DOMINGO 12 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Es una falta de respeto al Legislativo: PRI y PRD
Cuestionan senadores a Fox sus propuestas de "privatización"
Ť Olvida que ningún partido tiene mayoría para hacer cambios en petroquímica e industria eléctrica, sostienen legisladores
Andrea Becerril Ť Senadores de PRD y PRI exigieron al presidente electo Vicente Fox "dejar de faltar al respeto al Congreso de la Unión", al plantear tanto en el extranjero como en el país, proyectos de privatización de los sectores eléctrico y petroquímico, los cuales aún no son conocidos por el Legislativo, y que el próximo gobernante y su partido tratan de esconder bajo otras terminologías, como la de apertura.
El coordinador de la fracción perredista en el Senado, Jesús Ortega Martínez, y los priístas Oscar Cantón Zetina y Manuel Bartlett Díaz, hicieron notar que al parecer Fox no quiere entender que ni su partido, el PAN, ni ningún otro, tienen mayoría en el Congreso, y para lograr que pudiera aprobarse alguna modificación constitucional, como la requerida para privatizar la industria eléctrica y la petroquímica, se requiere de las dos terceras partes de votos de senadores y diputados.
"Tanto integrantes del equipo de transición, como legisladores del PAN, tratan de ocultar la esencia del programa de Fox, que ya quedó claro: se basa de nueva cuenta en privatizar las empresas públicas, como la Comisión Federal de Electricidad", advirtió Ortega.
El líder de los senadores del PRD dijo que en el caso del sector eléctrico es obvio que los legisladores de AN no quieren asumir el costo político de presentar su propia iniciativa, y por eso insisten en que se dictamine el proyecto de Zedillo, el cual quedó pendiente en la pasada Legislatura, y que implica la pérdida del control estatal de un recurso prioritario.
En torno a la petroquímica, añadió el perredista, ni siquiera forma parte de la agenda legislativa para el actual periodo ordinario de sesiones, que concluye el próximo 31 de diciembre, y la cual ya fue aprobada por los coordinadores de las fracciones de PRI, PAN, PRD y Verde Ecologista, en el Senado de la República.
Por separado, Cantón Zetina hizo notar que la fracción del PRI está decidida a no permitir más privatizaciones, como se hizo en los últimos dos sexenios y, en el caso de la reforma para la apertura total del sector eléctrico, la determinación es que Fox debe hacer llegar su propio proyecto, o aclarar que pretende que sea el de Zedillo el que quiere que se dictamine.
La realidad, añadió el tabasqueño, es que el PRI no está dispuesto a que continúe un proyecto neoliberal, basado en dar al sector privado el control de sectores estratégicos, como la petroquímica.
En tanto, Bartlett Díaz, quien un día antes, durante la comparecencia del director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), exigió públicamente que el presidente electo envíe ya su propuesta, aclaró que no se trata de oponerse al proyecto sólo porque lo impulsa un gobierno que ya no será priísta.
Explicó que lo que los senadores del PRI plantean es que no van a legislar al vapor un asunto fundamental no sólo para la industria o el comercio, sino para la vida de todos los mexicanos, como sería poner en manos de empresas privadas, nacionales o extranjeras, la generación y suministro de energía eléctrica, que por años ha estado a cargo del Estado, y que además se ha hecho de manera eficiente.
El controvertido ex secretario de Gobernación dijo que discrepa de la postura que un día antes manifestó el presidente de la Comisión de Energía del Senado, el panista Juan José Rodríguez Prats, el cual expuso que no se requiere de una nueva iniciativa de Fox, toda vez que antes deben dictaminar la de Zedillo, que está en comisiones en la esa cámara y, ya después, una vez realizada la reforma constitucional, el PAN podría presentar su proyecto de legislación secundaria.
Tanto Bartlett como Cantón Zetina -el primero presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales y, el segundo, integrante de la de Energía- precisaron que la fracción priísta ha llevado a cabo varias reuniones; se ha metido a estudiar a fondo el asunto, y tiene información suficiente para afirmar que los modelos extranjeros en que se basó la iniciativa privatizadora de Zedillo, fundamentalmente el inglés y el argentino, no han operado.
El primero, dijo, creado durante el gobierno conservador de Margaret Thatcher, propuso la privatización bajo el criterio ideológico de que el Estado no podía tener ninguna empresa pública y porque consideraban que el sistema eléctrico inglés no funcionaba. "En México, sin embargo, la CFE ha operado de manera eficiente y, en todo caso, lo que procede es una restructuración, no un cambio de propiedad".
Bartlett insistió en que los senadores del PRI no van a actuar de manera apresurada en ningún asunto que implique privatizar. Por lo que se refiere a la industria eléctrica, agregó, tampoco puede hablarse de una fecha límite, sobre todo "porque no sabemos ni qué quiere el señor Fox, y yo no me atrevería a votar una reforma constitucional que va en contra de los estatutos y el programa del PRI".
En entrevista aparte, Jesús Ortega insistió en que su partido no avalará pretensiones privatizadoras de Fox, "a las que además ni siquiera se atreve a llamar por su nombre", y que implican pérdida del control del Estado en sectores estratégicos, en detrimento de la mayorías.
La experiencia de las últimas tres gestiones priístas neoliberales ha sido desastrosa, agregó Ortega. Dijo que muestra de ello han sido las privatizaciones de bancos, carreteras e ingenios, cuya consecuencia ha sido el Fobaproa y la crisis de la industria azucarera.