VIERNES 10 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Este partido seguirá en el poder: investigadores
Analista de la UdeG: en Jalisco siguen corrupción e impunidad con el PAN
Ť El mismo nepotismo. Se sustituyeron unos apellidos por otros, dice
María Rivera, enviada, y Cayetano Frías, corresponsal, Guadalajara, 9 de noviembre Ť En Jalisco hay PAN para rato. Investigadores y analistas de esta sociedad sostienen que este partido seguirá en el poder por lo menos por un sexenio más.
Lo atribuyen no sólo a que esta sociedad posee un sustrato religioso-cultural favorable al panismo sino a la falta de opciones políticas creíbles por parte de la ciudadanía.
La corriente liberal, expresada en el PRI y el PRD, no vive sus mejores momentos, reconocen. La debacle que vivieron ambas organizaciones el 2 de julio, tuvo su correlación a nivel local. El horizonte del estado parece hoy más que nunca pintado de azul.
Mientras lo permitía la ley no hubo esquina de Guadalajara donde no se aposentaran jóvenes panistas para volantear o pegar calcomanías. La mayor parte de los carros que circulan en la ciudad están tapizados de ellas. No sólo en las colonias de clase media o clase media alta, bastiones tradicionales de esta postura política, sino en el sector Libertad y el Reforma donde viven los tapatíos de menores recursos. La ola blanquiazul llega hasta zonas marginales como Oblatos y Santa Cecilia. Ni hablar del medio rural, sobre todo alteño. El romance entre sociedad y gobierno continúa.
La gestión de Alberto Cárdenas Jiménez llegó en un momento de crisis social y política, que se venía gestando desde los 70. Esta sociedad otrora orgullosa de su papel de capital de Occidente y de jugar su papel de alter ego del DF vivía momentos de convulsión tanto en el ámbito político como en el empresarial. Los gobiernos de Echeverría y de López Portillo no habían permitido el crecimiento de una clase política local. El estado fue gobernado por una serie de mandatarios impuestos por el centro, sin el menor arraigo en la entidad. Jaliscienses de Polanco, como les llama Diego Petersen, director del periódico Público.
Pero con todo, la corriente liberal expresada en el PRI gobernaba de acuerdo con los conservadores sin mayor conflicto. Hasta que el 22 de abril de 1992 estalló, junto con el colector, la mayor crisis política que ha vivido el estado. Pese a todo hasta diciembre de 1993 el PRI mantuvo las preferencias del electorado en la contienda para gobernador. Pero el error de diciembre acabó de convencer a la ciudadanía de la necesidad del cambio. El 94 Jalisco entero dio su respaldo al panismo. Por fin el conservadurismo tomaba el relevo.
Un sexenio después los jaliscienses siguen creyendo que hay un saldo favorable y todas las encuestas publicadas en los últimos días, de Reforma, Milenio y El Informador lo ponen a la cabeza de las preferencias electorales. A falta de una candidato de arraigo popular apostaron por un buen funcionario como Francisco Ramírez acuña. Antes de tener representante los panistas tenían mayor número de posibles votantes que después de su nombramiento. Para mantenerse al frente de las preferencias electorales pusieron a trabajar a su mejor carta que es el gobernador Cárdenas Jiménez. Un hombre que no habla bien pero comunica como el mejor.
Sin embargo, los analistas ponen en duda su gobierno. Reconocen aciertos, como una mayor y más fluida relación entre ciudadanía y gobierno. Mencionan que hay una reconstitución del tejido social y que el estado ha vuelto a repensarse a sí mismo, dejando de vivir en el pasado al mejor estilo de aristócratas venidos a menos. También aceptan que se ampliaron las fuentes de empleo y que el estado salió de su ostracismo y se abrió a la inversión foránea. Pero niegan la existencia de un cambio de fondo.
"El programa del gobierno actual, en el ámbito económico, no creo que sea muy distinto de uno que hubiera comandado uno del PRI y ni hablar de la corrupción: sólo cambió de color, explica el doctor Pablo Arredondo, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la UdeG. Y se pregunta: ƑQué hemos descubierto? Que los panistas se parecen mucho a los priístas. Si volteamos a ver el gobierno en Guadalajara del actual candidato a gobernador no vemos que haya sido muy distinto a los priístas.
Javier Hurtado del Centro de Investigaciones Política de la UdeG concuerda. "Estamos igual que como iniciamos. No hay un cambio sensible en relación con el anterior régimen. En cuestión de nepotismo es lo mismo. Se sustituyeron unos apellidos por otros. En corrupción es igual que la anterior y todo en la mayor impunidad. Pero los mayores saldos son en materia de seguridad pública y educación, sobre todo en lo que respecta a la educación superior. El panismo ha lanzado una guerra total contra la universidad pública, en este caso contra la Universidad de Guadalajara".
La seguridad pública es la gran deuda de este gobierno con la ciudadanía, advierte Diego Petersen, pero agrega, como lo ha sido para todos los gobernantes tanto del PRI como del PRD. Desglosa todos los primerísimos lugares del estado en materia de robo de autos, casa habitación y aunque los robos de bancos han disminuido ahora su lugar lo ocupan los espectaculares atracos a camiones blindados, al mejor estilo hollywodense.
ƑY la oposición, en este caso priísta y perredista? Ciertamente no vive su mejor momento. La derrota del 2 de julio, y la bancarrota que vive el priísmo dejó en la orfandad a los militantes jaliscienses. Si bien nunca han estado en la agenda nacional de ese partido, ahora están totalmente olvidados. Van a su aire. Pese a todo en la actual contienda electoral por la gubernatura han hecho una buena campaña, basada en el carisma de su candidato Jorge Arana. Sólo que los magros recursos que manejan los apostaron a un solo número, dejando totalmente desprotegidos a los candidatos a diputados y alcaldes. Pero todo augura que vienen malos tiempos para este partido.
Los especialistas coinciden que la recomposición del PRI Jalisco depende de la nacional. Y la misma receta indican para el PRD que vive una guerra continua de fracciones, quedando por el momento el poder en manos del grupo Universidad con Raúl Padilla a la cabeza.
Su candidato, Raúl Vargas López tiene buena imagen y discurso. Pero lo más que le otorgan es que saque a este instituto político de los cuatro puntos porcentuales a los que cayó en julio. "Tal vez la salida esté en los partidos regionales", plantea Diego Petersen, lo cierto es que en este momento en el estado no hay un espacio de encuentro para los liberales.