VIERNES 10 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť No responde a las necesidades de las pequeñas empresas, sostiene


Concanaco decide seguir fuera del CCE

Ť Las reformas estatutarias fueron superficiales y no tocan los problemas de fondo, afirma

Ť La unanimidad y el consenso, sustituidos por el mayoriteo de organismos con poder económico

David Zúñiga Ť No hubo reconciliación. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) ratificó ayer por unanimidad su renuncia al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) por considerar que las reformas estatutarias dadas a conocer el 5 de octubre dejan intactos los problemas de fondo que motivaron la inconformidad de los comerciantes, y muestran que ''no existe voluntad'' de recobrar los principios que dieron origen al organismo cúpula del sector privado.

Para los integrantes del Consejo Directivo de la Concanaco, el CCE sigue siendo ''una institución interventora'' que limita las facultades de sus organismos asociados y les coarta su libertad para defender a los sectores que representan. El CCE, aseveran los comerciantes organizados, no responde a las necesidades de las micro, pequeñas y medianas empresas que enfrentan ''severos problemas'' para sobrevivir.

Uno de los principales motivos de inconformidad es el artículo 5 de los estatutos del CCE, según el cual la función del CCE es ''representar al sector en los casos generales que rebasen los intereses particulares de un organismo asociado, siempre que así lo acuerden los asociados por mayoría de cuando menos dos terceras partes; sin embargo, en todos los casos se buscará llegar a un acuerdo''.

El único cambio en la propuesta de reforma fue sustituir ''sector'' por ''organismos asociados''. Es decir, argumenta la Concanaco, el CCE se mantiene como coordinador de los objetivos, ideario y estrategia de los organismos asociados y se arroga su representatividad. ''Persiste un total desequilibrio en la toma de decisiones'', lo que contraviene el espíritu original del CCE que, argumenta, antes sólo intervenía y fijaba una postura cuando había unanimidad entre sus integrantes.

La unanimidad y el consenso, lamenta, han sido sustituidos por el mayoriteo de los organismos que tienen mayor poder económico pero que representan a menos empresas: la Asociación de Banqueros de México (ABM), el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

En un comunicado, la Concanaco recuerda que el CCE le negó apoyo al líder de esta organización, José Yamil Hallal Zepeda, en su conflicto con la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi); en cambio, respaldó plenamente las reformas a las leyes de Garantías y de Concursos Mercantiles, a pesar de la oposición del comercio organizado. Incluso ''se llegó al extremo de hacer una campaña en contra de nuestra posición, en aras de privilegiar a los acreedores y al sistema financiero en perjuicio de los deudores y de los pequeños y medianos empresarios'', agrega el comunicado.

Hallal Zepeda aseguró que él no estuvo en la reunión en la cual 13 de los 16 integrantes del Consejo Directivo acordaron la salida de la Concanaco ni influyó en la decisión que se tomó ayer. ''No son asuntos personales, sino institucionales''.

Reiteró que está interesado en la unidad del sector empresarial, pero no a cualquier costo. ''No estamos pidiendo canonjías; estamos pidiendo igualdad''.

Finalmente, Hallal aseguró que estar fuera del CCE no menguará la capacidad de cabildeo de la Concanaco pues por ley tiene, junto con la Confederación de Cámaras Industriales, reconocimiento como órgano de colaboración y consulta del Estado.