MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Revelan documentos sobre actividades en Chile
EU sabía que Pinochet estaba dentro de la Operación Cóndor
Ť Participación directa del ex dictador en el asesinato de Letelier
Ť Avance para demandar en Washington al general retirado
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 13 de noviembre Ť Documentos secretos estadunidenses divulgados públicamente hoy comprueban que durante más de dos décadas Estados Unidos contó con pruebas de que el dictador chileno Augusto Pinochet estaba directamente involucrado en la Operación Cóndor, y en particular con el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, en lo que fue considerado como el peor acto terrorista en esta capital.
El gobierno de Bill Clinton divulgó hoy más de 16 mil páginas de documentos oficiales secretos sobre operaciones encubiertas en Chile entre 1960 y 1990, incluyendo memoranda secretos de Henry Kissinger enviados al presidente Richard Nixon describiendo actividades encubiertas, documentos vinculando al subdirector de la CIA Vernon Walters con el jefe de Inteligencia de Chile Manuel Contreras, y evidencia de que las fuerzas armadas chilenas solicitaron que la CIA les entregara una lista de subversivos que serían detenidos tras el golpe de Estado de septiembre de 1973.
"Este es un paso significativo hacia la posibilidad de una acusación formal contra Pinochet (en Estados Unidos)", consideró Samuel Buffone, el abogado que representa a las familias del diplomático chileno Orlando Letelier y su asistente estadunidense Ronni Moffit, ambos asesinados en esta capital en 1976 por agentes chilenos. "Esperamos que Estados Unidos acusará al general Pinochet y registre un caso de extradición".
Entre los documentos divulgados hoy, hay cables diplomáticos secretos de la CIA y del Departamento de Estado que describen cómo los dos agentes después culpados de participar en el asesinato de Letelier obtuvieron pasaportes paraguayos falsos y visas estadunidenses para llegar a este país y realizar su acto terrorista. "El presidente (paraguayo Alfredo) Stroessner recibió una llamada telefónica del presidente chileno Pinochet solicitando el siguiente favor urgente", escribió un funcionario del Departamento de Estado en un memorándum de septiembre de 1976 redactado unos días después del asesinato de Letelier. "Deseaba enviar a dos oficiales de carrera del ejercito chileno, el Capitán Juan Williams y el primer teniente Alejandro Romeral, a Estados Unidos a realizar una investigación".
Williams y Romeral eran en verdad los agentes Michael Townley y Armando Fernández, de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA, la policía secreta) de Chile, ambos después condenados por el asesinato de Letelier.
Stroessner rápidamente concedió los pasaportes y su asistente llamó a la embajada estadunidense para informarles que los dos hombres procedían a Washington para reunirse con el subdirector de la CIA Vernon Walters. Sobre la base de esta explicación dada por el asistente personal de Stroessner, la embajada entregó dos visas para los chilenos que viajarían con pasaportes paraguayos. Pero la embajada sospechó que algo estaba mal con estas visas e intentó revertirlas. No obstante, un mes antes del asesinato de Letelier el Departamento de Estado tuvo conocimiento de que "Romeral" y "Williams" habían l ogrado ingresar a Estados Unidos como empleados de la embajada chilena en Washington, donde elaborarían sus planes finales para el último asesinato de alto perfil de la Operación Cóndor.
Para el abogado Sam Buffone, el documento revelando que el general Pinochet participó directamente en obtener los pasaportes para los asesinos representa otra prueba más del papel directo del dictador en la Operación Cóndor y el asesinato de Letelier y Moffit.
Pero según Peter Kornbluh, director del proyecto sobre Chile de la organización independiente National Security Archive, otra interrogante clave es si la CIA y el Departamento de Estado contaban con esta información Ƒpor qué no hicieron nada para detener el asesinato en septiembre? "Lo más importante que se necesita entender es qué información tenía Estados Unidos sobre la Operación Cóndor y qué hicieron con esta información", declaró hoy Kornbluh.
Kornbluh elogió al gobierno de Clinton por haber divulgado finalmente documentos relacionados con las operaciones encubiertas de la CIA en Chile. En particular, señaló que un documento dado a conocer hoy fue un "memorándum de acción" redactado por Henry Kissinger y firmado por el presidente Nixon que colocaba un programa de operaciones encubiertas para desestabilizar a Chile después de instalarse el gobierno de Salvador Allende.
Además, hay una transcripción de la famosa reunión del 6 de noviembre de 1970, en la que Nixon autorizó un programa encubierto para "hacer que grite la economía" en Chile.
Pero Kornbluh agregó que aún hay muchos documentos que no fueron divulgados y otros en donde segmentos claves han sido tachados antes de ser presentados. "Aún tenemos un problema de la censura de la historia por la CIA", afirmó.
El analista del National Security Archive -organización que ha sido clave en promover la divulgación de la documentación secreta- dijo que existe un documento que describe una solicitud de los militares chilenos a la CIA antes del golpe de Estado pidiendo que el gobierno estadunidense elabore una lista de subversivos que deberían ser detenidos después del golpe. Aunque la CIA reporta en ese documento que no cumplió con la solicitud, Kornbluh señaló hoy que la CIA había informado al Congreso de Estados Unidos en 1975 que sí había compilado tal lista.
En general, los documentos divulgados hoy revelan una relación cercana entre la CIA y la policía secreta de Pinochet. Contreras, por ejemplo, califica como su "cuate de alma" al ex subdirector de la CIA Walters, y hay detalles de reuniones con Contreras aun después de que los funcionarios estadunidenses estaban bien informados de sus abusos de derechos humanos.
Las 16 mil páginas de documentos divulgados hoy serán examinados en las próximas semanas por analistas de centros de investigación y de organizaciones de derechos humanos, y podrían contener más detalles que se darán a conocer en un futuro próximo.
Descubren otra Caravana de la Muerte
Enrique Gutiérrez, corresponsal, Santiago Ť Dos diputados chilenos denunciaron hoy aquí que existió una segunda Caravana de la Muerte que se encargó de desenterrar decenas de cadáveres de opositores ocultos en dependencias del ejército o en otros lugares, para incinerarlos o arrojarlos al mar.
Los diputados oficialistas Jaime Naranjo y Nelson Avila precisaron que esta caravana -similar a la comitiva militar que recorrió el país en 1973 para fusilar a 73 opositores- se llevó a cabo entre 1978 y 1980, una vez disuelta la siniestra Dina.
El diputado Avila aseguró que "existe un pique de mina abandonado desde el cual sacaron alrededor de 80 cadáveres que se llevaron en camiones a Peldehue, desde donde desaparecieron ya sea en helicópteros y llevados al mar o a la cordillera".
En Buenos Aires, entre tanto, el Estado chileno pidió este lunes que el ex agente de la Dina, Enrique Arancibia Clavel -único imputado por el asesinato del general Carlos Prats y su esposa en la capital argentina- sea condenado a reclusión perpetua como autor del delito de asociación ilícita.
La solicitud fue realizada por el abogado Alejandro Carrió en el juicio oral y público que se sigue a Arancibia Clavel desde el mes pasado por su presunta participación en el atentado de 1974 contra quien fuera jefe del ejército chileno bajo el gobiero de Salvador Allende. Entre las pruebas a evaluar están la declaración escrita del ex agente de la Dina Michel Townley, supuesto autor material y testigo protegido en EU.