LUNES 13 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Asegura que sólo se pretende mejorar las leyes


El Poder Judicial no "invade" al Legislativo: Silva Meza

Ť El ministro de la Suprema Corte negó que se busque lograr liderazgos en otros sectores de los poderes de la Federación

Jesús Aranda Ť En el marco de una actividad inusitada del Poder Judicial de la Federación -como es la convocatoria para crear una nueva Ley de Amparo y la demanda pública de mayor presupuesto-, el ministro de la Suprema Corte, Juan N. Silva Meza, establece que el máximo tribunal "no pretende liderazgos de otro orden", pero convoca a los otros poderes y a la sociedad en general a resolver los problemas pendientes en materia de autonomía de "todos" los órganos jurisdiccionales y la falta de credibilidad en las instituciones.

En entrevista, Silva Meza hace un llamado a dejar de ver con desconfianza o "etiquetar" las propuestas del Poder Judicial Federal para avanzar en la solución de problemas que aquejan a la sociedad. Tan sólo respecto a la Ley de Amparo, el ministro habla sobre la urgencia de crear una nueva al enfatizar: "México ya no puede vivir con leyes desfasadas".

-La Suprema Corte ha recuperado espacios como fue la reciente organización del Congreso Nacional de Juristas -que aprobó el anteproyecto de la Ley de Amparo-, Ƒsienten que hay reticencia de los legisladores al temer que la Corte sobrepase la representación que ha tenido tradicionalmente?

-Yo creo que esto se advierte con objetividad, no hay ningún riesgo o reticencia del Poder Judicial, ni de los legisladores que así lo adviertan. No se trata de que un poder esté por encima del otro, sino que la Constitución esté por encima de todos. Y si esto se advierte con la madurez que los tiempos reclaman, cada uno en atención de sus propias responsabilidades y atribuciones constitucionales, esto no tendrá ningún demérito, ningún desdoro, ni el Poder Judicial está invadiendo ni el Poder Legislativo puede sentirse invadido.

"Simplemente el Poder Judicial se percata que la Ley de Amparo ha sido rebasada por los problemas del momento, pero que carece de facultad de iniciativa. Así las cosas, provoca una discusión en relación con un proyecto, pero para hacerlo busca la legitimidad social, que sea un proyecto que se acerque a la sociedades, que escuche a la sociedad, pues ella el destinatario final de la norma y pretende presentarlo a las instancias que sí tienen la atribución constitucional de elaborar y aprobar leyes en un documento de trabajo cada vez más acabado, pero que en última instancia deberá ser sometido al Poder Legislativo en un ejercicio de madurez del Poder Judicial, y espera que los legisladores así lo sientan y así lo reciba, y nosotros lo único que esperamos es que se estudie.

"En sus tiempos, en sus oportunidades, porque a nosotros no nos corresponde exigir absolutamente nada como tal, sino que, involucrados con los problemas sociales y en relación con las tareas que nos son consustanciales, deseamos hacer una propuesta, porque consideramos que es necesario hacerlo, porque no podemos quedarnos con los brazos cruzados en tanto que la Ley de Amparo es un instrumento que ha rebasado nuestra esfera de trabajo, en muchas de nuestras resoluciones si bien es nuestra obligación aplicar la ley, vemos que ésta puede ser injusta, desigual y nosotros tenemos compromiso como Suprema Corte para que estos hechos no sucedan".

Silva Meza señala que los ministros no tienen ninguna preferencia partidista, ni para que la iniciativa de Ley de Amparo la introduzca el Legislativo o el Ejecutivo; sólo espera que alguien "haga suyo" el proyecto, y que sea la soberanía nacional, representada en la Cámara de Diputados, la que resuelva el destino del proyecto de Ley de Amparo que será presentado formalmente por la Suprema Corte en las próximas semanas.

-En cuanto a los tribunales locales, éstos exigen cada vez más soberanía respecto al Poder Judicial, pero hay quien dice que los persistentes cacicazgos de los gobernadores lo impiden.

-Es tiempo de avanzar en la autonomía de todos los órganos jurisdiccionales, es un hecho incontrovertido; y también avanzar en los sistemas de justicia. La Asociación de Tribunales Superiores de Justicia reclaman mayor autonomía, pero yo siempre he dicho que la autonomía no se regatea, ni se anda solicitando ni pidiendo, simplemente se ejerce. Reclaman autonomía en lo que es su competencia, pero la tienen de origen. Puede haber vicios que demeriten su autonomía, pero también existen los cauces legales para enfrentarlos.

Señala por otra parte que la Suprema Corte asume su responsabilidad -como fue el convocar a la elaboración de una nueva Ley de Amparo-, y llama a todos los poderes a participar "y eso no hay que esconderlo", subraya.

Enfatiza que la Corte Suprema no pretende lograr liderazgos de otro orden y que "eso es importantísimo", porque "muchas veces hay resistencia a una labor genuina de solidaridad, de enfrentamiento de problemas; vienen las calificaciones, las desaprobaciones, se les etiqueta, se les membreta, cuesta mucho trabajo aceptar algo que se hace de buena fe", admite.

Y añade que uno de los retos para todos, gobernados y gobernantes, es el asunto de la falta de credibilidad en las instituciones, "cuesta mucho trabajo que la sociedad crea en la autoridad y tiene sus razones, hay que entenderlo, hay que trabajar sobre ello, para que se vaya descubriendo que sí se puede", concluye.