MIERCOLES 8 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť El tricolor se alista para asumir su nuevo papel de partido en la oposición
Presenta el PRI programa de política económica
Ť Se compromete a rechazar proyectos contrarios al interés de la población, como la venta de Pemex
Ť "No podíamos ser simples testigos de medidas tomadas al margen del consenso nacional": Sauri
José Gil Olmos Ť Con la posición adelantada de nuevo partido de oposición, y de cara al inicio del gobierno de Vicente Fox, el PRI presentó su propuesta de política económica, bajo el compromiso de que estarán contra cualquier iniciativa opuesta a los intereses de la población, como la venta de Pemex y de la industria eléctrica, o la aplicación de impuestos a medicinas y alimentos.
Entre las 13 iniciativas lanzadas ayer están la revisión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, elevar la recaudación tributaria, liberar la carga fiscal de Pemex, crecimiento económico anual de 6 por ciento, establecer un programa de 10 años para abatir la pobreza extrema, y el fomento a la pequeña y mediana industrias.
El pleno de la dirigencia nacional del PRI, los representantes de los sectores y los coordinadores parlamentarios avalaron la propuesta de una política económica con sentido social. "No podíamos ser simples testigos y receptores de medidas tomadas unilateralmente al margen del consenso nacional quizá en contra de las posiciones, apremios y esperanzas del pueblo", dijo la presidenta del tricolor, Dulce María Sauri Riancho.
El documento, elaborado entre otros por Rodolfo Becerril, Javier Alejo López, Alfredo Baranda, Octavio Arroyo Ortiz, José Andrés de Oteyza y David Ibarra Muñoz acepta que el PRI tuvo "errores, desviaciones y serias omisiones" durante su periodo de partido en el gobierno.
Admite que si en los últimos 15 años hubo un crecimiento del comercio internacional notable, a escala interna prevalecen "la desigualdad social, la insuficiencia de empleo, el atraso rural y los desequilibrios estructurales". Además, "la nación afronta problemas de orden moral y la corrupción y la impunidad continúan", admite el PRI.
Tras señalar que el objetivo de la política pública debe ser lograr la equidad en la distribución económica y cumplir con sus derechos básicos de alimentación, salud y nutrición, el PRI reconoce que el gobierno en sus tres niveles no puede cubrirlos con una "penuria fiscal". Por ello, propone dos metas: lograr el balance entre equidad social, empleo, estabilidad de precios y balanza de pagos, seguridad pública y equilibrio regional, y una política macroeconómica que asegure 6 por ciento en el crecimiento económico anual, con estabilidad de precios y balanza de pagos, y la elevada creación de empleos.
De las iniciativas sobresale que la política monetaria y cambiaria sea compartida con la Secretaría de Hacienda; evitar la extranjerización del sistema financiero; establecer una política social que elimine gradualmente en una década la extrema pobreza y en 15 años suprima el rezago educativo; mantener la educación pública, incluida la universitaria, de manera gratuita, laica y de alta calidad; terminar con la "represión" de los salarios; una política regional equilibrada; impulsar el desarrollo rural, y definir estrategias comerciales internacionales para que en 20 años México sea una potencia económica mundial.