VIERNES 10 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Renovado debate sobre el peculiar sistema comicial


La elección estadunidense, atorada; situación sin precedente

Ť Pesimismo demócrata entre acusaciones y sospechas de fraude

Ť El pueblo se manifestó, falta saber qué decidió, dice Bill Clinton

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de noviembre Ť Por segundo día luego de las elecciones, este país amaneció sin saber quién será el próximo presidente ?algo que no había ocurrido en más de un siglo, y en una situación que no tiene paralelo histórico.

conteofloridLa elección nacional está atorada. Acusaciones, recriminaciones políticas, sospechas de fraude, opiniones sobre la imperfección del sistema, y un renovado debate sobre el peculiar sistema electoral donde una mayoría del voto popular podría ser superado por un voto de una colección de 538 personas desconocidas que se reunirán en diciembre en el "colegio electoral" para emitir el voto decisivo sobre la elección presidencial.

Mientras hoy procedió el recuento del voto de los 67 condados de Florida donde se determinará la conclusión final sobre quien será su sucesor, el presidente Bill Clinton sólo pudo decir que "el pueblo americano ya se ha manifestado, pero tomará un poco de tiempo para determinar qué decidieron".

No pocos demócratas expresan su pesimismo, recordando que en los recuentos casi siempre sale ganando el que primero fue declarado el triunfador, y empiezan las críticas y las recriminaciones. "A fin de cuentas, Al Gore fue un senador de tercera que nunca se llevó bien con sus colegas, y perdimos porque no teníamos un candidato que le gustaba a la gente", opinó un ex asesor del Senado y activista del Partido Demócrata en declaraciones a La Jornada. Otro demócrata en el gobierno federal considera que "al parecer, esta elección que debería haber sido fácilmente nuestra, está perdida".

Para John Sweeney, secretario general de la central obrera AFL-CIO, actor clave en la promoción del voto demócrata, aquí hay culpables. "Ralph Nader podría ser la diferencia entre tener a George W. Bush o a Al Gore como presidente, y eso es reprensible", declaró.

Sweeney es parte de un extenso coro de líderes y sectores demócratas enfurecidos por la candidatura de Ralph Nader, del Partido Verde, ya que señalan que le restó o robó votos a Gore en varias entidades claves como Oregon (aún sin decisión), pero particularmente en Florida, donde Nader recibió más de 100 mil votos.

El margen de diferencia en el primer conteo del voto en Florida entre Gore y Bush fue de menos de 2 mil. Matemáticamente, estos críticos tienen razón ?la mitad de los que votaron por Nader en Florida señalaron que hubieran votado por Gore, si Nader no hubiese competido.

Pero Nader (quien sólo alcanzo atraer menos de 3 por ciento del voto nacional) ha respondido que no hay razón para que Gore no arrasara con su contrincante republicano George W. Bush, ya que ese candidato era un opositor muy débil y limitado. Nader respondió ayer a los que lo responsabilizaron de la posible derrota del vicepresidente al bromear que "Gore fue el que me costó el triunfo en Florida".

De cierta manera, los naderistas también tienen razón. Gore no pudo ni ganar su estado natal de Tennessee, donde un triunfo hubiera evitado toda esta crisis electoral, ya que con esa entidad agregada a su total hubiera podido conquistar la presidencial sin ganar Florida. Además, un examen de las decenas de mapas multicolor que los medios han reproducido en estos últimos dos días revela casi de inmediato que Gore ganó sólo una porción reducida del área geográfica del país.

Sin embargo, sus simpatizantes no se cansan de repetir que al parecer sí ganó la mayoría del voto popular (por aproximadamente un cuarto de millón de votos en una elección donde votaron poco más de 100 millones de ciudadanos).

Los cálculos electorales, el análisis de las estrategias y sus errores, y las miles de conversaciones en que al parecer todo mundo tiene una opinión y una interpretación maravillosamente inteligente y sagaz sobre lo ocurrido continuarán por algún tiempo.

El único consenso en este país que, según los observadores, se envió un mensaje electoral dividido casi exactamente por la mitad, donde la única mayoría clara fue ganada por el partido de la abstención. Esta elección que arrancó hace más de un año, que se convirtió en la más cara de la historia, y que muchos consideraban bastante aburrida, sin sabor ni drama, ahora al fin es sumamente interesante y hasta divertida por su surrealismo.

Claro, para los serios y los defensores del sistema, se insiste que los últimos dos días comprueban una vez más que este "sistema" funciona, ya que en esta, la mejor de todas las democracias, "cada voto cuenta".

Por el momento, es precisamente quién, cómo y dónde se cuenta ese voto que está generando furia, risa y fascinación. Mientras tanto, todos aquí esperan saber cuál de los dos juniors (un hijo de presidente, el otro de senador) será el "bueno" en esta opción que tantos caracterizaron como una "entre el menor de dos males".