MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Anunciaría la decisión antes de la audiencia


Ojesto podría anticipar su excusa en el caso Tabasco

Ť Desconcierto en el tribunal por el rumbo que ya tomaron las polémicas declaraciones de su presidente, según fuentes judiciales

Jesús Aranda y María Esther Ibarra Ť El presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Fernando Ojesto Martínez Porcayo, ''ya considera'' mantenerse ajeno al juicio de revisión constitucional de las elecciones de Tabasco.

Debido a que sus declaraciones y posteriores aclaraciones en lugar de ayudar a solucionar el problema lo han complicado aún más, consideró seriamente no participar en la discusión y dictamen de las recientes elecciones para gobernador en esa entidad del sureste.

En otras ocasiones, cuando un magistrado decide excusarse para no conocer un asunto, lo hace el mismo día de la sesión pública en que se resolverá el asunto; sin embargo, debido a la presión adicional que significa la presentación del juicio político en su contra ante la Cámara de Diputados, trascendió que podría apresurar su decisión al respecto.

Preocupación en el tribunal por el desliz de su presidente

Al interior del Poder Judicial de la Federación ''hay preocupación'' por el giro que ha tenido la ''novatada'' que cometió el presidente del Tribunal Electoral, en relación con su ''desafortunada'' declaración sobre los recientes comicios en Tabasco. Incluso, dada la ''gravedad'' de los acontecimientos, se han planteado dos posibles escenarios: que se desista inmediatamente de conocer el caso, o bien, que renuncie al cargo en razón de que el descrédito y la falta de credibilidad rebasaron su esfera personal y empieza a afectar a la institución.

Luego de que fuentes oficiales confirmaron la reunión sostenida el viernes entre el Consejo de la Judicatura Federal y el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a fin de analizar ''que había pasado'' con las acusaciones de PAN y PRD en contra del presidente del órgano judicial, y que derivaron en la demanda de juicio político en su contra, trascendió que el órgano encargado de vigilar la disciplina de los juzgadores decidió ''no apoyar'' a Ojesto por la forma como se han desarrollado los acontecimientos.

Además, ha causado molestia el comunicado que emitió el TEPJF el mismo viernes en el que -según las fuentes- si bien no se realizó un desayuno, si se llevó a cabo la reunión con el pleno del Consejo de la Judicatura Federal que estuvo presidido por el ministro Genaro David Góngora Pimentel, quien también es presidente de la Suprema Corte.

La reunión se efectuó al mediodía y duró aproximadamente una hora, sin que se informe hasta la fecha si las declaraciones del magistrado podrían representarle una sanción o no.

Además del encuentro sostenido con el Consejo, el tema ya fue tratado por los ministros de la Suprema Corte en un pleno privado la semana pasada, en donde se dijo que fue una ''novatada'' del presidente del tribunal que tuvo un pésimo tratamiento en los medios informativos, lo que trajo como consecuencia la politización de un tema que no debió salir del ámbito jurídico.

Se dijo que dado lo complicado del asunto no se descarta cualquier salida -como sería el que Ojesto se excuse para no conocer el asunto, o bien que renuncie al cargo-, lo que importa -se insistió- es que la salida que se adopte finalmente no vulnere la credibilidad que tanto trabajo le ha costado ganarse al TEPJF.

De acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, el presidente del tribunal electoral habría incurrido en responsabilidad al violar el artículo 219 que señala expresamente que un juez no puede emitir una opinión pública constituya en la que prejuzgue un asunto que es de su conocimiento (aunque en este caso el asunto de Tabasco era un hecho que sería de su conocimiento).

Otro artículo de esa ley precisa también que incurre en responsabilidad quien por sus declaraciones públicas lesione la integridad del Poder Judicial de la Federación (lo que podría ser su caso).

Si bien la legislación en la materia no es muy clara al respecto, se presume que debe ser la Comisión de Administración del TEPJF, en la que participa el propio Ojesto, otro magistrado electoral y tres consejeros de la Judicatura Federal, la encargada de aplicar las sanciones correspondientes, en caso de que así se considere.

Sin embargo, las fuentes judiciales consultadas reconocieron que el asunto salió ya del control y que lo más sano sería que Ojesto se desistiera de inmediato para conocer el asunto, o que en caso extremo renuncie a su cargo.

La propia legislación prevé que en caso de que falte el presidente, el magistrado con mayor antigüedad en el cargo -que sería el ex presidente del tribunal, José Luis de la Peza- sería el encargado de presidir la sesión en la que se dictamine el caso Tabasco.

Si falta Ojesto, la misma ley establece que en caso de empate (sólo habría seis ministros en el pleno), el presidente en funciones -que sería de la Peza- tiene voto de calidad, con lo que se evita cualquier complicación adicional.

Por otra parte, se informó que el TEPJF no ha recibido aún la documentación sobre el asunto de Tabasco, aunque el plazo para ello concluye este martes, a las 12 de la noche.

El ministro debe permanecer al margen, dice Jorge Carpizo

El ex secretario de Gobernación Jorge Carpizo McGregor considera que Ojesto ''no debe conocer del asunto de Tabasco, porque va ensuciar todo el proceso electoral local y puede vulnerar de una manera tremenda la confiabilidad'' de ese órgano y el trabajo ''estupendo'' de su antecesor, José Luis de la Peza.

"Yo no tengo claro qué dijo, qué no dijo o cómo lo dijo, pero hay un hecho: ese señor se debe excusar del asunto electoral tabasqueño por el bien de México", señaló el jurista Carpizo McGregor, a pregunta expresa sobre el tema durante su participación en el foro Actores políticos y sociales frente al nuevo gobierno, que se efectúa en la Universidad Iberoamericana (Uia).

El también ex procurador general de la República lamentó que la actitud de ''ese señor'' -nunca nombró a Ojesto- es cuestionable, sobre todo porque hasta antes de su nombramiento, el Tribunal Federal Electoral había funcionado en los últimos siete de manera correcta y bien.

A su vez, en el mismo foro, el académico y analista político Alfonso Zárate advirtió que lo más grave del problema del conflicto electoral tabasqueño es el riesgo de que resurjan los cacicazgos regionales. Lo paradójico de la derrota del PRI es que aún puede permitir la ''resurección de fuerzas locales en torno a los gobernadores''.

Según Zárate, en Tabasco no sólo se está jugando una elección local del PRI, sino la disputa por lo que "queda de la franquicia" del otrora partido en el poder. ''Ahí Roberto Madrazo está disputando la dirección del PRI, que aún está vivo, significa recursos y votos'', acotó.