MARTES 7 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Hernández Franco
Excluye Progresa a millones que viven en pobreza extrema
Víctor Ballinas Ť Daniel Hernández Franco, coordinador nacional del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), aseguró ayer ante la comunidad académica de la FLACSO que este programa es excluyente, pues deja fuera de su cobertura a millones de personas en pobreza extrema, aunque, precisó, la mayoría se ubica en las zonas urbanas, ya que en el medio rural sólo faltan por cubrirse unas 180 mil familias para lograr el 100 por ciento de cobertura rural.
El funcionario resaltó que sólo 5 por ciento de los 2.6 millones de familias beneficiarias de este programa reciben el monto máximo de 800 pesos al mes, en promedio la ayuda económica que recibe el resto de las familias es de 400 pesos. Este programa dijo el funcionario, "no es toda la estrategia de superación de la pobreza ni quisiéramos que lo fuera".
Al presentar la evaluación de tres años de Progresa, Hernández Franco afirmó que el subsidio alimentario por familia beneficiaria de este programa social es de 4.33 centavos al día, y dependiendo del número de hijos que tengan en edad escolar está cantidad aumenta, por ejemplo si tienen un hijo en tercer año de primaria le tocaría tres pesos adicionales, si tiene otro más en cuarto año aumentaría a otros tres pesos con 50 centavos.
Asimismo resaltó que este programa (el principal en esta administración para la atención a la pobreza extrema) busca ampliar las oportunidades de igualdad de los individuos en la miseria total, pero esto no quiere decir que es el único programa o "el que va a sacar de la pobreza a los millones de familias que la padecen, es una más de las acciones para la superación de la pobreza".
En este marco dijo que se ha logrado reducir en 23 por ciento el número de niños de 12 y 13 años que trabajan y en 26 por ciento el de niñas de 14 a 15 años que trabajan, pero "no se han tenido los resultados esperados en el caso de los menores, que habían abandonado la escuela dos años antes de contar con Progresa, ha sido muy difícil que esos niños regresen a la escuela".
Balance
En los resultados de la evaluación de los tres años de vigencia del Progresa, se ha observado, dijo el funcionario, que los niños y las niñas presentan el mismo porcentaje de falta que los no beneficiarios de programa, entre 5 y 6 por ciento al mes.
Asimismo, agregó que se ha observado que los menores que regresan a clases después de haber abandonado sus estudios, lo hacen sólo por un año, y "no hemos encontrado la manera de tenerlos más tiempo en la escuela".
Hernández Franco señaló que los presidente municipales han solicitado al programa tener vínculos más estrechos, lo cual es lógico, porque si no funciona a quien la comunidad le va a reclamar es al alcalde; sin embargo, esos enlaces han adquirido gran popularidad que incluso han ganado puestos de elección popular, de todos los partidos políticos y eso es algo que no consideró el programa.
Otro de los defectos de Progresa ha sido que la exclusión ha hecho que las familias que no reciben los apoyos de Progresa ya no quieran participar en programas comunitarios como antes lo hacían, pues argumentan que si no reciben subsidios no harán faenas comunitarias.
Puntualizó que anualmente 50 mil familias se dan de baja por no cumplir con los requisitos que se exigen, y que son asistencia regular a escuela y clínicas médicas.