LUNES 13 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Luis Morales Reyes busca relegirse en la CEM
Más de cien obispos designarán esta semana nuevo presidente
Ť Norberto Rivera cabildea en favor del arzobispo de Yucatán
Ť Estará ausente en la 70 asamblea el representante del Papa
José Antonio Román Ť La jerarquía católica del país inicia este lunes, a puerta cerrada, su 70 asamblea plenaria, en la que los más de 100 obispos del país deberán elegir nuevo presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), las 23 comisiones episcopales y la representación de 15 regiones pastorales que conforman el Consejo Permanente, para el trienio 2000-2003.
Se espera que entre martes y miércoles reciban la visita en su sede episcopal de Lago de Guadalupe, en Cuautitlán-Izcalli, del secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, y el subsecretario de Asuntos Religiosos, Humberto Lira Mora, además del gobernador del estado de México, Arturo Montiel. Y, aunque no se ha dicho nada sobre Alberto Ortega Venzor, es muy probable que también los visite el coordinador de Asuntos Religiosos del equipo de transición de Vicente Fox.
Como únicos dos puntos en agenda, los obispos y arzobispos católicos del país discutirán el informe que les presente la actual presidencia episcopal, a cargo del arzobispo de San Luis Potosí, Luis Morales Reyes, y elegirán a quien encabezará las relaciones de la Iglesia católica frente a un gobierno, que por primera vez en la historia moderna del país, no es surgido del PRI.
Morales Reyes, apenas el pasado sábado, luego de la peregrinación anual de su arquidiócesis a la Basílica de Guadalupe, aceptó que buscará la relección que le permiten los estatutos por un trienio más. Aunque dijo que "todo será decisión de la asamblea", y que "cada elección parte de cero", lo cierto es que hasta ahora es el candidato más viable y goza de la simpatía de obispos de todo el país, por su "actitud siempre discreta" y "alejada del poder civil", más aun por el descarte anticipado del cardenal Norberto Rivera Carrera.
Sin embargo, en los últimos días ha trascendido que el llamado "Club de Roma", encabezado por el cardenal Rivera -quien hace tres años perdió en forma apretada la elección ante Morales-, cabildea la candidatura del arzobispo de Yucatán, Emilio Berlié Belaunzarán, quien no es mal visto por algún sector episcopal.
Berlié es conocido en Roma, se ha desempeñado como presidente del Consejo Económico del Episcopado Latinoamericano (Celam) y tiene buenas relaciones con varios de los obispos y cardenales más importantes de Estados Unidos y Canadá. Lo que podría estar en su contra es que el sacerdote que fungió de enlace entre los hermanos Arellano Félix y el nuncio Girolamo Prigione era precisamente de Tijuana, diócesis en la que se encontraba Berlié antes de su traslado a Yucatán.
Para esta elección, la secretaría general de la CEM ha consultado desde hace dos meses a los obispos tanto en forma individual como por regiones pastorales, a fin de conformar ternas para cada uno de los cargos en disputa, entre ellos los seis más importantes que forman el Consejo de Presidencia, integrado por el presidente, vicepresidente, secretario general, tesorero y dos vocales. De ellos, sólo un vocal -el obispo de Querétaro, Mario de Gasparín-, no tiene derecho a relegirse, debido a que cumplió su segunda gestión, mientras que el resto lo puede hacer para el próximo trienio.
Así, junto con Morales Reyes estarían con fuertes posibilidades de repetir en sus cargos: José Guadalupe Martín Rábago, Abelardo Alvarado, Guadalupe Galván y Alberto Suárez Inda, como primer vocal. En un hecho inusitado en la historia reciente, esta asamblea eminentemente electoral será la primera en la que no está presente un nuncio apostólico o representante del Papa, pues apenas el mes pasado abandonó territorio nacional el nuncio Leonardo Sandri, para desempeñarse en Roma, por encargo de Juan Pablo II, como secretario sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
Todo apunta a una relección de Luis Morales o, en alguna eventualidad, la elección de Martín Rábago, obispo de la diócesis de León, quien forma parte del grupo de obispos que tienen en estos momentos la representatividad de los obispos del país. Aunque en este último caso, según algunos obispos consultados, advierten que probablemente "no sería bien visto" que el futuro presidente de la CEM fuera del mismo estado, e incluso de la misma ciudad, que el futuro jefe del Ejecutivo, pues se prestaría a "suspicacias de uno y otro lado".
Los obispos deberán meditar más de una situación, cuando elijan, muy probablemente el jueves, a quienes los representarán en las negociaciones con el gobierno foxista, en las promesas hechas en campaña, en las que incluyó, entre otras cosas, la apertura de los medios de comunicación electrónicos, una amplia libertad religiosa y deducibilidad de impuestos a las personas e instituciones que donen recursos a las iglesias.