MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Anuncia ala rebelde de la CGT huelga general


Obreros argentinos recibirán a la misión del FMI con un paro

Ť La central obrera también repudia la represión en Salta

Ť De la Rúa, aún sin acuerdos con gobernadores de oposición

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 13 de noviembre Ť "Vamos a recibir a la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) con un paro activo", dijo Hugo Moyano, dirigente del ala rebelde de la Confederación General del Trabajo (CGT), al anunciar esta mañana una huelga general por 36 horas para el 23 y 24 de noviembre.

La Central deTrabajadores Argentinos (CTA) -central autónoma de carácter más progresista y conformada principalmente por empleados estatales y docentes, además de aeronáuticos y periodistas, entre otros- había citado ayer a un paro para el 23, también en repudio a la política económica del gobierno y a la represión policial en Salta contra manifestantes que pedían empleo, y que dejó el pasado viernes un muerto.

En esa provincia del extremo noroeste del país, la gendarmería despejó algunos puntos de cortes de ruta, mientras los manifestantes que cortaban la carretera a la altura de la localidad de General Mosconi se retiraron para evitar una nueva represión.

En la vecina provincia de Jujuy, trabajadores municipales realizaron un paro y movilización demandando pagos de sueldos atrasados, mientras hubo nuevos cortes de rutas en la provincia de Buenos Aires, donde unos 10 mil desocupados exigieron alimentos, medicamentos y trabajo. Otro grupo también interrumpió el tránsito en calles de ingreso a la capital.

En este contexto de crisis, el gobierno del presidente Fernando de la Rúa no parece lograr un acuerdo con los gobernadores justicialistas (oposición), que exigen se les otorgue poder sobre los fondos públicos para asistencia social, a cambio de su apoyo al plan de reformas económicas que apoya el FMI.

Este plan incluye, entre otras medidas, la eliminación del impuesto a los intereses que pagan las empresas, la congelación de gastos en las provincias, la desaparición del sistema estatal de jubilaciones para los futuros pensionados y aumento de la edad de retiro de las mujeres a 65 años.

"El gobierno no escucha a nadie. Está ausente. Sólo quiere cerrar cuentas con el FMI cuando ya no se puede, cuando se ha vendido todo y entregado todo.... El gobierno sabía cómo estaba el país cuando llegó (al poder en diciembre pasado, tras diez años de gobierno del peronista Carlos Menem). Todos lo sabíamos, por eso mucha gente los votó para que cumplieran su programa de producir un cambio. No pueden hablar de sorpresa y si nos llamaban a todos nosotros iban a tener un apoyo enorme para medidas distintas. No le pedíamos una revolución, sino un cambio serio y equilibrado, pero tomó el camino de la continuidad de un modelo que arrojó al país al vacío" dijo a La Jornada Hugo Moyano.

El secretario general de la CTA, Víctor de Genaro, sostuvo que "nosotros llevamos al presidente propuestas posibles para no llegar a esta situación, pero él ha decidido ir por otro camino y no parece entender la gravedad de la situación".

Los cortes de ruta comenzaron a utilizarse en el año 95, como la expresión de protesta de miles de desesperadas familias, arrojadas a la indigencia como parte del casi 16 por ciento del desempleo (según cifras oficiales que sindicalistas elevan a 19 por ciento) que provocó el modelo neoliberal en la última década.

El reciente estallido social, los incendios y saqueos en la salteña localidad Tartagal, otrora floreciente ciudad petrolera, fue el espejo de lo que se llamó el santiagazo, una rebelión popular que incendió a una de las provincias más pobres del país, Santiago del Estero, en noviembre de 1993.

La víspera, los obispos católicos advirtieron que no pueden resignarse a aceptar "pasivamente la tiranía de lo económico que se ha instalado en todas partes. La tarea no debe reducirse a que las cuentas cierren para tranquilizar los mercados".

En tanto, desde todos los sectores se advierte al gobierno que sin paz social no habra crecimiento de la economía. "ƑQuién invierte en un país con rutas cortadas y llamas de incendios en los caminos?", se preguntó el gobernador justicialista de Córdoba, José Manuel de la Sota.

Pero a los justicialistas se les reclama también por los sucesos de la última década, cuando se vendieron al mejor postor y bajo esquemas de profunda corrupción todas las empresas del Estado, aún las más eficientes y que generaban ganancias.

Además, continúan los juegos políticos que buscan terminar de romper la Alianza entre la centrista Unión Cívica Radical y el centroizquierdista Frente País Solidario. Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires y quien fuera vicepresidente de Carlos Menem -y por ello corresponsable de la actual situación social y económica-, incluso dijo ayer que "conservar la Alianza traba el accionar del gobierno".

La campaña contra el Frepaso -asegura una fuente cercana al llamado peronismo auténtico- viene desde sectores duros de Washington y se aplica mediante el menemismo, la gente de Ruckauf, la derecha local y la derecha conservadora de la misma UCR, mientras el gobierno sigue sin encontrar cómo dar respuesta a la crisis.