VIERNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Religen a Luis Morales presidente de la CEM


La Iglesia católica no busca una "revancha histórica"

Ť Descarta Martín Rábago que se aproveche el ascenso de Fox a Presidencia para ese fin Ť Firme, la separación del Estado

José Antonio Román Ť En el primer escrutinio y sin ninguna objeción, el arzobispo de San Luis Potosí, Luis Morales Reyes, fue relecto por amplia mayoría como presidente del Episcopado Mexicano para el trienio 2000-2003, con la notable ausencia de los cardenales Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Iñiguez.

Junto con Morales Reyes, también fueron relectos el vicepresidente José Guadalupe Martín Rábago, el secretario general Abelardo Alvarado y el tesorero José Guadalupe Galván.

El Consejo de Presidencia se completó con la elección de los obispos Javier Navarro, de la diócesis de San Juan de los Lagos, y Ricardo Watty, de Nuevo Laredo.

En su primera declaración, Martín Rábago, también obispo de la diócesis de León, aseguró que la jerarquía eclesiástica no busca ni pretende que el ascenso de Vicente Fox a la Presidencia de la República se convierta en una oportunidad para que la Iglesia tenga "una especie de revancha histórica".

Reconoció que debido a las coincidencias de principios de la doctrina social cristiana y el abierto catolicismo del presidente electo, la Iglesia católica corre el peligro de que en algún momento exista en la opinión pública una percepción de que la institución sea beneficiada con privilegios y trato preferencial sobre el resto de las asociaciones religiosas.

"Creo que flota en el ambiente una especie de inquietud, de imaginar que va a haber componendas o acuerdos secretos entre la Iglesia católica y el nuevo gobierno. No creo que por parte de la administración del señor Fox haya una intención, y por parte de nosotros, ciertamente, no la hay. Los obispos no queremos revancha, no queremos poder, exigir privilegios ni nada por el estilo", dijo el prelado en una conferencia de prensa en la que estuvieron cuatro de los seis integrantes del Consejo Permanente.

Una sola ronda, en 20 minutos

La elección de Morales se decidió en sólo 20 minutos y no hubo necesidad de un segundo escrutinio, ya que en la primera ronda logró más de las dos terceras partes de votos que necesitaba para ser relecto para otro trienio. A este Consejo de Presidencia le tocará negociar con el presidente Vicente Fox las promesas hechas a las iglesias durante su campaña política, a través de su decálogo en materia religiosa.

Durante la elección, en la que participaron 88 obispos, fue notoria la ausencia de los cardenales Norberto Rivera y Juan Sandoval, quienes al igual que en la aprobación del documento Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos, en la asamblea extraordinaria de febrero pasado, no sufragaron.

Sergio Obeso, ex presidente de la CEM y arzobispo de Jalapa, fue electo nuevo presidente de la Comisión de Pastoral Social, y el polémico obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, no fue relecto en la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, que a partir de hoy estará a cargo de Guillermo Ortiz, obispo auxiliar de la arquidiócesis de México.

Con la integración de la nueva directiva de la CEM, el grupo de obispos identificados como Club de Roma -encabezado por los dos cardenales, y en el que aún están el ex nuncio Gerónimo Prigione y el obispo Javier Lozano Barragán, presidente de la Pontíficia Comisión de la Salud- se queda más aislado, aunque conserva su influencia en el Vaticano.

Respecto de la nueva relación que la CEM tendrá con el futuro gobierno, Morales Reyes pidió no adelantar juicios y estimó que ésta "deberá ser muy semejante a lo que hemos vivido con esta administración (de Zedillo), con un diálogo libre y muy respetuoso, donde gobierno y Episcopado tengamos como único interés el bien de México".

Agregó: "vamos a dejar que la nueva administración empiece a ejercer sus funciones y nosotros poco a poco veríamos qué matices hay que ponerle a este diálogo fundamental entre el Estado y la Iglesia católica, que ya está bastante bien diseñado con la práctica que tenemos en estos años y en la vida de la Iglesia."

"Vamos a esperar a que la administración comience para ver qué modos, qué caminos de interlocución se pueden dar en este diálogo, el cual debe darse dentro del gran marco de la libertad, de la separación Iglesia-Estado y del respeto mutuo", señaló el presidente de la CEM.

Martín Rábago afirmó que el camino de la separación es "una realidad aceptada, reconocida, avalada y, en el fondo, apreciada por todos. Creo que no está a discusión en este momento si se continúa o no con el régimen de la separación Iglesia-Estado. Creo que las mismas propuestas hechas por el señor Fox van en el mismo sentido".

Posible, avanzar en el concepto de libertad religiosa: Martín Rábago

En lo que se puede avanzar en el nuevo gobierno es en lo que implica el concepto de libertad religiosa y su dimensión en sentido amplio, para que México progrese cada día más en el anhelo de una auténtica libertad religiosa válida para todos, no sólo para la Iglesia católica, señaló Martín Rábago.

En su oportunidad, y a pregunta expresa, el secretario general, Abelardo Alvarado, dijo que aunque la Iglesia también tiene el deber de iluminar la realidad de la vida pública, esto no significa que constantemente vayan a censurar los actos de gobierno, pues no es su papel. Señaló que ahora esto será al revés, es decir, hoy más que nunca las acciones de la Iglesia católica serán juzgadas por la opinión pública, por lo que la jerarquía tiene que ser más coherente y tratar de predicar con el ejemplo.

"No es nuestro propósito constituirnos en oposición, para eso están los partidos políticos, aunque habrá ocasiones que, por el contrario, valoraremos todo lo bueno que haga el gobierno a favor del pueblo. Pero si desde nuestra percepción, de alguna manera se atenta contra los derechos humanos, desde luego que la Iglesia tendrá que hacer un reclamo de justicia."

Finalmente, Martín Rábago señaló tres de las grandes prioridades que tendrá la Iglesia en la gestión interna que inicia: uno, atención pastoral, integral y sistemática de la familia, pues se percibe que desde diversos puntos se agrede a la institución familiar, tratando de disolverla como célula básica de la sociedad; dos, lograr la integración del laicado en las tareas que le corresponden, haciendo presente a la Iglesia y sus principios cristianos en todos los ámbitos de la vida social y familiar, y, finalmente, preparar mejor a los futuros sacerdotes y ministros de culto. morales-luis-episcopado-jpg Ťsuarez-rabago-alvarado-g c

Comisiones y responsables

De las 25 comisiones que estuvieron en juego en estas elecciones episcopales, se citan algunas de las más importantes y los nombres de los obispos que a partir de este viernes estarán al frente de ellas:

 

Doctrina de la Fe: Lázaro Pérez, de Autlán; Educación: Ramón Godínez, de Aguascalientes; Clero, Ulises Macías, de Hermosillo; Cultura, Rosendo Huesca, de Puebla; Seminarios y Vocaciones, Carlos Suárez, de Zamora; Pastoral Juvenil, Carlos Garfias, de Ciudad Altamirano, y Pastoral Indígena, Héctor González, de Oaxaca.

Como delegados del Episcopado Mexicano ante el Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam), fueron ratificados José Guadalupe Martín Rábago, titular, y Abelardo Alvarado, suplente.

Hoy se darán a conocer los nombres de los representantes, titulares y suplentes, de las quince regiones episcopales en que se divide el país y que forman, junto con el Consejo de Presidencia, el llamado Consejo Permanente de la CEM.