MARTES 7 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Las presidenciales más cerradas en 40 años en EU


El resultado podría conocerse hasta mañana, estiman expertos

Ť Gore "debe" ganar Pennsylvania y Florida o Michigan: asesores

Ť Tennessee y Missouri, otros estados que "vale la pena observar"

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 6 de noviembre Ť La elección más cerrada en 40 años culminará el martes y varios analistas señalan que el resultado podría no conocerse hasta el miércoles (casi siempre se ha determinado la misma noche del día electoral), pero un análisis de la elección hecho por La Jornada sugiere que para las 19 horas de mañana los observadores en México podrían tener una buena idea de quién será el próximo presidente de Estados Unidos.

"Creo que deberían ver hacia Florida, Pennsylvania y Michigan para tener las primeras indicaciones de quién está ganando esta contienda", comentó un veterano asesor electoral y consejero del candidato demócrata Al Gore. Las casillas en esos tres estados cierran a las 20 locales (19 horas de México), y unos minutos después las encuestas de salida podrían ofrecer las tendencias en estas entidades. Claro, existe la posibilidad de que esas contiendas sean tan cerradas que estas encuestas de salida no podrán detectar al ganador, y los resultados finales no se conocerán hasta varias horas después del cierre de casillas.

El asesor de Gore y otros expertos consultados por La Jornada reconocen que a 24 horas de la elección, el candidato republicano George W. Bush mantiene una mínima ventaja. El demócrata Gore, opinan, tiene que ganar Pennsylvania y por lo menos uno de los otros dos estados (Florida o Michigan) para tener la posibilidad de ganar suficientes estados más para obtener la presidencia. "Si Gore pierde en Pennsylvania, esto se acabó, no sólo por este estado, sino porque ello indicará qué tan sólido será su apoyo en otras entidades parecidas en el medio oeste", opinó el asesor de Gore.

Por esta misma lógica, si Bush pierde en los tres ?Florida, Michigan y Pennsylvania? sus posibilidades de triunfar nacionalmente se vuelven dudosas, según el analista electoral conservador Robert Novak quien, claro, cree que Bush ganará y señala que otros estados que valen la pena observar incluyen a Tennessee (donde las casillas cierran a las 19 horas de México) y Missouri (donde cierran a las 20 horas de México).

gorefiestaEstos estados, junto con otros nueve o diez, se han convertido en "claves" de la contienda por la presidencia, ya que no hay tendencias claras para poder adelantar el nombre del candidato que triunfará en ellos. Este análisis de la elección presidencial se centra en las tendencias estado por estado debido al peculiar sistema electoral presidencial estadunidense.

El "colegio electoral"

En este país no hay voto directo para presidente; cuando un votante entra en la casilla y marca la boleta por su candidato, está votando por un "colegio electoral". En el sistema estadunidense de elecciones presidenciales, cada estado celebra su propia elección para presidente.

Cada unos de los 50 estados cuenta con un número de votos electorales (asignados en proporción al tamaño de la población). El candidato que gane la mayoría del voto popular del estado, gana todos los votos electorales asignados a ese estado (hay excepciones; dos estados dividen su voto electoral proporcionalmente).

Por ejemplo, el candidato que gana una mayoría simple del voto popular en Texas, recibe los 32 votos electorales de ese estado (se espera que Bush gane su propio estado). O el que gane la mayoría simple de Nueva York (en este caso, se espera que será Gore) se llevará los 33 votos electorales de este estado. El que pierda, aunque sea por unos cuantos votos, pierde todos los votos electorales de ese estado.

Gore y Bush han acumulado, según las tendencias registradas por las encuestas, mayorías en suficientes estados para obtener unos 200 votos electorales cada uno. Para ganar la presidencia, un candidato necesita alcanzar 270 votos electorales de los 538 totales. Estados como Pennsylvania, Michigan y Florida ofrecerían, por sí solos, los votos necesarios para otorgar el triunfo a uno de estos candidatos.

Pero la mayoría de los analistas aquí advierte que esta contienda presidencial podría continuar tan cerrada estado por estado hasta el fin de la jornada, que los votos decisivos serán los emitidos en California, Oregon y Washington, donde las casillas cierran a las 23 horas de México. Si California resulta ser una contienda apretada, el voto podría ser decidido por los 2.3 millones de empadronados que han enviado "boletas de ausentes" y los funcionarios electorales de ese estado dicen que podrían tardar hasta el jueves para contarlos.

Según los analistas, por ser tan apretada, esta contienda tiene tantas variables posibles que hasta estas austinfiestaúltimas horas, pocos están dispuestos de pronosticar el resultado.

Uno de los factores que contribuye a este complejo panorama son los "indecisos", ese segmento de entre 5 y 11 por ciento de los votantes probables que hasta este fin de semana no se habían pronunciado a favor o en contra de uno de los candidatos. Los analistas están tratando de adivinar qué ocurrirá con este grupo, que podría determinar el resultado final. El experto encuestador de Al Gore es Stanley Greenberg, quien también realizó encuestas para el candidato presidencial del PRI en los comicios de este año. Después de la elección del 2 de julio, Greenberg escribió en La Jornada que los votantes indecisos frecuentemente deciden apoyar, en el último momento, al candidato del partido que no está en el poder. Si su análisis se aplica aquí, la tendencia será que una mayoría de los indecisos optará por el republicano Bush.

Pero este factor, señalan los promotores de Gore, es contrarrestado por los simpatizantes de Ralph Nader, candidato del Partido Verde, quienes a último momento votarán por Gore para evitar el triunfo de Bush. Nader está captando suficiente apoyo en estados claves como Pennsylvania, Michigan, Wisconsin y Minnesota, como para afectar el resultado si esas contiendas se mantienen cerradas, y si sus bases deciden sufragar por Gore podrían representar la diferencia del triunfo o la derrota del demócrata.

En unas cuantas horas, todos estos cálculos, interpretaciones de tendencias, y adivinanzas de "expertos" con doctorados en ciencias políticas, serán sustituidos por una suma que es lo único que importa: el resultado electoral de la primera elección presidencial del siglo en este país. Podría ser por un margen pequeño (Kennedy ganó a Nixon por .02 por ciento o unos 119 mil votos en 1960), o por una avalancha que, de nuevo, pondrá en duda el arte de los encuestadores.

El resultado se conocerá a las 19 horas de México, de no ser así, será una noche muy larga. Al final, lo único que se puede pronosticar a 24 horas del gran suceso es que uno de los dos hijos de familias de privilegio, los Bush y los Gore, criados en las altas esferas del poder, será proclamado presidente de Estados Unidos.