MIERCOLES 8 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť ALEBRIJES

Heavy Nopal en vivo y Vacas Sagradas

Estos títulos corresponden a las producciones discográficas más recientes -y dadas a conocer en ese orden con diferencia de unos días- de dos de las divas de lo que podríamos llamar nuevo cabaret mexicano: Astrid Hadad y Liliana Felipe, quienes en un acto de gran libertad que ensancha el alma de sus escuchas, sólo cantan lo que les da la gana y cómo se les da la gana, sin entrar al juego de las grandes compañías discográficas más interesadas en el negocio que en el arte.

En el caso de Heavy Nopal... (Discos Continental), con este tercer material Astrid Hadad salda una deuda con su legión de seguidores y seguidoras: la grabación en vivo de las 14 canciones arregladas, interpretadas y actuadas -así de cacofónica la cosa-, como parte del exitoso espectáculo que, con el mismo nombre, ha dado fama internacional a su creadora.

Si Astrid advierte que ''como quedó, quedó", podemos responder, para tranquilidad de su legión, que el ''triple salto mortal sin red protectora" le quedó muy bien y que no se ''despanzurró" en el intento. Por el contrario, con paciencia de hilandera y la complicidad de los músicos Tarzanes que le son fieles, la Hadad fue bordando cada canción hasta convertirla en una peculiar versión que, arrancada de su interpretación convencional ya forma parte de un Olimpo hadadiano, como Soy virgencita, de Joaquín Pardavé; Te voy a olvidar, de Juan Gabriel; No me hallo, de Julio Haro; La bien pagá, de Perello/Mosteza y Toca madera, de Joan Manuel Serrat, por mencionar sólo algunas de estas joyas musicales.

En el caso de las ''vacas sagradas" (Ediciones El Hábito) se trata de la reunión de un sobresaliente hato -término que escogemos para ser consecuentes con el título del disco- integrado por esas canciones compuestas e interpretadas por Liliana Felipe (con la complicidad de Jesusa Rodríguez y María Teresa Priego en la creación de la letra de algunas canciones, y las voces de Susana Zabaleta, Regina Orozco, Gabriel Minjares, Rosana y Mateo Rodríguez, Catalina Pereda, María Aura y Jesusa Rodríguez como cantantes invitados) a la manera de ''mi homenaje inolvidable" al amor, las histéricas, la vejez, Elena Poniatowska, al rito de Onán, Carlos Monsiváis, Martina Navratilova, la futura presidenta (Rosario Robles), Chavela Vargas, Rigoberta Menchú, Pita Amor y, finalmente, Marta Lamas, quien regaló la idea del título del disco.

El deseo y la necesidad de independencia total -ese no estar a expensas de los calendarios y decisiones de las disqueras por muy pequeñas que sean- llevaron a Liliana a hacerse cargo de casi todo el proceso de producción del disco, incluida la selección y contratación de estudio de grabación hasta la mezcla sonora. Ojalá esta experiencia sirva a la Felipe para desatorar el prometido ''Mexican Cabaret" que desde hace tiempo esperamos.

Va desde aquí, nuestro deseo, de que la Virgencita de San Juan de los Lagos proteja a estas dos producciones discográficas para que pronto podamos tener más grabaciones de estas divas, Astrid Hadad y Liliana Felipe, por quienes profeso admiración profunda.

Ť Patricia Vega Ť

 

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