VIERNES 10 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Asistió a un frustrado careo con Raúl Salinas
Que CSG declare en el caso de su hermano, planteó Camacho
Ť Ratificó que en 1992 él dio informes sobre negocios irregulares
Ť No existe voluntad para desahogar las pruebas, expresó
José Galán, enviado, y María del Socorro Castañeda, corresponsal, Almoloya de Juárez, Méx., 9 de noviembre Ť Manuel Camacho Solís afirmó ayer que las autoridades federales deben tomar declaración a Carlos Salinas de Gortari sobre el enriquecimiento inexplicable de su hermano Raúl, y añadió que está dispuesto a carearse con el ex presidente sobre los informes que le rindiera en 1992, respecto de los negocios y las irregularidades en que estaba inmerso el ahora preso en Almoloya.
Camacho fue notificado en el penal estatal de Almoloya de Juárez que la defensa de Raúl Salinas desistió el pasado lunes de su intención de realizar un careo entre el propio Raúl y el ex regente de la ciudad de México, solicitado por el juzgado séptimo de distrito de la ciudad de México, por exhorto al juez tercero de distrito en materia penal del estado de México, Leopoldo Cerón, quien giró el citatorio para el ex canciller en septiembre pasado.
Según el propio ex comisionado para la paz en Chiapas, al interior del penal la actuaria del juzgado tercero, Irma Velázquez, le notificó que Raúl Salinas de Gortari se desistía de solicitar el careo dentro de la causa penal 36/97, de septiembre de 1997, porque ''no han podido aportar la dirección precisa de Manuel Camacho Solís'', es decir, no saben dónde vive.
''Es una maniobra obvia porque, a raíz de la grabación difundida en televisión con las voces de Raúl y Adriana Salinas, ya no les conviene que yo esté cara a cara con él'', dijo Camacho luego de permanecer 20 minutos en el interior del penal, donde por cierto saludó en la aduana a Juan José Salinas Pasalagua quien, cargando dos bultos con comida y ropa, llegó a visitar a su padre.
Con la cancelación del careo ''queda cerrado el capítulo de este asunto -dijo Camacho Solís en referencia a la plática que sostuvo en 1992 con el entonces presidente Salinas, sobre la conducta de su hermano-, porque no hay voluntad de que la prueba se desahogue''. Agregó que, ahora, quien tendrá que dar explicaciones sobre el tema ''debe ser Carlos Salinas. Es más, yo no sé por qué tengo en todo caso que carearme con Raúl, si con quien tuve la conversación fue con su hermano Carlos. En todo caso, tendría que carearme con él, porque en su libro sostiene que esa conversación nunca existió, cuando anteriormente ya había reconocido que sí tuvo lugar''.
-ƑUsted tiene las pruebas que había mencionado sobre el enriquecimiento ilícito de Raúl? -se le preguntó.
-Mire, si digo que no las tengo los Salinas y los medios van a decir que estoy mintiendo; pero si digo que las tengo, entonces van a entrar a mi casa a robar documentos confidenciales, como sucedió en 1994 .