MIERCOLES 8 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Formas poco éticas para promover el voto en Wisconsin


Sorprendente crecimiento de la participación electoral

Ť El republicano, indiferente a las minorías, denuncian ciudadanos

Ť Intimidación en algunas casillas, se queja el Partido Demócrata

entexasbu Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 7 de noviembre Ť "Si Bush gana, díganle a la gente en México que habrá muchos de nosotros que nos mudaremos allá", dice a La Jornada una mujer negra de unos 40 años de edad frente a una casilla en Washington.

Al instar gentilmente a los ciudadanos a emitir su voto por el candidato demócrata Al Gore (y con ello, se supone, ahorrarse una costosa mudanza a México) esta mujer afirmó que muchos negros temen que gane el candidato presidencial republicano George W. Bush, ya que él no se ha mostrado muy atento a las necesidades de las minorías, de sindicalistas y de los pobres en este país.

Varias mujeres más asintieron con la cabeza.

Los primeros indicios de esta jornada electoral es que, por la competitividad de esta elección, la participación podría incrementarse en forma sorprendente de sus pésimos niveles registrados en los últimos comicios nacionales.

Visitas a varias casillas en esta capital parecían indicar que, por lo menos en colonias negras, el temor de un triunfo de Bush estaba generando más participación; pero no necesariamente algún entusiasmo por Gore. "Este es aproximadamente el doble de la gente que usualmente se presenta en las primeras tres horas luego de abrirse las casillas", comentó una activista electoral esta mañana.

Nadie se sorprenderá si los resultados favorecen a Gore en esta ciudad firmemente pro demócrata, pero varios activistas de ese partido consultados expresaron la esperanza de que esta tendencia de alta participación de la comunidad negra aquí se repita en estados claves como Pennsylvania, Illinois y Florida, que son fundamentales para un triunfo demócrata.

En casillas en varias partes del país, según los primeros informes en los medios y entrevistas realizadas por La Jornada, se registró el enorme esfuerzo de ambos partidos por "sacar" el voto de sus fieles, la llamada "guerra terrestre" de una campaña electoral. En Atlanta, un simpatizante de Bush dueño de una tienda de armas de fuego ofreció un incentivo a sus clientes para participar en las urnas. Cada cliente que pudiera comprobar que había votado (los votantes reciben un tipo de comprobante al emitir su voto) sería parte de un concurso el día después de la elección; el premio: una escopeta de mil dólares. La idea, sin duda, era promover el voto de dueños de armas de fuego que votarían a favor de Bush, ya que éste favorece menos restricciones al control bushencasa de armas de uso personal.

En Florida, activistas del sindicato de trabajadores de servicios (SEIU) fletaron camionetas para ofrecer aventones a las casillas para los ancianos, y en Michigan el sindicato automotriz negoció un día feriado para sus miembros para promover su voto.

En Nueva York y Atlanta se informó de una participación electoral más alta que la esperada, con algunos votantes reportando esperas de entre 40 minutos a una hora y media para poder emitir sus sufragios. Los primeros informes desde la región del oeste del país indican que la campaña del candidato del Partido Verde, Ralph Nader, podría haber incrementado la participación electoral.

En Oregon, algunos pronosticaban una tasa de participación de más de 84 por ciento y una activista laboral y ambiental allí informó a La Jornada que Ralph Nader ha despertado el interés político de jóvenes en particular.

Al mismo tiempo, CNN informó que tormentas de nieve y heladas en Nuevo México, Dakota del Norte, Montana y otros estados podrían deprimir el índice de participación electoral en esas regiones.

También surgieron diversas quejas sobre prácticas poco éticas para influir sobre el resultado electoral. En Milwaukee, Wisconsin, los republicanos acusaron que voluntarios de la campaña de Gore estaban regalando cajetillas de cigarros a personas sin techo, a cambio de que acudieran a votar. "Hay una forma correcta y una incorrecta para promover el voto en este país; regalar cigarros a los sin techo es la incorrecta", declaró el vocero de la campaña de Bush, Ari Fleischer.

Voceros del Partido Demócrata se quejaron de que los republicanos habían desplegado a personas cerca de casillas para intimidar a los votantes al advertirles sobre las penas que se aplican por cualquier intento de participación fraudulenta en las urnas. Hay una larga tradición de "incentivos" para votantes y varias formas de fraude en las elecciones estadunidenses, y hoy el Departamento de Justicia colocó a representantes encargados de monitorear el voto en nueve estados donde se han producido quejas constantes por la discriminación del voto y otras formas de intimidación en los últimos años.

Para prevenir los fraudes, cada casilla en el país cuenta con un equipo complejo de funcionarios electorales y observadores oficiales que examinan la identificación de cada votante, protegen las boletas emitidas y aseguran que nadie vote más de una vez. Además, cada votante recibe un papel numerado al emitir su voto, y los dos principales partidos se encargan de rastrear cuántos de sus afiliados participan en cada casilla.