DOMINGO 12 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Se intenta restablecer la presencia de EU en la zona, estima el escritor
Anular a Chávez, objetivo del Plan Colombia: Molano
Ricardo Castillo/II y última Ť El Plan Colombia, una vez reorientado por Estados Unidos, podría tener entre sus objetivos en América Latina anular al presidente venezolano Hugo Chávez y restablecer la presencia estadunidense ante la turbulencia política en la zona andinoamazónica, de modo que pueda imponer allí un tratado de libre comercio (TLC), considera el escritor colombiano Alfredo Molano Bravo.
En entrevista con La Jornada, si bien admite que esto es un tanto apocalíptico, añade que no es descartable. Subraya que quizá la estrategia no sea tanto la coca ni las armas de la guerrilla, sino Chávez por toda esa política independiente con que se maneja, de la ideología bolivariana, el hecho de que tiene petróleo y se mueve con otra visión en la OPEP, tiene armas, acercamientos con Fidel Castro y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y no ha permitido el paso de aviones estadunidenses por su territorio.
Brasil sospecha que el gobierno de Estados Unidos quiere una presencia en la región amazónica e imponer allí un TLC, añade Molano, quien disertó sobre el tema Libertad de prensa y conflicto en Colombia, dentro de la IX Semana Cultural de Colombia en México por la Paz.
En declaraciones a La Jornada, Molano expone que el problema es que actualmente no es factible aplicar un tratado comercial de ese tipo en la región ante los riesgos e inconveniencias que implican Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador y Perú, en alusión a situaciones internas complicadas.
Es decir, considera, no hay un nuevo orden político en la región porque no hay una presencia clara, y para establecer un nuevo orden se tiene que ir con un TLC.
No descarta tampoco que Colombia estaría pensando en que el problema se le vaya a sus vecinos, como ya sucedió una vez cuando la coca se trasladó de Perú y Bolivia a Colombia. Sin embargo, todo esto tiene otros efectos desestabilizadores, pues se sabe que la guerrilla se está armando y podría atacar vías de comunicación, sistemas eléctricos y otras infraestructuras, como ocurre en cualquier guerra, y el país en tres semanas quedaría de rodillas.
Es decir, ante el Plan Colombia, es evidente que la guerrilla no va a dar la madre de todas las batallas tipo Saddam Hussein, sino que conservaría su guerra de guerrillas y de resistencia. Pero todo esto necesariamente afectaría la economía y el comercio del país y sus vecinos, aunque a Washington no le conviene la expansión del conflicto ni meter sus propias tropas, sostiene.
Para Molano, quien recibió tres amenazas de los paramilitares de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia, y hubo de exiliarse en España desde febrero, si en realidad se quisiera acabar con el narcotráfico se haría de otro modo, puesto que hay otras formas para lograrlo.
Cita que los mil 300 millones de dólares que da Estados Unidos para el antidrogas Plan Colombia, no son nada comparado con los 78 mil millones de dólares de subsidios agrícolas que otorga el gobierno estadunidense en su territorio.
"Aparentemente Estados Unidos tiene un gran argumento: vamos a luchar contra el narcotráfico, pero el asunto es formal, es una argumento formal", dice. Aquí se habla entonces de narcoguerrilla, un concepto acuñado por un embajador estadunidense, Myles de Frechette, quien después es- tuvo acusado de traficar con coca para los contras de Nicaragua. El concepto, subraya, es acuñado tras la caída del Muro de Berlín para el remplazo del enemigo común por otro enemigo público número uno, con lo que empieza una nueva dimensión del narcotráfico.
Entre los factores surgidos con la implantación de los cultivos ilícitos, llegados del exterior, destaca el hecho de que la guerrilla no vive del narcotráfico, vive de los narcotraficantes, y en contraposición los narcotraficantes crearon su propia fuerza de defensa ante la insurgencia, que son los paramilitares de derecha, fuerza que también tiene carácter político porque hay una intimidad impune entre paramilitarismo y ejército, en el marco de la guerra sucia y de despojo de tierras a los campesinos.
El analista estima que el modelo del Plan Colombia consistirá en enviar al ejército a bombardear, sacar a la gente e ir por la guerrilla, y como el ejército no se sostiene, se abre la puerta al paramilitarismo para que cuando la gente y los mismos rebeldes regresen la zona esté sembrada del paramilitarismo. Curiosamente, esos grupos atacarán por tierra como por aire lo harán los aviones artillados, seguidos de vuelos rasantes de fumigación para arrebatar las bases a la insurgencia, "golpear al campesino para sacar el agua al pez".
El Plan Colombia conlleva fuertes intereses comerciales entre las empresas fabricantes de helicópteros, por su rivalidad, entre los Blackhawks y los UH Huey II, para la venta de unos 60 aparatos por unos 110 millones de dólares. Mas no es todo: primero están los AWACS, los aviones inteligentes que localizan mediante radares y satélites todos los cultivos y todo lo que se mueva, resalta Molano.