JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Arzobispo de Morelia


''Cautela'' ante el nuevo gobierno, pide Suárez a la Iglesia

José Antonio Román Ť Con el gobierno de Vicente Fox, la Iglesia católica debe ser ''audaz y cautelosa''. Lo primero, para percibir las oportunidades de un servicio evangélico, y lo segundo para ''no caer en trampas, no dejarse seducir por los privilegios'', afirmó el arzobispo de Morelia y vocal del Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano, Alberto Suárez Inda.

Dijo que el futuro jefe del Ejecutivo será un ''buen interlocutor'', pues ''comparte con nosotros principios y criterios de la doctrina social de la Iglesia. Creo que esto nos da esperanza y nos da confianza''.

En conferencia de prensa, consideró que históricamente la Iglesia ha aprendido a convivir con distintos regímenes, a veces en situaciones ''sumamente duras'' de persecución, pero en otras, como las de hoy, de franca apertura y con una oportunidad de diálogo para proponer una nueva relación.

Sin embargo, reconoció que la jerarquía eclesiástica sabe que para la Iglesia es ''más peligroso gozar de cierto favor y de cierto prestigio'', cuando por naturaleza tiene que ser libre para cumplir su misión profética, además de vivir en pobreza para ser auténtica seguidora de Jesús. ''El peligro está en que la Iglesia quisiera valerse de simpatías para salir delante de su misión auténtica o quedar amordazada, o inclinarse a cierto grupo sin pensar principalmente en el servicio del amor preferencial de los más pobres'', dijo el prelado, quien probablemente sea relecto como uno de los dos vocales del Consejo de Presidencia del Episcopado.

Hoy, elecciones en la CEM

Suárez Inda se refirió también al clima que priva al interior del Episcopado Mexicano a unas cuantas horas de las elecciones de donde saldrá la directiva para el trienio 2000-2003. Dijo que el proceso ''se ve en paz, no hay cabildeos y no hay grupos que estén tratando de convencer a otros''.

Interrogado sobre los avances logrados por la actual presidencia de la CEM, señaló que bajo la dirección de Luis Morales Reyes, las 27 comisiones episcopales tuvieron una mayor coordinación, además de mantener la ''unidad'' y la ''colegialidad'' entre los obispos de todo el país.

Lo cierto es que junto a Morales Reyes también han aparecido los nombres de Felipe Arizmendi y de José Guadalupe Martínez Rábago, actual vicepresidente, para conformar las ternas a dirigir al máximo órgano colegiado que reúne a los obispos de todo el país. Arizmendi, aunque ha aparecido en varias de las propuestas presentadas por las regiones pastorales, es muy probable que rechace algún cargo de trascendencia, debido al enorme trabajo que tiene pendiente en su diócesis de San Cristóbal.

Incluso, hay que recordar que cuando el papa Juan Pablo II lo nombró nuevo obispo de San Cristóbal de las Casas, Arizmendi decidió renunciar al cargo de secretario general del Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam), que desempeñaba en ese entonces, para dedicarse de tiempo completo a la atención de su nuevo encargo.

Por lo que respecta a Martín Rábago, éste es obispo de la diócesis de León, y aunque ha trascendido que no tiene una relación estrecha con el presidente electo, Vicente Fox, podría ser un interlocutor aceptable en la relación que sostendrá el Episcopado con el nuevo gobierno, el primero que no surge de las filas priístas. Mientras que para algunos obispos esta ''coincidencia'' de que Martín Rábago sea obispo de León, pudiera servir en la relación con Fox, para otros resultaría negativo por el mensaje que se daría a la opinión pública.

Este jueves, durante todo el día, los obispos se dedicarán a elegir a los seis miembros de su Consejo de Presidencia, y aunque la moneda está todavía en el aire, hoy por la tarde se conocerá la directiva que encabezará la nueva relación que sostendrá el Episcopado con un gobierno panista.