DOMINGO 12 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Las encuestas de opinión lo reflejan 


Seguridad pública, la gran derrota del gobierno de Jalisco

Ť Los magros resultados de sus programas son modelo para foxistas

María Rivera, enviada, y Cayetano Frías, corresponsal, Guadalajara, Jal., 11 de noviembre Ť La gran derrota del gobierno panista de Jalisco se ha dado en el área de la seguridad pública. Es el punto en el que confluyen las opiniones de investigadores, organizaciones de derechos humanos y ciudadanos.

Las encuestas de opinión lo reflejan: la mayoría de los jalisciences piensa que la situación está peor ahora que con los anteriores gobiernos priístas. Y por intentos no ha quedado, cuatro titulares y un encargado de despacho se han sucedido al frente de la Procuraduría General de Justicia Estatal (PGJE) y con ninguno se ha resuelto el problema.

Ante el tema, el gobierno estatal se defiende con cifras ?que algunos analistas consideran maquilladas? culpando a la crisis económica, cuando el desempleo se ha abatido en el estado y creando instancias como la Secretaría de Seguridad.

Pese a sus magros resultados a esta instancia se le ha tomado como modelo por parte del gobierno foxista.

A su titular, Daniel Ituarte Reynaud, le gusta la mano dura. Este funcionario, que ha reconocido como un error de juventud su participación en el grupo ultraderechista MURO (Movimiento Universitario de Orientación Renovadora, al que se acusa de haber puesto una bomba en el periódico El Día en los 60) mantiene sus afinidades ideológicas.

Cuando tomó posesión de su puesto y le preguntaron cuál era su modelo policial ?comenta Marcos Pablo Moloesnik, investigador de la UdeG?, declaró su admiración por el ejército pinochetista y cita las declaraciones: "buscamos que la gente que aspira a ser policía tenga espíritu de servicio, como el ejército de Chile, que digan lo que digan es el mejor de Latinoamérica, con honor, con dignidad y con equipo ultramoderno, que cuestionen ahorita a Pinochet es otro boleto, servir con honor es la mística que queremos crear".

Al llegar al poder Alberto Cárdenas sabía cuáles eran las tres principales demandas ciudadanas: trabajo, educación y seguridad pública. Al final de su sexenio entrega malas cuentas en este último rubro: el robo de vehículos, a casas habitación, a camiones transportistas, a bancos, los secuestros, delitos contra la salud y ejecuciones están a la orden del día.

El sentimiento de indefensión de la ciudadanía es generalizado afirma Moloesnic. "El balance en seguridad pública es sumamente negativo. No obstante los generosos recursos que Jalisco ha obtenido de la federación, a través del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los resultados en la relación costo-beneficio distan de ser los esperados.

De acuerdo al sexto informe gobierno de Zedillo, en lo que se refiere a delitos del fuero federal, este estado ocupa el cuarto lugar, después de Baja California, DF y Sonora. En cuanto al número de delitos del fuero común denunciados tiene el quinto sitio, después del DF, Veracruz, Estado de México y Michoacán.

Incluso en las estadísticas del gobierno del estado, que están maquilladas, y dicen que se ha reducido la delincuencia, admiten que el actual índice de delitos ni siquiera se logra equiparar al de 1993 y 1994, antes de que llegar el PAN al poder.

La presidenta de la CEDH, Guadalupe Morfín Oterlo, también reconoce que en esta área hay fallas, pero matiza: la inseguridad no se le puede atribuir al actual gobierno porque tiene un largo historial: "hay áreas del gobierno de Alberto Cárdenas que pueden merecer una valoración muy positiva, por ejemplo la educación pública, la promoción de la inversión extranjera, pero sin duda, el punto cuestionable de su administración según la percepción ciudadana, es el de la seguridad pública.

Y esto los ciudadanos lo tienen claro. Bastan las cifras de las últimas encuestas en ese sentido, 44.5 por ciento de los cuestionados por el periódico local Mural señalan a la inseguridad como el mayor problema. Mientras que 37 por ciento de los encuestados por el diario Público considera que la inseguridad está igual que con el PRI y 33 por ciento la cree peor.

María del Carmen Jiménez, comerciante del mercado de abasto, comenta que hace dos meses le robaron la camioneta en que transportaba su mercancía. A su hijo Benjamín también le sustrajeron su vehículo Nissan a principios de este año y el VW de su sobrina corrió con la misma suerte en diciembre de 1999. Al escuchar la plática, su vecino Jorge Magallanes empieza a enumerar a todos sus conocidos que han perdido sus autos. "Todos aquí en el estado tenemos historias de este tipo que contar, lejos de mejorar las cosas, han empeorado indica el hombre.

Si ahora el escándalo es por los robos de vehículos, y ha provocado que los precios de los seguros se haya incrementado considerablemente bajo el argumento de que el promedio de este delito es cinco veces más alto que la media nacional, tiempo atrás lo fueron los espectaculares robos bancarios, que incluso llevaron a los periódicos locales a titular con un número, todos los lectores sabían a qué se referían. Después la atención se concentró en el tema de los camiones transportistas, más tarde en los secuestros y ahora la moda es el robo a vehículos blindados. Lo que cambia sólo es el botín pero los delitos siguen ahí.

El investigador de la UdeG da su versión de lo que está fallando. Si de algo no se puede jactar Jalisco es de los resultados de la inseguridad pública, ya que se les dio todo el apoyo en recursos y no pudo resolverse el problema. En 1999 tenía el séptimo lugar en cuanto a fondos del Sistema Nacional de Seguridad Pública se refiere, este año está en el cuarto lugar y ninguna de las instancias ha resuelto el problema y mucho menos la Secretaría de Seguridad. Y esto es porque el perfil de su titular Manuel Ituarte ?quien tuvo que dejar su cargo de presidente municipal de Zapopan por supuestos hechos de corrupción? no es el hombre adecuado. Y lo más lamentable es que ahora según la página web del equipo de transición de Vicente Fox, coordina el proyecto de Secretaría de Seguridad en el orden federal.

Aunque el gobierno estatal lo niega, el perfil de los delitos cometidos en el estado corresponden a la delincuencia organizada, como son los casos de los robos a vehículos (entre 55 y 80 autos son robados diariamente), los secuestros y el robo a instituciones financieras, donde la zona metropolitana de Guadalajara ocupa el primer lugar nacional, además, han aparecido delitos como la prostitución infantil que antes no existían. Según un reciente informe de Unicef y el DIF, de octubre del año pasado a junio de este año se identificaron 600 casos perfectamente documentados de este delito.

Con un panorama tan negro, no ha faltado los que apelen a la tentación autoritaria. Con torturas y retenes, a los que cambian de nombre continuamente pero que en esencia siguen siendo lo mismo, pretenden dar solución a este flagelo.

La CEDH cada tercer día está en el centro del huracán. Autoridades, sector empresarial e incluso la jerarquía eclesial la acusan de "proteger delincuentes" cuando emiten recomendaciones contra casos de tortura o las famosas volantas. Los casos más sonados fueron los de Jaime Llanos Meza, quien presuntamente había robado una joyería y fue torturado con un tolete en los baños de la dirección de Seguridad Pública, provocándole una rasgadura de seis centímetros en el recto y al de Víctor Castañeda Casas, presunto secuestrador, que falleció a consecuencia de las torturas provocadas por miembros de la PGJE en una investigación de un rapto.

Desde la llegada a la presidencia de la CEDH de Guadalupe González Morfín, ha emitido siete recomendaciones por casos comprobados de tortura ya sea de la DGSPE, de la Policía de Guadalajara, o de la PGJE.

"La funcionaria señala que lamentablemente a diferencia de lo que ha empezado a ocurrir en Zacatecas, estado de México y DF, donde ya se emiten órdenes de aprehensión por el delito de secuestro y se le nombra sin eufemismo, en Jalisco se le sigue llamando abuso de autoridad y lesiones.

"Las cuestiones públicas comienzan a recuperar su transparencia cuando se le devuelve el verdadero nombre a las cosas. Hay que ser muy cuidadosos en el discursos público con las palabras que se emplean porque si no también empezaremos a empañar palabras como democracia, libertad, justicia y libertad de tránsito.

"Lo que más me preocupa de la cuestión de la seguridad pública es que ha faltado un enfoque que subraye la necesidad de la participación ciudadana en la solución de este problema, ya que se ha concebido bajo esquemas eminentemente represivos", afirma la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco.

Lo que se disputa

El gobierno estatal de Jalisco.

40 curules del Congreso local.

124 presidencias municipales.

3 millones 798 mil 684 electores

(2 millones 45 mil 999 mujeres).

En Guadalajara un millón 164 mil ciudadanos, 29.87% del total en la entidad.