JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Se endurecen las posiciones en el PRD al confirmarse las negociaciones
Amalia García, la única mencionada para un cargo en el gabinete foxista
Ť De aceptarse posiciones debe suscribirse un pacto y que no nos usen como kleenex: Zambrano
Ť Hay otras trincheras donde podemos dar mejor la pelea y ahí estaremos, dice Rosario Robles
Es un ''rumor de café'', dijo Amalia García Medina el viernes 27 de octubre, para desmentir la información que ese mismo día publicó este diario sobre las negociaciones que encabezaba para incorporar a un militante del PRD al gabinete de Vicente Fox. Dos semanas después, la propia dirigente perredista corrigió: sí hay la posibilidad de participar en el gobierno foxista, dijo el martes 14 de noviembre.
Pero no sólo eso. Hoy se sabe que en las pláticas que para tal fin tuvo con Rodolfo Elizondo Torres y Santiago Creel Miranda (responsables del área política del equipo de transición), el ''único nombre'' que se mencionó como ''una posibilidad'' para formar parte del futuro gobierno fue el de García Medina.
En el PRD, las posiciones se endurecieron al conocerse las negociaciones de Amalia García con Creel y Elizondo. Mientras algunos cuadros del Comité Ejecutivo Nacional afirmaron que no permitirán que quede la puerta abierta para alguno de los dirigentes, el secretario general, Jesús Zambrano, insistió en que para aceptar la oferta foxista debe suscribirse un pacto ''para que no nos apliquen la política del kleenex, es decir, que nos usen y luego nos den una patada en el trasero, como hizo Ernesto Zedillo con Antonio Lozano Gracia''.
Advirtió que si no hay un acuerdo y algún perredista decide ''irse por la libre'', de inmediato ''estaría fuera del partido'', porque la decisión de condicionar una eventual incorporación al gabinete del panista fue de carácter político y ''sin pensar en alguna personalidad perredista''.
Zambrano -junto con los coordinadores parlamentarios del PRD, Jesús Ortega y Martí Batres- acompañó a García Medina a las pláticas con los operadores políticos del presidente electo, y ayer reveló que durante la mañana recibió sendas llamadas telefónicas de la jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, y del ex secretario de Medio Ambiente capitalino, Alejandro Encinas, quienes reprocharon que no se les haya consultado al momento de decidir la respuesta a la invitación de Fox. La molestia de Robles y de Encinas se debió a que ellos nunca han considerado la posibilidad de sumarse al gobierno del guanajuatense, no participaron en las negociaciones, y por la filtración de sus nombres.
Por su parte, Rosario Robles dijo que no aceptó el ofrecimiento de incorporarse al equipo de Vicente Fox, porque no comparte su proyecto de nación, y respaldó la negativa del CEN perredista, que rechazó posiciones en el próximo gobierno. ''Hay otras trincheras donde podemos dar mejor esa pelea y ahí vamos a estar'', dijo la jefa de Gobierno.
Quienes ganaron las elecciones están en todo su derecho de desplegar sus proyecto, ''pero yo no me veo ahí, ni veo ahí a mi partido'', señaló durante una gira de trabajo.
Por la noche, y luego del escándalo, Amalia García se negó a precisar qué cartera le ofrecieron y declaró: ''Mi carrera está en el PRD, tengo un trabajo que se concentra en la reforma del partido. Las carreras al estilo empresarial no las comparto''. Esto es, lo mismo que dijo el 27 de octubre, cuando intentó negar las pláticas que ya había iniciado con los foxistas desde una semana antes: el viernes 20 de octubre.
En su discurso, con el que cerró la primera etapa de consultas sobre la restructuración del partido del sol azteca, se refirió a las conversaciones con el equipo foxista utilizando la frase ''en el PRD estamos dispuestos a platicar hasta con el diablo''.
Zambrano informó que por ''instrucciones'' de la Comisión Política Consultiva, García Medina le envió por escrito a Fox la respuesta que fija la posición perredista: ''Que nos sentemos a dialogar esta misma semana para definir cómo se compartiría la responsabilidad en el gabinete con un acuerdo de fondo; si la respuesta es no, querrá decir que sus intenciones eran otras, la cooptación política para que Fox se adorne; arrebatarnos banderas sociales, y desarmar al partido''.
Al respecto, en el equipo político no cayó bien el condicionamiento perredista y se consideró que ''no son las formas'' de responder a una invitación, además de que -se aseguró- García Medina nunca habló de ''condicionamientos'' cuando iniciaron las conversaciones.
La posibilidad está abierta, señala Jesús Ortega
El coordinador de los senadores perredistas, Jesús Ortega, señaló que no rechazan la posibilidad de dialogar sobre la incorporación de cuadros de su partido al gobierno de Fox, pero sobre la base de un programa de transición que se pudiera compartir, con base en cuatro puntos fundamentales: rumbo económico, política de combate a la desigualdad, estado de derecho y nuevo régimen político.
Una de las razones que generan desconfianza entre los perredistas -expuso Ortega- es que la propuesta de Fox se hizo a ''destiempo'', aunque de todas formas hay la disposición de tratar de llegar a un acuerdo, en el que finalmente el PRD decidiría en qué condiciones y quiénes de sus militantes podrían aceptar la invitación.
Pero en la Cámara de Diputados Martí Batres opinó lo contrario y se manifestó en contra de que algún militante de ese partido se incorpore al gabinete de Fox Quesada, pues existe una ''distancia importante'' con el programa del foxismo.
Y en el mismo sentido se expresó la secretaria de Desarrollo Social del Gobierno capitalino, Clara Jusidman, para quien el PRD no debe sumarse a un gobierno que impulsa una política económica excluyente. (Juan Manuel Venegas, Enrique Méndez, Roberto Garduño, Andrea Becerril, Ricardo Olayo y Bertha Teresa Ramírez)