VIERNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2000

 

Ť Horacio Labastida Ť

ƑDemocracia electoral vs. democracia verdadera?

No cabe duda que la democracia moderna, en su más conocida significación, es un invento de las clases que decidieron desde el siglo XVII, en Inglaterra, arrebatar el poder público a las clases nobles del pasado. Conforme a las tradiciones del antiguo régimen y de la organización feudalizada en que se basaba --los nobles eran dueños de vastas extensiones de tierra laboradas por masas serviles, sujetas a la voluntad y capricho de los dueños--, los reyes y los nobles usaban la soberanía celestial del Estado para resolver los asuntos particulares y generales; naturalmente, la corona era en todo caso la última instancia. Al lado de estas recias estructuras cortesanas fueron creciendo en el amanecer del renacimiento italiano y alemán, sin excluir regiones importantes de los Países Bajos, las castas comerciales, financieras e industriales, cuyo interés central era el dinero y la acumulación de poder que gesta la riqueza, castas que por otro lado nada tenían que ver con las genealogías de sangre azul, extrañeza esta que no impidió un constante tráfico de burgueses y monarcas junto con prominentes personajes de la aristocracia. Los suntuosos palacios de la época --Versalles es un símbolo inevitable-- fueron centros frecuentados por los más emperifollados millonarios de la época, ofreciendo por igual joyas seductoras que recursos económicos necesitados en la compra de voluntades y en la habilitación de ejércitos, ambos hechos claves en el juego político. La influencia de los negociantes alcanzó puntos espectaculares cuando importantes ligas de ciudades germanas meridionales derrotaron la arbitrariedad de caballeros y príncipes.

Luego de la gloriosa Revolución inglesa (1688), que instituyó un parlamento defensor de los intereses de la burguesía, en los finales del siglo XVIII fueron liquidados los tronos y sus cetros al florecer los movimientos revolucionarios que dieron independencia al actual Estados Unidos (1776) y dinamitaron el absolutismo monárquico en la Bastilla de París (1789). El golpe fue trascendental, porque el derecho divino de los reyes como origen de la soberanía resultó trasladado al pueblo, y en este instante cristalizó la democracia que hasta ahora vivimos, fundada en el cambio del súbdito en ciudadano, a fin de que el voto, derecho político que le es inherente, hiciera posible la elección de titulares del aparato gubernamental y la marcha de las funciones del Estado, nacidas a su vez de la soberanía popular por la vía de un congreso constituyente. De esta manera, replicando con más o menos exactitud y algunas mejorías o empeoramientos las Constituciones estadunidense de 1787 y la francesa de 1793, la burguesía, manipulando a su gusto el sufragio ciudadano, convirtió la democracia en una institución al servicio del imperio del dinero y no de las familias populares. Y viene la pregunta central, Ƒcómo ha sido posible hacer de la democracia una institución política ajena al pueblo y subordinada a las elites? La clave, lo repetimos, es la corrupción del voto: a) comprándolo a quienes tienen hambre y a los ambiciosos de privilegios; b) induciéndolo y determinándolo a través de propagandas mercadotécnicas que operan a nivel subconsciente e inclinan el sufragio hacia objetivos preestablecidos, c) trasladando el derecho político del ciudadano a un grupo minoritario de electores, cuya opción gesta al funcionario público, y d) bloqueando o distorsionando la intervención directa del ciudadano dentro del gobierno representativo. Cualesquiera de estas enfermedades perversas del voto libre exhibe la enajenación ciudadana y los beneficios que genera a los acaudalados. Salvo en casos muy excepcionales, es claro que la democracia electoral ha purgado en la historia a la democracia verdadera, o sea a la que traduce en decisión política los sentimientos de la nación.

ƑNo es buena explicación la que ofrecemos en este artículo?, Ƒno es la trampa electoral la que envenena la democracia mexicana?, Ƒy no es esta trampa la que hoy se mira en el escenario escandaloso de las elecciones estadunidenses?