LUNES 13 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Rápida movilidad en acciones antiguerrilleras, su característica principal
Las bases militares Cine llegaron para quedarse
Ť Existen seis en Chiapas; una más se construye en el enclave zapatista de Amador Hernández
Ť Protestas de indígenas y organismos de derechos humanos por su instalación en esa zona
José Gil Olmos Ť La nueva base militar de Amador Hernández, comunidad emblemática en la historia de la guerrilla en Chiapas, forma parte de la estrategia de lucha contra grupos armados que desde hace cuatro años ha desarrollado el Ejército Mexicano en todo el país. Ahí se construye la séptima Compañía de Infantería no Encuadrada (Cine) de Chiapas, cuya principal característica es la rápida movilidad para actuar en contra de los guerrilleros. De acuerdo con información extraoficial, la unidad militar se quedará de manera definitiva, a pesar de las protestas de los indígenas y organizaciones de derechos humanos.
La Cine que se construye en el ejido tzeltal de Amador Hernández -paradójicamente nombre de un líder campesino del PRI, que aún vive en Morelos- es tal vez uno de los más importantes puestos militares, porque se edifica en terreno de una de las primeras comunidades de base del EZLN, y también donde en 1977 comenzaron a trabajar los primeros guerrilleros de Unión del Pueblo, antes que las Fuerzas de Liberación Nacional, antecedente de los zapatistas.
La CINE es una unidad militar tipo corporación, compuesta aproximadamente por 300 elementos y comandada por un teniente coronel; su tarea es de rápida movilidad y autonomía. Según las fuentes castrenses consultadas, por su forma de operación la agrupación cuenta con servicios propios, es decir, un pelotón de sanidad, de intendencia, que proporciona los alimentos al personal, además de vehículos.
En Chiapas, estas unidades comenzaron a operar a partir de 1996 y 1997, como parte de los requerimientos que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo que realizar al tener que desplegar sus tropas en varios estados del país -Guerrero y Oaxaca, Veracruz y la región de la Huasteca- tras la aparición de otros grupos guerrilleros. Extraoficialmente se maneja que entonces se tuvo que dejar sólo a 10 mil efectivos en Chiapas -de un un total de más 50 mil-, y para no dejar desprotegidas algunas áreas de la zona de conflicto se crearon las CINE, que también se han construido en varios estados del país.
Actualmente, en el territorio chiapaneco se han levantado seis Cine: la primera, en el municipio Salto de Agua, en la región norte; una más a las afueras de la cabecera municipal de Altamirano; la tercera, en Maravilla Tenejapa, municipio Las Margaritas; otra en la población de Chiapas Nuevo, municipio de Cintalapa, región centro; se edificó una más en Boca Lacantúm, zona de Marqués de Comillas, y la sexta se ubicó en Nuevo Orizaba, municipio (de reciente creación) Montecristo de Guerrero. La séptima base militar Cine se construye en terrenos de la comunidad Amador Hernández, municipio de Ocosingo, en las ocho hectáreas que fueron expropiadas a favor de la Sedena, mediante decreto firmado por el presidente Ernesto Zedillo, el pasado 18 de octubre.
La presencia militar en el lugar se ha incrementado desde que hace un año las bases de apoyo zapatistas se opusieron a la construcción del camino San Quintín-Amador Hernández, de 32 kilómetros en línea recta. Desde entonces, se mantienen las tensiones entre la población y el personal del Ejército Mexicano perteneciente a la 39 Zona Militar, con sede en Ocosingo, al mando del general de brigada Fermín Rivas García.
Los habitantes de la comunidad tzeltal y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas interpusieron en agosto pasado una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y un amparo agrario ante el juez primero de distrito en Tuxtla Gutiérrez. Sin embargo, se decretó la afectación del terreno y la Sedena comenzó la construcción.
En un reciente comunicado, los de Amador Hernández manifestaron que con la base militar se pretende coartar la presencia política y social del EZLN, y continuar con su labor de contrainsurgencia y de intimidación sicológica en contra de quienes se inconformaron con el gobierno desde hace más de seis años.
Como participantes del foro Desmilitarización, pueblos indios, desarrollo y biodiversidad, demandaron al próximo presidente, Vicente Fox, la anulación del decreto presidencial, luego de considerar que si se construye la unidad difícilmente los soldados saldrán de la zona.