Lunes en la Ciencia, 13 de noviembre del 2000
Entrevistas con los doctores Fermín Valenzuela y Alonso Fernández Guasti
La controversia respecto a la fenilpropanolamina
Patricia Vega y Mirna Servín
"Es una actitud irresponsable y, perdón que lo
diga, hasta histérica. Se ha creado una crisis ficticia y se ha
engañado a la población. Que se diga lo que se tenga que
decir, y se haga lo que se tenga que hacer, pero con bases
sólidas, con un sustento científico."
Así define el doctor Fermín Valenzuela, jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su posición frente a las reacciones de las autoridades del sector salud y de los medios de comunicación masiva en nuestro país, ante la difusión una investigación -realizada en la Universidad de Yale, Estados Unidos- cuyos resultados establecen la probabilidad de que dosis altas de la sustancia denominada fenilpropanolamina -ingrediente de los medicamentos para adelgazar y, en menor cantidad, en los antigripales- pudiera relacionarse con la ocurrencia, en mujeres, de hemorragias cerebrales.
Más allá de la coyuntura del momento, el doctor Fermín Valenzuela, reflexiona en entrevista con La Jornada, sobre las implicaciones del hecho, con el propósito de que podamos sacar algo positivo de este penoso incidente: "Una de las cosas importantes que debemos resaltar es que el consumo de cualquier medicamento conlleva un riesgo -efectos colaterales o secundarios- que será mayor o menor, dependiendo del medicamento mismo. Es importante que esto se diga y que la gente lo sepa.
"Déjeme poner el ejemplo de la aspirina: todos hemos tomado una aspirina cuando nos duele la cabeza, sin embargo, el uso de la aspirina, en dosis inapropiadas, conlleva un riesgo".
-ƑEn este contexto, cuál es la labor de un médico?
-Nosotros acudimos a un médico para que evalúe con toda precisión nuestro estado, el cuadro particular que presentamos, para que nos dé una alternativa terapéutica, es decir, nos diga qué es lo que nos conviene tomar y especifique las dosis adecuadas.
-Se afirma que nos encanta automedicarnos...
-Ese es un problema muy serio y lo he venido señalando desde hace tiempo. Me llama la atención esta respuesta tan desproporcionada en México ante los antigripales que contienen fenilpropanolamina y, sin embargo, a nadie le importa que se vendan antibióticos sin receta, hecho grave, porque al consumirlos indiscriminadamente estamos creando bichos resistentes a esos antibióticos.
-ƑCómo se hubiera tenido que reaccionar ante la difusión del estudio de la Universidad de Yale?
-La única actitud sensata sería preguntarnos qué elementos tenemos en nuestro medio que nos hagan sospechar que vamos a tener una respuesta similar a la que han encontrado en otros países.
"Déjeme ponerlo de otra manera: en muchas naciones se cuenta con un sistema de farmacovigilancia que permite a los sistemas de salud evaluar de manera continua -quiero subrayar lo de continuo-, cómo están respondiendo sus poblaciones a los diversos medicamentos, y detectar si hay respuestas anómalas -efectos secundarios- a ellos con mayor frecuencia a la que se ha presentado en otros lados. Pero en México, desafortunadamente, no contamos con ese sistema de farmacovigilancia.
-Diversos medios de comunicación han criticado la "lenta actuación" de las autoridades ante un problema de salud tan serio...
-Déjeme hablarle de ese problema "tan serio". Tengo el artículo original y hay varias cosas que puntualizar sobre el famoso estudio: en las conclusiones dice que la incidencia diaria de una enfermedad hemorrágica cerebral es de 0.6 por millón para personas entre 35 a 54 años de edad Ƒse da cuenta de lo que esta cifra quiere decir?
"En su estudio de probabilidades, los investigadores fijan el límite inferior en 1 de cada 107 mil mujeres y en el límite superior establecen que 1 de entre 3 millones 268 mil mujeres puede tener problemas de hemorragia cerebral, debido a la fenilpropanolamina, Ƒse da cuenta de la extraordinaria amplitud del rango utilizado?
Además, ellos están hablando de dosis altas, en mujeres de entre 35 y 54 años de edad, utilizadas como supresoras del apetito. Entonces es absolutamente irresponsable lo que está sucediendo en México, porque se está provocando un pánico ante medicamentos antigripales que llevan 50 años en el mercado.
"En el artículo Evaluando las relaciones epidemiológicas entre el accidente vascular hemorrágico y el uso de fenilpropanolamina, publicado en 1985; desde entonces sabemos que el accidente vascular hemorrágico es una de las posibilidades que se tienen con el empleo de la fenilpropanolamina, pero la incidencia es tan extraordinariamente baja que el riesgo es casi insignificante. Y si las mismas autoridades de salud mexicanas han declarado que el riesgo es mínimo, entonces Ƒpara qué crear en México esta situación de pánico?
-ƑCuál sería su propuesta ante esta situación?
-Que se trabaje en un sistema de farmacovigilancia nacional para que nos puedan decir cuál es la incidencia de reacciones adversas en nuestra población con características genéticas, físicas, dietéticas, culturales y medioambientales muy particulares.
No lo sabemos y por eso estamos extrapolando resultados de EU -francamente muy "debilitos"- de poblaciones que no son ni las nuestras, que no sabemos cómo se comportan y sin tener ningún elemento propio.
"Por otro lado, al final del artículo se dice que el estudio es financiado, en parte, por Novartis, que es un laboratorio farmacéutico. Entonces me pregunto: Ƒhasta dónde no es esto una guerra comercial entre los grandes laboratorios?, Ƒqué hay detrás de todo esto?, Ƒa quién se beneficia?
"El manejo en los medios -exigir, por ejemplo, al director de medicamentos que retirara del mercado a los antigripales- ha sido irresponsable. ƑEn qué se basan?, Ƒdónde está el sustento científico? No nos podemos guiar por presiones de los medios que han manejado la información superficialmente.
"Con este manejo irresponsable, atemorizan a la población y eso va en detrimento de todo el sistema de salud, porque inmediatamente se activa la desconfianza de los pacientes hacia sus médicos, los tratamientos que se instituyen y las medidas terapéuticas con las que contamos.
-ƑQuiénes deberían actuar para revertir la situación?
-Siento que todas las instancias científicas que tuvieran algo que aportar deberían intervenir. En la medida en la que se vayan incorporando esas instancias, apoyando las decisiones gubernamentales en un momento determinado, iremos avanzando, pero acuérdese que en este país la comunidad científica no existe. Nunca nos han tomado en cuenta para nada.
El otro lado de la pastilla
Al situar en el contexto de la producción, funcionamiento y uso de fármacos, Alonso Fernández Guasti, jefe e investigador del departamento de Farmacología y Toxicología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN explica: "La selectividad de los fármacos es un tema que ha llamado mucho la atención, sobre todo en la última década. Esto es porque en general los fármacos no son selectivos, es decir, no actúan en una sola parte del organismo. Si nos tomamos una pastilla para el dolor de cabeza, sus componentes actúan en casi todas las células, y tienen por consiguiente algún efecto.
-ƑCuáles son los procesos que se requieren para que un medicamento sea de consumo general?
-Para obtener un fármaco, primero hay que identificar una sustancia que se cree puede tener efectos benéficos en el organismo, lo que no es fácil saber, porque muchas veces nos guiamos por la estructura química; es decir, diseñamos una sustancia con una estructura similar a otra que tenga efectos terapéuticos. Lo que pretendemos es mejorarla para reducir los efectos no deseados.
"Este estudio farmacológico se divide en dos grandes fases: la parte preclínica, en la que se reproducen los síntomas a combatir en modelos animales de laboratorio para probar el efecto esperado; y la parte clínica, en la que los fármacos se prueban en humanos sanos. Un buen medicamento no debe producir en ellos efectos colaterales mayores. Después se hacen estudios clínicos en pacientes enfermos del padecimiento en cuestión.
"Se debe asegurar que el fármaco tiene cierta seguridad toxicológica, sino, pasa como con la talidomida, que se usó para contrarrestar los malestares del embarazo y provocó malformaciones en el producto. Debemos tener cierta seguridad de que el fármaco no provocará efectos toxicológicos, a pesar de usarse la dosis adecuada".
-ƑCómo advierten las farmacéuticas que sus productos tienen un efecto indeseable?
-Una vez que un medicamento está en el mercado y lo usa la población, se hacen reportes sobre sus efectos terapéuticos, pero además también sobre sus efectos adversos; estos últimos se pueden acumular provocar que el Estado o las agencias de salud decidan retirarlos del mercado.
"Recientemente se propuso, por ejemplo, retirar el Viagra, porque había muchos reportes de serios efectos colaterales. Se enfocó a tratar de solucionar la disfunción eréctil, sin embargo, se reportaron problemas visuales, más aun, problemas cardiovasculares.
"Así, los laboratorios responsables de su síntesis y comercialización elaboraron un estudio en Latinoamérica para saber si los efectos colaterales eran de esa magnitud o se debían al azar, porque también hay un componente azaroso en el índice de estos efectos. A la gente le puede dar derrames cerebrales o ataques cardiacos sin que necesariamente se tome un fármaco. Esto se debe ponderar para descartar que no sea un efecto del azar. Hasta donde yo sé no se retiró el Viagra, pero ciertamente disminuyó su popularidad".
-ƑQué papel juegan las compañías farmacéuticas en el uso o desuso de un medicamento?
-Desgraciadamente hay competencia entre las compañías y todas tratan de defender sus medicamentos sobre los que producen otras, y en esta medida se generan rivalidades en las que se pretende dañar a la competencia.
"En particular creo que la cuestión de los antigripales hay que tomarla con mucha cautela. La lista mencionada es muy grande y hay algunos que se han usado por muchos años. Si fuera un efecto tan claro, se vería una correlación más estrecha en la población.
"Estos son medicamentos que se consumen sin receta y con una frecuencia muy alta. Los antigripales son los fármacos que más se consumen. La información se debe de tomar con cuidado y esperar un análisis más serio de este tipo de efectos, pero en caso de que los efectos negativos sean verificados totalmente, se deben retirar del mercado. Pero antes de eso, se tiene que hacer un estudio certero de que el efecto es real y no se debe a otros factores de confusión.
El famoso estudio de la Universidad de Yale
El artículo original titulado Phenylpropanolamine and the risk of hemorrhagic stoke, publicado por The New England Journal of Medicine (http://www.nejm.org/content/index.asp) establece lo siguiente: la fenilpropanolamina se encuentra comúnmente en supresores de apetito y remedios para el resfrío.
Según los nueve autores que firman el escrito, se estudiaron 702 pacientes y mil 376 sujetos de control. Estos grupos fueron compuestos por hombres y mujeres de entre 18 y 49 años de edad que fueron reclutados de 43 hospitales de Estados Unidos. El criterio de selección incluyó a aquellos que habían sufrido una hemorragia intracerebral o subaracnida, 30 días antes de ingresar al grupo de estudio y a los que no habían sido diagnosticados previamente lesiones cerebrales.
Las conclusiones indican que de acuerdo con los resultados, la fenilpropanolamina en supresores de apetito y posiblemente en remedios para la gripa es un factor de riesgo independiente de sufrir hemorragia cerebral, principalmente en mujeres jóvenes.
Dentro del artículo cabe señalar particularmente:
* Al inicio del informe, antes del titulo se señala: "Debido a las grandes implicaciones en la salud pública, este artículo se da a conocer antes de su fecha de publicación. La versión final del reporte será dada a conocer el 21 de diciembre".
En el ámbito de las publicaciones científicas, cuando un artículo aparece previamente a lo programada, generalmente aún falta la revisión de una contraparte científica que verifique los resultados de la investigación.
* La investigación fue patrocinada por Novartis Consumer Health, Thompson Medical Company y Chatemm, conocidas como compañías y empresas dedicadas a la producción de fármacos.
* No se reportó un significativo incremento de riesgo de hemorragia cerebral entre hombres que usaron un remedio para la tos o para la gripa que contuvieran la fenilpropanolamina, debido a que ningún hombre reportó el uso de supresores de apetito con esta sustancia. Por lo que no se puede determinar si los hombres sufren este incremento de riesgo frente a los de sufrir hemorragias cerebrales bajo estas condiciones.
El enigma de los fármacos
Se llama fármaco a cualquier producto químico que afecte al organismo y a su funcionamiento, pero Ƒcuál es la acción de los medicamentos en el organismo? ƑCómo funcionan?
Cada medicamento puede ejercer su acción de diferentes formas, debido a factores como su composición, la parte del organismo al que va dirigido su efecto, o la forma en la que ingresa al cuerpo, entre otros, pero de manera general es a través del torrente sanguíneo como muchos fármacos llegan al punto exacto para aliviar el malestar.
Por ejemplo, si tomamos una pastilla, las sustancias que la conforman son absorbidas por la sangre que circula a través de todo el cuerpo. Una vez que el fármaco es absorbido, éste penetra en distintos tejidos a distinta velocidad, por lo que algunos actúan más rápidamente en unas partes que otras.
* Los fármacos pueden acelerar o retardar las reacciones bioquímicas del organismo, como por ejemplo, las que provocan la contracción muscular, la secreción glandular de sustancias y la transmisión nerviosa, entre otras.
* Cada individuo reacciona diferente a los fármacos, influyen factores como la edad, dieta, estrés, ejercicio, peso, sexo, y la genética, entre otros.
* Las pastillas generalmente son una mezcla de un fármaco y aditivos que actúan como diluyentes, estabilizadores, desintegradores y lubricantes.
* El tiempo necesario para el inicio del efecto de un fármaco, así como la duración del mismo, dependen frecuentemente de la velocidad con que esta sustancia penetre al torrente sanguíneo, la cantidad que ingrese, la velocidad con la que salga de la sangre, la eficacia del hígado en su descomposición y la rapidez de su eliminación por vía renal o intestinal.
* Los fármacos que se producen ahora son mucho más selectivos (es decir, actúan de manera más específica sobre un punto en el organismo) que los que anteriormente se usaban; sin embargo, ninguno pasa por el organismo sin causar un efecto colateral.
Fármacos para adelgazar
Se cree que las medicinas para adelgazar suprimen la sensación de hambre y son útiles para seguir una dieta baja en calorías. Se han aprobado dos componentes para este propósito: la fenilpropanolamina, que también actúa como un descongestionante en muchos remedios para el resfriado y la alergia, y la benzocaína, un anestésico local que insensibiliza las papilas gustativas.
En un estudio, los pacientes que seguían una dieta con la ayuda de la fenilpropanolamina perdieron más peso que con un placebo de apariencia idéntica. Sin embargo, la diferencia de peso perdido fue mínima (alrededor de 2 kilos). La eficacia de la fenilpropanolamina sólo se ha probado durante 3 o 4 meses aproximadamente.
La dosis de fenilpropanolamina en fármacos para adelgazar es más alta que en los remedios para el resfriado y la alergia. Pueden producirse efectos adversos como nerviosismo, insomnio, vértigo, intranquilidad, dolor de cabeza y náuseas si se toma una dosis superior a la recomendada. En algunos casos se han experimentado efectos adversos con la dosis habitual. Algunos individuos pueden también sentir inquietud o agitación y experimentar alucinaciones pocas horas después de haber tomado fenilpropanolamina.
El efecto adverso más inquietante es un significativo aumento de la presión arterial. Las dosis altas de fenilpropanolamina, sola o en combinación con otros fármacos, o su uso durante periodos prolongados, pueden producir un accidente vascular cerebral u otras afecciones cardiovasculares en personas propensas.
Debido a la posibilidad de las interacciones entre fármacos, es importante el control del médico o farmacéutico antes de tomar cualquier fármaco que contenga fenilpropanolamina. Los prospectos advierten a los diabéticos, a los que sufren de afecciones de la tiroides, de presión arterial alta o de afecciones cardíacas, que no es recomendable tomar fármacos para adelgazar sin control médico. Los inhibidores de la monoaminooxidasa, fármacos que se prescriben para la depresión, pueden tener una interacción con la fenilpropanolamina causando un peligroso aumento de la presión arterial.
Fuente: Manual Merck, editorial Océano