MIERCOLES 8 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Meinhard Meigel discutirá hoy el tema en el ciclo de conferencias Umbral 2000
Inquietante, la evolución del capital en países ricos
Arturo García Hernández Ť Las economías de los países desarrollados están registrando una tendencia que ha empezado a inquietar a los estudiosos: la continua disminución del trabajo en áreas de alta presencia del conocimiento especializado y fuerte inversión de capital. Una consecuencia directa y preocupante del fenómeno es la distribución cada vez más dispareja del ingreso y del patrimonio per cápita.
Este tema será desarrollado por el jurista y sociólogo alemán Meinhard Miegel, dentro del ciclo de conferencias Umbral 2000 que tiene lugar en el Instituto Goethe. La conferencia de Miegel se llevará a cabo el miércoles (18 horas, en Tonalá 43, Col. Roma) y será comentada por el líder sindical Francisco Hernández Juárez y por Enrique de la Garza Toledo, investigador del Departamento de Posgrado en Estudios Sociales de la UAM Iztapalapa.
De acuerdo con la tesis de Meinhard Miegel -asesor científico del Deusches Institut für Altersvorsorge GmbH, Köln (Instituto Alemán de Previsión para el Retiro de Colonia)- "en las economías nacionales desarrolladas, desde hace bastante tiempo se registra una disminución persistente del volumen de trabajo, en los ámbitos caracterizados por una elevada intensidad de conocimientos y de capital. Precisamente en esas áreas, donde se ubican los puestos laborales altamente productivos y por consiguiente bien remunerados y revestidos de prestigios social, el trabajo se va sustituyendo de manera progresiva por conocimientos y por capital, es decir, por máqunas en en el más amplio sentido, por procesos de producción, etcétera".
En Alemania, por ejemplo, "desde 1960 a la fecha se multiplicó por 3.3 la utilización real de capital por unidad de valor agregado generada, mientras que el volumen del trabajo se redujo en un 40 por ciento". La tendencia -en la perspectiva de Miegel- tiene dos consecuencias básicas:
Por un lado, "la población económicamente activa se ve forzada, en medida creciente, a asumir tareas que o bien ya fueron ejecutadas de manera personal y directa por los interesados o que ni siquiera se realizaban. En la mayoría de los casos se trata de actividades peor remuneradas y socialmente menos prestigiadas que el trabajo que venían desempeñando".
Desviación de las corrientes de ingreso
Por otro lado, se da lugar "a una desviación de las corrientes de ingreso. Cuanto más elevada sea la participación del capital y cuanto menor sea la intervención del trabajo en la generación de valor agregado, tanto mayor será la afluencia de ingreso hacia el capital y tanto menos queda para el trabajo. Esto no representaría un problema si el capital y el trabajo presentaran una distribución similar. Pero dado que el capital se concentra en muy pocas manos, la creciente intensidad de capital de la economía nacional se traduce en una distribución cada vez más dispareja del ingreso y del patrimonio". Aparte de Alemania, el fenómeno se puede observar en casi todas las economías desarrolladas.
Meinhard Miegel también es doctor en leyes por la Universidad de Frankfurt, dirige desde 1977 el Instituto für Wirtschaft und Geellschaft Bonn (Instituto para Estudios de Economía y Sociedad de Bonn) y es miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes. Para frenar a mediano plazo y revertir "esta evolución inquietante desde un punto de vista de la política económica y social, resulta necesario mejorar la situación patrimonial de amplios estratos de la población, a fin de incrementar su participación en la capacidad generadora de valor agrehado del capital. La mejor manera de alcanzar este objetivo radica en la estructuración y expansión de sistemas de seguridad social basados, al menos parcialmente, en el capital".