MARTES 7 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Cipriano Sánchez: lo importante es demandarle que sea buen gobernante
Asunto privado, el estado civil del presidente electo
José Antonio Román Ť Más que un buen ejemplo con su vida matrimonial, lo que se debe pedir a Vicente Fox, presidente electo de México, es que sea un "buen gobernante", pues su estado civil y la decisión que tome al respecto es un asunto estrictamente privado, aseveró Cipriano Sánchez, encargado de la Comisión para la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis Primada de México.
Los temas del matrimonio son privados, por lo que todos los mexicanos debemos ser muy respetuosos, dijo el religioso durante una conferencia de prensa convocada para anunciar las celebraciones que el próximo domingo realizará la arquidiócesis con motivo del Jubileo de las Familias.
Sobre la polémica de si procediese en algún momento la "anulación" del matrimonio del próximo jefe del Ejecutivo con su esposa Lilián de la Concha, Cipriano Sánchez insistió en que lo que se debe exigir a Vicente Fox es que sea un buen gobernante.
No obstante, señaló, en todo caso lo que debiera destacarse de presidente electo en el terreno familiar sería su "gran ejemplo" de padre de familia, pues en los hechos ha demostrado su preocupación por la educación de sus cuatro hijos adoptivos.
"Siento que ir más allá sería meternos un poco en la casa de una persona que hasta ahora como papá nos ha dado un buen ejemplo; qué interesante sería que muchos papás de México, que no hacen ejemplo en ese sentido, tomarán en cuenta lo que hace el señor Fox", agregó el también colaborador del cardenal Norberto Rivera Carrera.
La arquidiócesis convocó a que el próximo domingo los fieles participen en la celebración religiosa que a mediodía se realizará en el atrio de la Catedral Metropolitana, en la cual los cónyuges que acudan podrán renovar sus votos matrimoniales y se orará por la reconciliación de la familia.
Cipriano Sánchez destacó la importancia de rescatar la unidad familiar, pues, según las estadísticas, entre 30 y 40 por ciento de los matrimonios legalmente constituidos terminan disolviéndose.
Debido a lo anterior, reiteró, es necesario promover y defender el vínculo familiar como un elemento esencial de la vida cristiana y en sociedad.