Ť Fue agredido el 22 de octubre en California

Mexicano baleado por la Patrulla Fronteriza continúa hospitalizado

Ť El organismo estadunidense lo acusa de traficante de personas

Jorge Alberto Cornejo y Cristóbal García, corresponsales Ť El mexicano Ramiro Ramírez Trinidad se encuentra internado en un hospital del sur de California desde el 22 de octubre, luego que un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos le disparó ese día.

El connacional permaneció en coma durante un mes y ha sido sometido a por lo menos 15 intervenciones quirúrgicas, mientras que su agresor goza de impunidad, denunciaron activistas.

El incidente se registró cuando Ramírez y otros cuatro migrantes intentaron ingresar de manera indocumentada a Estados Unidos por el cañón La Cabra, al oeste de la garita internacional de San Ysidro, California.

Joel Ruiz Contreras, un oaxaqueño que también pretendía ingresar a Estados Unidos ese día, relató al Grupo Beta que aun cuando los migrantes se encontraban ya de regreso en territorio mexicano y el afectado mantenía las manos arriba en señal de rendición, el agente de la Patrulla Fronteriza sacó su arma y le disparó a una distancia de siete metros.

Según el cuadro clínico, la bala (al parecer expansiva) afectó los intestinos, riñones, vejiga y el hígado de Ramírez Trinidad, quien personalmente relató al Comité de Servicios de los Amigos Americanos, un organismo dedicado a la procuración de los derechos humanos, que en ningún momento amenazó o agredió a los oficiales de la Patrulla Fronteriza.

Roberto Martínez, director del organismo con base en San Diego, informó que la Patrulla Fronteriza alega no sólo que Ramírez Trinidad lanzó piedras al oficial, sino que además se trata de un traficante de personas.

Martínez demandó de las autoridades consulares mexicanas en el puerto de San Diego que exijan una profunda investigación y se castigue al agresor, el cual continúa laborando, aunque fue transferido temporalmente a una área administrativa de la Patrulla Fronteriza.

En otro orden, el coordinador del Centro de Apoyo al Migrante, Enrique Burgos Ochoa, informó en Hermosillo, Sonora, que en toda la frontera norte de México han muerto 746 migrantes en los últimos cinco años.

Sólo en lo que va del año, dijo, en toda la frontera han fallecido 362 por hipotermia, deshidratación o en diversos hechos violentos, mientras que en el desierto y parajes montañosos de Arizona han muerto 80 mexicanos y en la última semana cinco, a causa del descenso de la temperatura.

Dijo que la barda metálica que divide Sonora y Arizona cada vez separa más socialmente a ambas naciones, a pesar de que digan lo contrario las autoridades, mismas que este viernes participarán en una reunión.