MIERCOLES 15 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Presentarán libro acerca de la obra del artista oaxaqueño en Bellas Artes
De mi lenguaje pictórico, el tiempo dirá si tengo la razón: Rodolfo Morales
Ť El volumen incluye una selección de cerca de 200 reproducciones de sus obras
Ť En diciembre darán a conocer una biografía del pintor escrita por una estadunidense
Merry Mac Masters Ť Las mujeres son parte relevante de la pintura de Rodolfo Morales. El artista nativo de Ocotlán, Oaxaca, recuerda que desde niño las dibujaba. Y, con justa razón, siempre se ha movido entre puras féminas. En cuanto a los hombres, como le tocó vivir en la época de la ''pintura socialista", cuando ''todos eran obreros y campesinos", cree que por eso no los incluye al ''no poder pintar con mensaje". Si alguna vez llegó a hacerlo, se debió a ''una cosa de la rutina de la enseñanza académica".
Y no obstante que no le gusta hablar de su obra -''eso le corresponde al público"-, siente que poco a poco encontró su forma de pintar, que ''tal vez sea mi lenguaje". Al respecto, reconoce que ''el tiempo dirá si tengo la razón o no".
Una buena selección de obra del oaxaqueño, unas 200 reproducciones, se incluyen en el libro Rodolfo Morales que publica la Fundación Alejo Peralta y Díaz Ceballos y el Grupo Editorial Siquisirí. De acuerdo con el artista, existe mucha producción ''desconocida".
Morales apunta que por primera vez se imprimen los murales pintados para la Preparatoria No. 5, de Ocotlán, el Hotel Royal Pedregal y la estación Bellas Artes del Metro. También se incluyen sus cilindros, de tres metros de altura por unos 60 centímetros de diámetro.
El libro comprende un texto de la periodista María Luisa La China Mendoza, considerada por Morales, ''uno de los personajes que se adapta más a lo que pinto", y del fallecido crítico de arte Antonio Rodríguez.
El periodista de origen portugués escribió el ensayo titulado La nostalgia compañía de la soledad, para una exposición de Morales en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Lectura compleja, llena de misterios
Para Rodríguez "pocos artistas se muestran, a la primera mirada, tan sencillos y tan abiertos a la percepción" como el artista en cuestión. Sin embargo, para otros, "cuanto más penetramos en la obra de Rodolfo Morales menos fácil nos parece su lectura, más compleja y llena de misterios se presenta ante nuestra razón y sentidos".
Respecto de los cilindros, el entrevistado comenta que el próximo 15 de diciembre inaugurará una exposición de 24 de ellos en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (Maco), creando un ambiente ''de mercado". También se exhibirán los cuadros que pintó para el Palacio de Gobierno local, collages suyos realizados para ilustrar los libros de cuentos de Alberto Blanco, litografías recientes, así como algunas obras que se remontan a su estancia en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Cuenta Morales que comenzó a pintar los cilindros a raíz de que realizó ''los cuadros del Camino Real", hechos en su departamento en la ciudad de México. Como eran tan grandes que no se podían bajar por la escalera, tuvo que comprar cilindros y enrollarlos. Además, a sugerencia de un amigo empezó a pintarlos. Los cilindros, dice, son de cartón y están revestidos con telas, pintados primero en acrílico y terminados con óleo.
Asimismo, a mediados de diciembre, en la Casa Lamm, será presentada una biografía del pintor realizada por la estadunidense Martha Memby, con un prólogo del periodista Andrés Oppenheimer. Memby, explica Morales, lo buscó después de conocer su obra porque le llamó la atención. Pero, como no habla español trabajó dos años con una traductora para realizar su proyecto.
(El volumen Rodolfo Morales será presentado mañana, a las 18:30 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.)