MIERCOLES 15 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť A una semana de los comicios, no hay presidente electo en Estados Unidos
Republicanos y demócratas intensifican maniobras en Florida
Ť Bush tiene la ventaja en el recuento pero aún falta verificar las boletas enviadas por correo
Ť Un juez estatal rehusó prorrogar el cierre de resultados, pero no dio por terminado el asunto
Ť El proceso continúa en las cortes; sólo en Volusia el conteo manual ha favorecido a Al Gore
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 14 de noviembre Ť Una semana después de que 100 millones de ciudadanos votaron por presidente, aún no hay presidente electo en este país. Hoy George W. Bush fue declarado ganador en el recuento de Florida. Hoy, George Bush no es el triunfador. Esta es una bola de confusiones.
Los demócratas y los republicanos inten sificaron sus maniobras para influir sobre el proceso en Florida. Ambos apuestan sobre cómo proyectar el recuento, y medir dónde vale la pena demorar o criticar la demora para completar este proceso.
La campaña del republicano George W. Bush pareció anotar hoy un gol con el anuncio hecho por Katherine Harris, la secretaria de estado de Florida y máxima autoridad electoral, de que Bush tiene la ventaja en el recuento entregado esta tarde. Hoy se cumplió la fecha límite para certificar los resultados en Florida (sin incluir las boletas enviadas por correo, que tienen hasta la medianoche del viernes para entregarse), estado que determinara el resultado nacional, y el resultado fue: Bush gana por 300 votos de casi 6 millones emitidos en el estado.
Pero nada se resolvió con este anuncio en uno de los días más confusos de esta ya de por sí la más complicada elección en la memoria de este país.
Primero, faltan unos cuantos miles de votos enviados por correo del extranjero. Segundo, Harris anunció que tres condados que consideran realizar recuentos manuales tienen que convencerla por escrito de las razones para que ella permita enmendar estos resultados con cambios detectados en ese recuento antes de certificarlos.
Unas pocas horas antes del límite para entregar el recuento, un juez estatal rehusó prorrogar ésta, y por lo tanto los 67 condados de Florida estaban obligados a entregar sus totales. Pero el fallo del juez fue suficientemente ambiguo como para no dar por finalizado el asunto al señalar que la secretaria de estado no podía descartar de forma "arbitraria" resultados adicionales de los recuentos manuales que se podrían realizar en unos cuantos condados. O sea, se vale en principio "enmendar" los resultados.
Así, la confusión continuó en el condado de West Palm Beach, el epicentro de la controversia sobre el recuento manual. Esta mañana, justo al iniciarse el recuento manual en ese condado, se suspendió por orden de la secretaria de estado señalando que no habría base legal para considerar ese resultado.
Pero las autoridades electorales locales decidieron esta tarde certificar los resultados hasta ahora y de nuevo iniciar el recuento manual de los más de 425 mil votos mañana, mientras se continúa debatiendo este asunto ante las cortes.
Por su lado, la campaña de Bush solicitó ante una corte federal de apelaciones que detuviera el recuento manual.
El recuento manual ha resultado en 98 votos más para Gore sólo en el condado de Volusia. Todo el proceso de recuento ha detectado, según cálculos de La Jornada, unos 4 mil votos que por alguna razón no fueron contados inicialmente. Los demócratas esperan que el recuento manual continúe mostrando que su candidato está avanzando y, por lo tanto, hay que permitir que proceda el recuento hasta el final. Acusan que detener el recuento viola los derechos de los ciudadanos y sólo sería una maniobra por los partidarios de Bush, señalando que Harris es republicana y fiel promotora de Bush.
Los republicanos buscarán entorpecer el recuento manual y así generar fastidio entre la opinión pública sobre la demora en una conclusión final.
Al mismo tiempo, se espera que Bush gane una mayoría de los votos por correo. Buscarán así que con el anuncio oficial de hoy de que siguen con la ventaja, y otra más el sábado en la que esperan que el total con las boletas por correo confirme esta tendencia, colocar a los demócratas a la defensiva e insistir que es hora de que ellos acepten la derrota.
Con todo esto, ambas campañas maniobrarán constantemente hasta por lo menos el fin del viernes. La batalla seguirá en los tribunales y en la corte de la opinión pública. O sea, aquí nada ha cambiado.