Ť El Vaticano contra la píldora del día siguiente
Cristo pasó por todas las fases del desarrollo embrionario
Ť Sostiene la Iglesia que el óvulo fecundado es un ser humano
Ť Organizan congreso dedicado a la salud en la Santa Sede
Afp, Ciudad del Vaticano, 16 de noviembre Ť Cristo nació de un óvulo fecundado por el Espíritu Santo, el cual estuvo "presente en todas las fases del desarrollo embrionario", afirmó hoy el ministro de Salud del Vaticano, el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos.
Estas declaraciones fueron hechas en momentos en que una gran polémica opone a la Iglesia católica y las autoridades médicas italianas, que legalizaron la venta de la píldora del día siguiente. Este anticonceptivo de emergencia se ingiere dentro de las 72 horas siguientes a una relación sexual sin protección, a fin de impedir un embarazo.
Para la Iglesia católica, el óvulo es ya un ser humano desde su fecundación, mientras que la mayor parte de los científicos y las normas médicas internacionales estiman que hay que esperar a que esté instalado en el útero para que comience el proceso embrionario.
Durante un Congreso en el Vaticano dedicado a la salud, el cardenal Castrillón describió la concepción y el nacimientode Cristo: "Hace 2 mil años un óvulo fue fecundado de manera prodigiosa por la acción sobrenatural de Dios".
"Esa unión maravillosa produjo un cigoto con un patrimonio cromosómico propio. Pero en este cigoto estaba el Verbo encarnado. En él estaba gestándose la salvación de la humanidad", dijo.
El cardenal explicó incluso toda la evolución del proceso. "Después de siete días (....) Dios se convirtió en un embrión humano. Este embrión era el Hijo de Dios", indicó, antes de continuar describiendo las fases sucesivas de su evolución hasta el primer mes de embarazo.
"Cuando el feto medía entre 8 y 15 cm, el corazón de Dios comenzó a latir gracias a la fuerza del corazón de (la Virgen) María y Cristo comenzó a utilizar el cordón umbilical para alimentarse a través de su madre, la Inmaculada Virgen".
Cristo, subrayó el ministro de salud del Vaticano, permaneció nueve meses en el líquido amniótico, en la placenta de su madre, "antes de nacer en Belén".