JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Indagatoria de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
Determina el Vaticano que Ruiz no ordenó ''diaconisas''
José Antonio Román Ť El Vaticano exoneró al obispo Samuel Ruiz García en las investigaciones por una presunta ordenación de ''diaconisas'' a principios de este año -poco antes de su retiro de la diócesis de San Cristóbal de las Casas-, situación que no está permitida por la doctrina de la Iglesia católica.
En el memorando Prot. N. 159/00, suscrito por el prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Jorge Medina Estévez, se señala que las esposas de los diáconos que fueron ordenados el pasado 18 de enero en aquella diócesis de Chiapas, ''no recibieron ordenación sacramental y no son, por lo tanto, diaconisas''.
Asimismo, subraya que de acuerdo con el catecismo de la Iglesia católica, en el número 1577, el sacramento del Orden está reservado a los varones. ''El papel de la esposa de un diácono permanente es apoyar a su marido en su ministerio y ejercer las tareas apostólicas que el obispo diocesano o su párroco le encomiende. Los referidos diáconos permanentes no han sido ordenados como tales con vistas a una posterior eventual ordenación, como presbíteros casados y es claro, por lo tanto, que su ordenación como diáconos permanentes no constituye una expectativa para recibir más tarde la ordenación sacerdotal''.
La comunicación de la curia romana fue hecha pública el día de ayer, durante la conferencia de prensa de la 70 Asamblea del Episcopado, en la que participaron Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec; Carlos Aguiar, de Texcoco y secretario general del Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam); Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia, y Felipe Arizmendi, actual obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Arizmendi Esquivel señaló que la ''confusión'' sobre la presunta ordenación de ''diaconisas'' surgió a raíz de una publicación periodística, pero rechazó que existiera alguna situación irregular en aquella ordenación hecha por Samuel Ruiz y el entonces obispo coadjutor, Raúl Vera. Incluso, señaló que las decenas de diáconos permanentes ordenados en aquel momento cumplían todos los requisitos que establece la legislación eclesiástica.
''Don Samuel no es ningún tonto como para hacer algo que no está permitido por la Iglesia'', dijo en una abierta defensa de su antecesor, de quien señaló además que por fortuna sus ''inmensos méritos se le están cada día reconociendo en todas partes por su trabajo de promoción de los indígenas, y una de esas formas fue precisamente el diaconado permanente para los indígenas. Las esposas ayudan y colaboran, sin ser diaconisas'', precisó.
La investigación sobre este caso empezó semanas después de la ordenación ocurrida a mediados de enero, y en ella participaron, por la gravedad del asunto, varias instancias del Vaticano, entre ellas la Secretaría de Estado y las congregaciones para la Doctrina de la Fe, de los Obispos y también la del Clero, entre otras, coordinadas por el cardenal Medina Estévez.
Fue el mismo Estévez a su arribo a la ciudad de México, a principios de mayo -como enviado del Papa para el II Congreso Eucarístico Nacional-, quien confirmó la investigación que ya se realizaba en Roma sobre la presunta ordenación de ''diaconisas'' hecha por Samuel Ruiz.
Hoy, casi un año después, la Congregación para el Culto Divino exonera a Ruiz García, aunque él se encuentra ya en el retiro, mientras que Raúl Vera fue trasladado de San Cristóbal a la diócesis coahuilense de Saltillo.
Cabe destacar que los diáconos permanentes pueden entregar prácticamente cualquier sacramento de los establecidos por la Iglesia, excepto el de la consagración del pan y el vino, y este derecho sólo está reservado para los varones.