SABADO 18 DE NOVIEMBRE DE 2000

 


Ť Adelfo Regino Montes Ť

El caminar de los pueblos

Después de un mes de caminar intenso, nuestros hermanos indígenas tzotziles, tzeltales, choles, zoques y tojolabales, agrupados en las organizaciones Xi'nich y Las Abejas, han recorrido aproximadamente 700 kilómetros. Habiendo partido de Acteal, Chiapas, desean llegar el 12 de diciembre al cerro del Tepeyac -lugar sagrado para numerosos pueblos indígenas del país. En este peregrinar ya han pisado el suelo y tocado el ánimo de varios pueblos indígenas asentados en el sureste mexicano, entre otros a los zoques de Chimalapas, a los zapotecos del Istmo, a los mixes de Guichicovi, a los nahuas y popolucas del sur de Veracruz.

En medio de la incertidumbre que ensombrece el rumbo de nuestro país, ellos han puesto con certeza y claridad en el escenario nacional demandas añejas y nuevas, a saber: la desaparición de los grupos paramilitares en Chiapas; la desmilitarización de Chiapas y de todo México; el retorno de los desplazados de Tila y Chenalhó a sus comunidades; la reconciliación comunitaria en sus parajes, ejidos y colonias; la libertad de los indígenas presos políticos; y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés. Además, continuamente vienen emitiendo sus plegarias para que "nuestros hermanos zapatistas sean tomados en serio (...) en sus justas causas; porque en el periodo de cambio social que vive México, el pueblo no caiga en la tentación de la insurrección violenta, y el gobierno no vuelva a caer en la tentación de la represión violenta; porque el pueblo de México conozca y practique los métodos éticos y pacíficos de transformación social; y porque alcancemos una paz con justicia y dignidad para todo México".

Con estos objetivos, el caminar de los pueblos indígenas de Chiapas ha merecido una especial atención en las comunidades por donde han pasado. No sólo han despertado el clamor por el cumplimiento de las demandas antes citadas, sino que se han ido asumiendo dichas exigencias como parte de las denuncias cotidianas de los pobladores visitados. Esto seguramente le ha dado el verdadero sentido jubilar que tiene la peregrinación.

Contrario a los propósitos de este caminar, nos hemos enterado con preocupación sobre la creciente beligerancia de la policía, el Ejército y los grupos paramilitares que cada vez están acosando más a las comunidades indígenas de Chiapas, con el fin de minar su resistencia y acabar con su lucha justa y digna. Aunado a lo anterior, es alarmante que el gobierno federal haya emitido un decreto en el que se expropian tres hectáreas y media de tierras al ejido Amador Hernández a favor de la Secretaría de la Defensa Nacional. ƑCuál es el sentido de una expropiación cuando antes se han ocupado las tierras del ejido por la vía de la fuerza? ƑEsta es la legalidad que pregona el gobierno mexicano?

De hecho, estas actitudes de legalizar actos arbitrarios y prepotentes no es nada nuevo para los pueblos indígenas. En Jaltepec de Candayoc -ubicado en la parte baja de los mixes en Oaxaca- se expropiaron en la década de los sesenta 18 mil hectáreas de tierras de primera calidad sin que los pobladores recibieran un solo centavo de indemnización. ƑAdónde quedó todo el dinero que debió haberse dado a la comunidad de Jaltepec por concepto de indemnización? Hasta el día de hoy la comunidad no tiene ninguna información. Además, una buena parte de las tierras expropiadas no fueron usadas para el fin de reacomodar a los afectados por la construcción de la presa Cerro de Oro, sino que se destinaron para otros propósitos en el marco de la corrupción imperante.

Por eso tienen razón nuestros hermanos de Xi'Nich y Las Abejas cuando tocan el tema de la desmilitarización. Y por eso todos debemos clamar por que la desmilitarización no sólo sea discursiva, sino que debe concretarse en los hechos como una señal de que hay verdadera voluntad de paz. Por eso uno de los puntos a retomarse con seriedad y prontitud deberá ser no sólo la derogación del decreto expropiatorio que ahora afecta al ejido de Amador Hernández, sino el retiro del Ejército de dicho lugar.

Tal como lo hemos reiterado en numerosas ocasiones, para los pueblos indígenas no sólo bastan las declaraciones de buena voluntad, como las hechas en días recientes por Vicente Fox en el sentido de que enviará al Congreso de la Unión la propuesta de reformas constitucionales de la Cocopa. Hace falta que dicha propuesta sea realmente aprobada con el consenso de los diputados y senadores. Hace falta que las reformas legales e institucionales sobre derechos indígenas sean hechas conforme a los acuerdos de San Andrés, evitando acuerdos unilaterales y de carácter cupular. En su caminar, éste es el mensaje y la lección que nos están dando nuestros hermanos en su peregrinación jubilar. Ojalá y encuentren eco en los diversos sectores de la sociedad mexicana.