MIERCOLES 15 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Todo el mundo sabe qué sucedió: Insulza


Los documentos revelados por EU "no cambian la historia chilena"

Ť Pide la fiscalía cadena perpetua para Arancibia en el caso Prats

Ť Defensoría argentina solicita prescriba la causa contra Pinochet

Enrique Gutiérrez, corresponsal, Santiago, 14 de noviembre Ť El ministro del Interior y en este momento vicepresidente de la República, José Miguel Insulza, indicó hoy que los documentos desclasificados el lunes por Estados Unidos "no cambian la historia del país", porque "todo el mundo tiene claro lo que ocurrió", y desestimó que estas informaciones hayan sido dadas a conocer con el propósito de causar una "enorme conmoción o a llevar a revisiones históricas en el país".

En tanto, la Defensoría General de Argentina solicitó la prescripción de la causa contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet en el contexto del juicio por el asesinato del ex jefe del ejército chileno Carlos Prats. La justicia argentina solicitó a Chile la extradición de Pinochet y cinco de sus colaboradores por su presunta participación en el crimen ocurrido en 1974.

Por lo pronto, al entrar en su fase final el juicio contra el ex agente chileno Enrique Arancibia Clavel -el único detenido por el asesinato de Prats-, la fiscalía argentina solicitó "cadena perpetua". Arancibia está acusado de ser "partícipe necesario en el crimen".

Insulza sostuvo que "los documentos solamente confirman en general cuál fue la actuación de Estados Unidos, en un periodo muy confuso de nuestra historia", pero calificó como "fuertes" algunos contenidos que se incluyen en los más de 120 tomos desclasificados ayer, aunque estimó que no es necesario pedir explicaciones a Washington.

En estos documentos se da cuenta de un plan para atentar contra el entonces presidente Patricio Aylwin (1990-1994), y la sospecha de la CIA que el general Manuel Contreras estuvo tras el crimen del ideólogo conservador Jaime Guzmán, en 1991.

Aylwin señaló hoy que no cree que Augusto Pinochet estuviera involucrado en un plan para asesinarlo en 1989, cuando era candidato a la presidencia para impedir que Pinochet le entregara el poder tras la derrota en el plebiscito de 1988.

Aylwin rechazó además que su partido, el Demócrata Cristiano, haya recibido dinero de la CIA, pero reconoció que no puede "meter las manos al fuego" para asegurar que otros sectores democristianos no lo hayan aceptado.

Con el objetivo de reunir todos los archivos de la CIA y conseguir que sean reveladas aquellas informaciones borradas en los documentos desclasificados por ese organismo de inteligencia, el Partido Socialista (PS) anunció que repondrá el proyecto de acuerdo para que una comisión de la Cámara de Diputados viaje a Estados Unidos en breve.

El ministro de Gobierno, Claudio Huepe (DC), dijo que al Ejecutivo le "hubiese gustado" recibir sin censura los antecedentes de la CIA, y no descartó que Santiago presente una queja formal ante Washington.

El ex embajador estadunidense en Chile George W. Landau afirmó en entrevista telefónica con Televisión Nacional que "las divulgaciones de los documentos de la CIA son para el pueblo estadunidense y no para hacer un favor a Chile". Consultado si la CIA sigue operando en Chile, sostuvo que "eso no lo sé yo, porque estoy retirado".