MIERCOLES 15 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Reunión del presidente electo con líderes de la UNT


Pide Fox Quesada a las agrupaciones transformar la cultura política del país

Juan Manuel Venegas Ť El presidente electo Vicente Fox Quesada llamó a "transformar la cultura política" y pasar de la "visión patrimonialista del poder" a la convivencia en el marco de principios esenciales de la democracia: "tolerancia, consenso, sufragio, participación y respeto a la disidencia".

A partir de este concepto --expuso ante representantes de agrupaciones políticas nacionales reconocidas por el IFE--, se dará una nueva relación gobierno-sociedad y llegará a su fin "el régimen que los mexicanos padecimos muchos años, que tanto inhibió el desarrollo pleno de la sociedad".

Terminará "un régimen que confiscó el derecho de elegir libremente a gobernantes; que concentró facultades y recursos en una sola persona y sometió a estados y municipios a los dictados del centralismo; que permitió que el ejercicio de la autoridad pública fuera fuente de enriquecimiento y poder desmedido". Todo esto "debe quedar, para siempre, como parte del pasado", subrayó el futuro jefe del Ejecutivo

Entre sus actividades de ayer, además del encuentro con las agrupaciones políticas Fox Quesada recibió por la tarde en sus oficinas a la dirigencia de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) liderada por Francisco Hernández Juárez, también secretario general del sindicato de telefonistas.

También fue visitado por "el hombre más rico del país", el empresario Carlos Slim, presidente del Grupo Carso. El encuentro inició pasadas las 17 horas; el dueño de Teléfonos de México entró en su camioneta a la casa de Reforma 607 y en ella salió; el equipo de prensa foxista advirtió desde un principio que no habrá información de la visita de Slim.

Durante su encuentro con la Unión Nacional de Trabajadores, Fox Quesada convocó a su dirigencia a apoyarlo en la meta de "crear una nueva cultura laboral que mantenga y acreciente la protección de los trabajadores, y al mismo tiempo vincule esos derechos a la productividad de las empresas y al desarrollo del país".

Añadió que esta nueva cultura laboral demanda también "un sindicalismo democrático, fuerte, que realmente responda a sus bases y que vea en el diálogo respetuoso con los empresarios y con el gobierno una muestra de civilidad y defensa de sus agremiados, y no un ejercicio de confrontación ni tampoco de sumisión".