JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Se presenta este viernes en la Sala Nezahualcóyotl 


La interpretación pianística está en crisis, advierte Alfredo Perl

Ť Ejecutará dos sonatas de Beethoven y una fuga de Bach

Angel Vargas Ť Si alguna certeza tiene Alfredo Perl es que el piano no está en decadencia. Empero, alerta acerca de la crisis que en la actualidad vive el instrumento a nivel de intérpretes y composiciones.

''Posiblemente hay otros factores que están en crisis, pero el piano está ahí, listo para cualquier 'fechoría'. Esos otros factores a los que me refiero, tienen que ver con la búsqueda de lo nuevo, que es un callejón sin salida. No hay otra fuente de inspiración, pienso, que la originalidad proveniente de adentro y no la que es definida por aquello que han hecho los demás", explica el pianista chileno, quien se encuentra por vez primera en México para participar este viernes en el Festival Internacional Pianísimo, que desde septiembre efectúa la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.

perl''Hay, entonces, una crisis en la creación e interpretación, porque se busca lo novedoso. Me he topado con intentos de interpretación realmente espantosos, que sólo son eso, que buscan algo sin sentido."

El repertorio contemporáneo, a su vez, sufre una disminución considerable debido a que en la primera mitad del siglo XX las posibilidades expresivas y/o técnicas del instrumento habían sido exploradas, señala.

Interpretar a Beethoven, gran desafío

El piano dejó de ser el instrumento central de expresión de los compositores, prosigue Perl, ya que éstos deben resolver siempre el conflicto o problema de enfrentar un repertorio, por lo menos con 200 años de antigüedad, con algo nuevo, que no suene muy repetido.

No obstante, el músico precisa que algunos autores jóvenes comienzan a emanciparse de esa circunstancia y crear sin más contemplación que dejar al descubierto pleno su libertad.

Para Alfredo Perl, una de las grandes ''enfermedades" que afecta a los intérpretes en los últimos años es la exigencia, también, de lo novedoso, de estar en una búsqueda perenne. Y abunda:

''Esto es algo que, pienso, no lleva sino a la seudoindividualidad, que al final se transforma en algo que nadie entiende. En una comunicación debe haber algo en común y no sólo una especie de voyeurismo de ir a ver a alguien que está produciendo algo. Esa es una actitud, me parece, muy lamentable porque va en detrimento del goce estético y artístico. Yo busco liberarme de esa obsesión un tanto neurótica de tratar de hacerle cosquillas a los receptores para despertarlos. Para interiorizar el lenguaje musical, la inspiración tiene que salir del individuo, no de una actitud de querer hacer algo nuevo."

Al pianista andino se le reconoce en el ámbito internacional por su ejecución del repertorio de Beethoven, al cual califica como uno de los desafíos más exigentes. No obstante, acepta que de unos años a la fecha ha tenido un reencuentro con Bach, quien formó parte esencial en su formación:

''Lo dejé mucho tiempo y me fui concentrando en autores con los que podía expresarme de manera muy directa. Siendo más joven, uno busca la pasión, la expresión, la emotividad, el colorido, y en ello Bach no me atrajo tanto en esa época. Además de que me daba un poco de susto, porque probablemente es el compositor que más libertad le da al intérprete."

Ambos autores, además de Franz Schubert, integran el concierto que Perl ofrecerá este viernes, a las 20:30 horas, en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario. De Bach interpretará Fantasía cromática y fuga. Y de Beethoven, las sonatas uno y dos para piano.