MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Eramos todo un espectáculo a las seis de la mañana por Reforma, relata
''Yo le empujaba el coche a José Alfredo, era un Ford... el caballo blanco''
Ť Dice en España que allá quiere morir y, en México, que tiren sus cenizas en Veracruz
Judith Calderón Gómez Ť Chavela Vargas resurgió de todos los excesos, de todos los pecados. Tras vivir amores prohibidos, amores diferentes, siempre con mujeres, se sumergió 15 años en el alcohol.
La mujer que cantó en diversos antros de la Ciudad de México, y restaurantes elegantes, que brindó con Agustín Lara, la que se emborrachó con José Alfredo Jiménez para terminar los dos cantando en Garibaldi, la vida le jaló la rienda.
Nacida en San Joaquín de las Flores, Costa Rica, en una familia de escasos recursos, con una rara mezcla de campesino y aristócrata (Francisco Vargas y Herminia Lizano). Decidió a los 17 años, partir rumbo a México, ese país que la inquietaba desde pequeña, en el que ha pasado la mayor parte de su vida y al que hizo suyo, nacionalizándose hace más de 30 años.
''México me preparó como un padre. Pero no fue un padre consentidor, sino a base de chingadazos šcon perdón tuyo!. México me dijo: Ƒquieres ser, lo que quieres ser?, pues šjódete!, šagárrate! Y me puso frente a los mejores artistas: José Alfredo Jiménez, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Agustín Lara, Alvaro Carrillo, Tomás Méndez... México me enseñó a ser mujer, šmuy mujer!''.
La entrevista se realizó cuando ella estaba en Costa Rica reponiéndose de su enfermedad, preparando su concierto en Venezuela y posteriormente, cuando después de su presentación en Caracas recibió la noticia de que le concederán en España la Gran Cruz de Isabel la Católica, reconocimiento que acordó el Consejo de Ministros de ese país.
Despedirse en México, su sueño
Después de haber estado en escenarios de Moscú, Alemanía y Argentina, entre otros países, y haber conquistado a los españoles, quiere despedirse de su carrera artística en el que fue su puerto de partida: México.
-ƑPor qué dice despedirme?.
-šCorazón!. Te das cuenta que a los 81 años ya no puedo. Ƒa qué hora voy a terminar? Voy a tener que subir al escenario con bordón y silla de ruedas šYa no!. No hay que hacer el ridículo, porque yo hasta cuando era borracha, era una borracha muy seria''.
-Eso sí que no lo creo
-Lo que pasa es que no me acuerdo cómo era... Luego inventan que andaba yo a caballo por Insurgentes echando carreras con José Alfredo Jiménez.
-No a caballo, pero sí jugabas carreras...
Riéndose toma un tono enérgico "Pa' que me pongo a hablar, si no me preguntan...".
La leyenda negra de la Vargas
Desde su primera canción -ella dice que era horrenda y se llamaba Chaparrita cuerpo de uva-, fue pasando a seleccionar composiciones de José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez, Juan Zaizar, Agustín Lara, entre otros. Hoy tiene más de 30 discos.
Se fue afianzando su amistad con José Alfredo Jiménez y Tomás Mendez, quienes iban a buscarla al restaurante El Catrín ''donde iba el jet-set de México''. A ese sitio acudían los presidentes Luis Echeverría, Díaz Ordaz, procuradores y diversos políticos.
En escena, Chavela Vargas les apagaba la luz a balazos. ''Me decían, Chavela, apaga aquella luz. Yo sacaba la pistola y la apagaba a balazos''.
Cuando terminaba de cantar se iba con José Alfredo, Alvaro Carrillo y Tomás Mendez a El Capri donde cantaba Agustín Lara.
''Agustín era todo un caballero, me decía 'Isabel tomate un cogñac conmigo'. Lo saludaban y salían en la madrugada. Ahí, empezaba realmente la parranda''.
Salían Chavela, José Alfredo y Tomás Mendez rumbo al Tenampa, en Garibaldi. El dueño del negocio (Pepe) los recibía afectuoso y se sumaba a su mesa. Les daban de comer y beber sin cobrarles. Entre bebidas, botana, guitarras y canciones los sorprendía la madrugada.
Recuerda con frescura que José Alfredo era muy fino, ''no era un mariachi patán, un cantante vulgar. No, él era muy señor, un poco como Agustín Lara, trataba a las mujeres mucho muy bien. Era feo, pero encantador con las mujeres. Vestía de café o de gris claro, camisa blanca, corbata bonita, con mocasines muy bonitos y oliendo siempre a loción. Chavela andaba de pantalón de mezclilla. Dejaba para el escenario sus pantalones de casimir, su gaván y huaraches tejidos sobre el pie que le hacían en Acapulco.
Entre tragos y canciones salieron también las confesiones.
A José Alfredo la facinaba la canción de Paloma querida. Por el día que llegaste a mi vida/ Paloma querida me dio por cantar.../ me sentí superior a cualquiera/ y un puño de estrellas te quise bajar/ ...
-Estaba enamorado de Paloma Jiménez. Después se enamoró de todas las mujeres del mundo y ya después no sabía a quién le cantaba ni pa' que.
-Esa canción que dice Ƒcuándo abriste tu conmigo las persianas del Tenampa?/ Tu pa' ser mi consentida, necesitas muchas cosas...
-Conmigo las cerraba.
-Le esta diciendo a ella que no puede ser su reina Ƒcon quién abría las persianas del Tenampa? šPues contigo, Chavela, contigo!.
-Para ver que ya había amanecido, que eran las seis de la mañana.
-José Alfredo decía ''ya esta amaneciendo'', y yo le decía šay, no llegue a mi casa!. Pero nadie llegaba a ninguna parte... šque nos importaba la vida!.
En otras ocasiones de ahí salían rumbo a la casa de una mujer muy guapa, que estaba casada con un político. Le cantaban serenatas.
Mareados, borrachos, llenos de canciones, con nuevos versos y confesiones de amores partían rumbo a Insurgentes.
''Nos ibamos sobre Reforma -a veces yo empujando el coche de José Alfredo porque no arrancaba-''.
Detalla que era un Ford blanco, por eso es el corrido del caballo blanco. Chavela dejaba su Alfa Romeo para que no se lo robaran. Cuando el carro de José Alfredo no jalaba ''el muy borracho se quedaba sentado en el asiento. Decía šempuja, vieja, empuja!. Y yo empujando a pata, a las seis de la mañana šeramos todo un espectáculo''.
-šQué barbara!.Oye Chavela, pero que abusivo Ƒqué es eso de que tu empujando?.
-Yo decía pues sí le empujo, porque yo lo quería mucho y si el empujaba se caía.
La madrugada los devoraba. José Alfredo dejaba a Chavela a veces en su casa y el iba a parar a los caldos de Indianilla. ''allá paraban, comiendo pollo podrido'', dice riendose a carcajadas.
María tepozteca
Relata que la canción de María Tepozteca es una de las pocas canciones que ella escribió. María, es una india tepozteca preciosa que vive en Tepoztlán.
Los recuerdos nítidos vienen a su mente: ''una noche, andábamos de juerga María y otras gentes. Yo me quedé a dormir en su casa porque no pude arrancar el coche, me quedé a dormir ahí. Me levante a media noche, con la cruda, a buscar agua y María se estaba bañando bajo la luz de la luna. La ví y dije ''Voy a hacerle una canción''. šEs preciosa!''
Y en España vuelve locos. Sin más empieza a cantarla. šTepozteca linda! de pezón erecto, de zapote prieto/ ojos de obsidiana, tepalcate eterno/ luna tepozteca que cubrió tu cuerpo con deseos nuevos /y en las madrugadas/ te mojas los muslos con el agua mansa de los arroyuelos.
"Ten cuidado María Tepozteca, la noche fue mia y se quedó muy quieta. Ten cuidado María Tepozteca que la noche es nuestra, no se queda quieta..."
-Es que parece que estás enamorada de ella, nadamás de oir las frases.
-šDe eso se trata! Que una canción te diga algo, te inquiete. Por eso lo digo, muy humildemente, ha sido mi éxito en la vida, a la gente la pongo a pensar, que digan Ƒqué pasó, que pasó?
-ƑY qué pasó?
-Nos fuimos una noche en una carreta, de un señor que llevaba un carretón lleno de rosas para vender y María que tiene dinero se lo compró. En una noche de luna, ibamos cuatro gentes, durmiento entre las rosas. šUna cosa bellísima!.
Actualmente, María, vive en Tepoztlán, tiene una hija con nombre de estrella en náhuatl.
La vida y la muerte
A mi me encantan los retos. Es un reto a la muerte y un reto a la vida, a las dos seres mujeres que yo más quiero en la vida, a las dos las voy a retar en el escenario. Si me conoces un poco sabes que he vivido siempre de los retos.
-Tú Ƒcon cuál te quieres quedar?.
-''Lo que ellas digan, si dice la muerte 'sigue', posiblemente sigo. Si dice la muerte 'me la quiero llevar', nomás que me dé tiempo de morirme en México. Ahí quiero dejar todo lo hermoso que he vivido, porque la vida me ha dado mucho, mucho. Ahora la muerte quien sabe cómo me va a cobrar. Me imagino que va a ser muy cuatacha mía y que me va a llevar muy dulcemente...''
Las carcajadas hacen que se interrumpa el diálogo. Ella sigue: ''No voy a morir como todo muerto, cursi, con ataúd y llorando. šNo! que me cremen, que me echen al mar y como dice la poesía nahuátl. 'Nada quedó sobre la tierra, nada, música nada más'''.
Veracruz
Tiene también definido dónde quiere que lancen sus cenizas.
-Veracruz. Lo amo, šle tengo un amooor a Veracruz! Está muy calientito el clima y muy lindo. Me encanta, me la paso muy bien cuando voy por allá, a Mandinga, como todos los días una hueva de pescado... šdeliciosa! Ahí quiero estar, en el mar, amo el mar. Voy a jugar con las sirenas cuando voy a Veracruz. Muchas noches he soñado que me quedo dormida a la orilla de la playa, allá cerca de Mandinga. He soñado con sirenas correteando por toda la playa y luego me invitaron una noche a irme al fondo del mar, a jugar con caracoles, y desperté y las sirenitas moviendo entre mis brazos su cola tornasol. Una sirenita se quedó conmigo''.
-ƑSabes nadar?
La pregunta le arrebata una risita traviesa que se escucha como si le saliera del pecho.
-Desde muy chica. Sé todo lo que hay que saber en la vida. Sé montar a caballo, tirar muy bien con pistola. Me tiré en paracaídas cuando quería saber qué era aventarse desde cinco mil metros de altura -y concluye- se todo lo que hay que saber en la vida.
Su altercado con Joaquín Sabina
Le pregunto porqué en una canción dice Joaquín que se enojó con Chavela.
-šYo lo amo!, pero como siempre está borracho y yo muy sobria, no nos entendemos. Fijate que un día me dijo que si grababa una canción con él. Yo le dije: šcon mucho gusto corazón!. Nos quedamos de ver en el estudio a las 12 del día; su ex esposa Isabel iba a ser mi directora artística, yo estaba ensayando y el no llegaba. Ella dijo, šque raro!, si yo lo dejé bien.
''Va entrando a la una, ahogado de borracho con tres putas. Yo le dije šhabrase visto, hijo de la chingada!. Isabel nadamás se puso pálida y dijo: creo que me voy.
''šTres putas con el escote hasta el ombligo, quien sabe de donde las sacó!. Yo me encamioné toda con él y le dije šhijo de la chingada!. Es que... šyo lo adoro!, no tiene remedio''.
-No se enojó el contigo sino tu con él.
-Yo con él pero después me mandó un regalo, un relicario de brillantes antiguo y adentro Ƒqué crees? šsu retrato!.
Riendose recuerda que la ex esposa de Joaquín le dice "así lo vas a tener que traer siempre contigo". A carcajadas concluímos...