) enfrentan la nueva sicosis provocada por la propagación de la enfermedad de las vacas locas con medidas unilaterales y desordenadas, pese a que la Comisión Europea ha pedido a los 15 países comunitarios que actúen de forma "unida y concertada" ante esta crisis.
El gobierno de Italia prohibió hoy el ingreso al país de toda la carne y hueso de res proveniente de animales de más de 18 meses de edad. El ministro de Agricultura italiano, Alfonso Pecoraro Scanio, aseguró que "no es una prohibición absoluta". Se calcula que Italia importa más de la mitad de su carne de res de Francia.
El presidente francés, Jacques Chirac, dijo lamentar la decisión de Roma y aseguró que la medida demuestra "la necesidad de armonizar las regulaciones de la UE" en materia de exportación y política agrícola.
En Alemania, mientras tanto, un equipo de expertos contratados por el Ministerio de Salud recomendó hoy emitir una ley que impida a personas que han radicado en Gran Bretaña donar sangre y plasma, por temor a que las transfusiones y los productos sanguíneos puedan contagiar la ECJ, pese a que no hay indicios de que esto pueda ocurrir.
El ministro español de Agricultura, Miguel Arias, aseguró que se decidió que en España, país teóricamente libre de la enfermedad de las vacas locas, se realizarán pruebas extra en 30 mil reses sanas de más de dos años de edad, independientemente de la decisión que adopte la Comisión de Agricultura de la UE sobre la cantidad de pruebas que deban efectuarse en cada país para garantizar que no habrá contagios.
Según resoluciones de la UE, des- de el primer día del próximo año los 15 países comunitarios deberán realizar pruebas a un determinado porcentaje de animales "en riesgo" que deban ser sacrificados por otras enfermedades o que "muestren desvaríos en sus conductas".
Hasta ahora la única medida más o menos uniforme que se ha adoptado en las prácticas pecuarias de la UE ha sido la prohibición de usar harinas animales en la fabricación de alimentos balanceados para los rumiantes. Científicos coinciden en que el origen de la EEB es un microorganismo presente en las ovejas que es inocuo en estos animales, pero que pasó a las vacas por medio de los piensos fabricados con animales infectados, en lo que el ministro de Salud italiano, Umberto Veronesi, llamó "una forma de canibalismo" impuesta al ganado.