MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť El partido ha perdido credibilidad, aceptan


Ortega y Saucedo, por dar al PRD nueva presencia política

Ť Lamenta el senador que en el partido no se hayan atendido los errores Ť Las elecciones internas sólo agravan problemas, dice

Matilde Pérez. Ť Los líderes de Nueva Izquierda y de Trisecata, Joel Ortega y Mario Saucedo, respectivamente, coincidieron en que el PRD ha perdido credibilidad y confianza frente a importantes sectores sociales por la lejanía política de sus luchas y demandas sociales. Ambos se manifestaron por dar a ese partido político una nueva presencia política y electoral, con autoridad moral frente al pueblo.

Al participar en el foro sobre la reforma y por la refundación del PRD, ambos también aludieron a la existencia de las corrientes al interior del partido. Sin embargo, las posturas fueron contrarias; Jesús Ortega consideró que debe continuar porque "son la mejor fórmula para lograr la verdadera unidad política y encontrar las mejores soluciones. Intentar cancelar o eliminar las corrientes de opinión es como atentar contra la libertad de pensamiento y de expresión".

Mario Saucedo apuntó que el problema de esas corrientes radica "en la forma en que se disputan los espacios y en las conductas incorrectas en los liderazgos; en la desviación en su comportamiento de las normas éticas elementales".

Ambos ponentes también aludieron al pragmatismo político electoral en el que incurre ese partido. Saucedo calificó a éste como "un oportunismo que ha estado presente en los distintos ámbitos de la vida partidaria, desde la elección de candidatos hasta en los acuerdos y línea políticos" a seguir por el PRD.

Ortega destacó que ante este nuevo entorno político nacional se requiere un PRD "que sea expresión de una izquierda que rechace el pragmatismo utilitario e inmediatista que confunde los medios con los fines.".

Primer orador en dicho foro, al que acudieron cerca de 200 personas, el senador perredista lamentó que en los 12 años de existencia del PRD no se hayan atendido con oportunidad los errores, resuelto a tiempo las contradicciones del proceso de formación y crecimiento y que hoy "el partido esté sumergido en una crisis".

Y entre sus propuestas para ese cambio expuso: convocar a una asamblea nacional programática al término del congreso nacional; elaborar un código de ética del partido y limitar las elecciones internas por voto libre y secreto, con dos propósitos, para elegir al candidato a la Presidencia de la República y a los candidatos a gobernadores, y para la elección de delegados a los actos partidistas.

En el PRD, agregó, "cada vez que tenemos diferencias las queremos resolver con elecciones, lo cual en muchas ocasiones agrava los problemas".

Dijo estar de acuerdo con algunos aspectos del análisis que realizaron Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles y Ricardo Monreal. Sin embargo, se manifestó en contra de la filiación de todos los votantes perredistas, porque eso haría perder lo cualitativo; con la idea de que el partido dependa únicamente de sus personalidades y con la propuesta de concebir al PRD como un nuevo frente electoral.

De acuerdo con Ortega, la nueva identidad del PRD tendría que cimentarse en cinco elementos: identidad ideológica de izquierda de sus militantes; concepción ética de su quehacer político; un nuevo programa derivado de la actual situación mundial y nacional, una nueva estrategia y una nueva organización. El senador reafirmó que "el PRD no es ni nunca podrá ser propiedad ni de individuos ni de grupos de presión".

Criticó a los dirigentes del partido y representantes populares por asumir actitudes prepotentes, autoritarias y de soberbia.