VIERNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť La modificación del contrato, factor para la huelga


Los trabajadores del azúcar, reacios a negociar prestaciones

Ť La representación patronal pretende reducir derechos laborales

históricos; ''no estamos dispuestos'', advierte la directiva sindical

Elizabeth Velasco C. Ť La "modernización" del contrato ley de la industria azucarera, uno de los pocos que aún existen en el país, constituye el principal escollo para zanjar las diferencias entre los empresarios de 58 ingenios y la directiva sindical que representa a unos 45 mil trabajadores en la cuarta huelga de este sexenio, que hoy cumple su segundo día.

El contrato integra diversas prestaciones relacionadas con la jubilación, el pago por los empresarios de un adeudo de 95 millones de pesos, la construcción de 15 mil viviendas ofrecidas desde hace ocho años, y otros beneficios, como el seguro de vida, los estudios superiores y el mantenimiento del hospital azucarero, según el líder sindical del gremio (STIAARM), Enrique Ramos.

Según Carlos Soaene, presidente de la Cámara de la Industria Azucarera y Alcoholera (CIAARM), la ''grave crisis'' por la que atraviesa 50 por ciento de los industriales del ramo representa la principal causa por la que ''ya es tiempo de actualizar el contrato ley y de adecuar muchas de sus cláusulas''. Sin embargo, el líder sindical asegura que el comité ejecutivo de ese sindicato y sus agremiados están ''dispuestos a comer sapos, lagartijas y caracoles'' antes que renunciar a sus prestaciones históricas.

La huelga que en un difícil ambiente de negociación estalló en el primer minuto de este jueves en los 58 ingenios fue precisamente por la falta de acuerdo en la redacción de tan sólo el esquema de jubilaciones. Mientras que los empresarios proponen que se incremente en cinco años más la edad para la jubilación -que el contrato ley establece a los 60-, el dirigente sindical y sus representados se niegan a ceder en ese punto.

Sin embargo, no es el único asunto que provoca las diferencias. También, según Ramos, el adeudo de cuatro quincenas a 11 mil 500 jubilados, la falta de respuesta a su demanda de 25 por ciento de aumento salarial, y el ''incumplimiento de las cláusulas 37, 38, 70 y 71 del contrato ley, que señala que los empresarios deben aportar una determinada cantidad de dinero por kilogramo de azúcar producido a los diversos fideicomisos de los trabajadores (jubilación, educación y salud, entre otros)''. Por esa razón, los empresarios les adeudan 95 millones de pesos, débito al que mensualmente se suman entre 35 y 40 millones de pesos más, calcula la representación sindical.

El abasto, asegurado: productores

La sobreproducción de azúcar, estimada en medio millón de toneladas por año, y el consumo de alta fructosa y maíz subsidiado proveniente de Estados Unidos -en sustitución del dulce mexicano-, se arguyen como algunas de las principales causas de la crisis de esa industria, según los empresarios y Javier Moctezuma Barragán, subsecretario del Trabajo.

Por esa razón (hay en bodega un millón 140 mil toneladas de azúcar) y porque sólo nueve ingenios han iniciado la zafra -unos 23 lo harían hasta diciembre-, la suspensión de las actividades laborales en 58 ingenios no representa un riesgo de desabasto ni presiones para los empresarios.

Las condiciones de desventaja para los productores de azúcar comenzaron con la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), cuando se acordó a ''favor'' de México una cuota de exportación a Estados Unidos de tan sólo 25 mil toneladas del dulce contra 600 mil toneladas de fructosa que el vecino del norte comercializa en nuestro mercado. Por ello, Soaene expresó que urge ''definir claramente el manejo de los excedentes en el mercado''.

Pero según datos del sindicato, la industria del dulce nacional no se explota en forma íntegra por los industriales, pues a los propietarios de los ingenios -en su mayoría también de la industria del refresco- ''sólo les interesa tener materia prima barata''. Así, ''se ha impedido la diversificación y el aprovechamiento de subproductos de la caña como etanol, para uso automotriz; melaza, como alimento para ganado; proteína unicelular, así como el bagazo como material de construcción y otros derivados''.

En tanto, los empresarios se deslindaron de ser los responsables del estallamiento de la huelga, y señalaron ''la intransigencia del sindicato y la falta del reconocimiento de acuerdos'' que supuestamente se habían alcanzado en septiembre pasado en torno al esquema de jubilación. Pero Ramos expresó "que para los empresarios es preferible la huelga, para así recibir algún apoyo del gobierno". Hasta ayer persistió la incertidumbre sobre el conflicto, pues ninguna de las partes se presentó en la Secretaría del Trabajo a continuar las negociaciones.