DOMINGO 5 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť La Catrina le habla a su creador José Guadalupe


Rinden homenaje a Posadas con performance en Aguascalientes

Arturo Cruz Bárcenas, enviado, Aguascalientes, Ags. Ť El engendro habla a su creador. No es como en Frankenstein, de Shelley, donde el monstruo reprocha la infelicidad, la condena del desamor. En el patio del palacio de gobierno de esta ciudad, cinco mil personas esperan oír el diálogo-performance entre José Guadalupe Posada, grabador e hijo que honra a este estado, con La Catrina, inmortalizada por su genio, trazada con su mano mágica.

No es el típico posadazo, que se repite por todos los rincones de la República, sino el afán artístico de ofrecer algo nuevo en torno del grabador que inmortalizó a la muerte y que cada año se traduce en papel de china picado, en casas y museos, en barrios y pasillos de instituciones oficiales. José Guadalupe es parte de la cultura de México. De Aguascalientes para el mundo, en el sexto Festival de las Calaveras, que concluye hoy, domingo, y en el que participaron unas 300 mil personas. La Catrina hace ver a José Guadalupe que ni él, que la inmortalizó, puede ante el poder de la muerte. El artista la respeta y se va con ella de la mano en ese quinto cuadro de un espectáculo que esperan ver, aún, miles, afuera, en una larga fila que muestra el interés de esta ciudad por la cultura, más allá del jálogüin.

Es el Altar vivo que con música, poemas, calaveras, textos imaginarios, bailes, da una idea más actual de lo que es Posada en ésta, su tierra natal. José Luis Naranjo, de la Coordinadora de Turismo de este estado ''de gente buena, pero no taruga'', dice el gobernador, Felipe González González, expuso que se trata de mostrar a la gente que el grabador trataba a través de su obra de explicar y mostrar algunos sucesos importantes de su época. ''Son seis grabados los que componen las diferentes facetas de la vida diaria de hoy, basados en la obra de Posadas''.

Entran los niños acompañados por sus papás. Se estremecen ante la oscuridad que sólo es trasgredida por la luz de unas veladoras, pálidas, lúgubres. Una escalera muestra el sendero a las almas vivientes, dolientes. Huele a pabilo quemado, la cera escurre. Una señora por poco cae. Son los relieves del piso. La distancia se pierde y algunos chocan entre sí. Dan ganas de burlarse. En el Altar vivo participan unas 150 personas.

El Calacatour

Durante tres días, la función se repite una y otra vez, pero la fila no se acorta. Ayer, sábado, fue el acabóse: más de 5 mil personas esperaron pacientemente. Mientras algunos comentan el recorrido de un día antes -el viernes, por los barrios típicos de la ciudad, llamado Calacatour (otro fue por las calles del Centro Histórico) y sobre los ganadores del concurso escolar de cuentos Asústame, panteón. En el Altar una pareja de riquillos, él y ella, hablan del amor de flacos; van de paseo y esperan entrar a una especie de Sanborn's. A su alrededor no hay champán, tan sólo champurrado, atole que les escurrirá por las costillas.

Hablan los personajes de Posada. ƑPor qué las instituciones culturales, de piedra y mármol, no han animado los personajes de José Guadalupe? Quizá lleguen con su portal de internet algunos riquis y lo hagan, para beneplácito de la red y el fusil intelectual.

En otro cuadro del Altar, tres periodistas calacos gritan las noticias de a deveras: ''que Zedillo está muy mal/ se murió por no pagarnos el bono sexenal''; otra extra: ''Carlos Salinas murió/ la muerte lo echó a la olla/ prefirió estar en la tumba/ que encerrado en Almoloya''; una más, sobre Fox: ''murió el presidente electo/ todos lloramos a una/ murió de purito miedo/ de salir en La Tribuna (un diario estatal)''.

Pura chacota, risas y muchas veces la conseja: ''escucha, m'ijo, pa' que aprendas''. Cosas de padres e hijos. Una y otra vez se repite el Altar vivo. Afuera, en las calles de Aguascalientes, los vivos visitan a sus muertos en los panteones de la Cruz y de los Angeles, mientras se cuentan las leyendas ad-hoc a estos días de cempasúchiles y panes de muerto. Aquí se estableció el récord Guinness del pan de muerto más largo del mundo, de 141 metros, elaborado por 18 panaderos. El que quiso, comió de él.

Cada quien tiene sus fantasmas y cree lo que quiere. Que yo me hallo dinero porque me cuida un ángel. Aquel dice que siente una presencia de vez en cuando. Uno más afirma que antes alguien-algo lo cuidaba hasta de asaltos, pero que ya se fue porque le faltó al respeto.

Oscurece en Aguascalientes, pero en San Marcos aún caminan parejas a las que la noche no les importa. Se refugian detrás de árboles, en rincones; la luna los cobija; el amor no tiene tiempo ni espacio. La vida debe seguir. Los turistas se suman al calacatour que va a Rincón de Romos y San Francisco de los Romo, donde sobresale la parroquia y santuario del Señor de las Angustias. Todo revienta con una comida en el restaurante Las Carnitas. Es la fiesta de los muertos y en la Expoplaza los juegos mecánicos divierten haciendo sufrir; las tripas se revuelven y no falta el que extiende su changarro. Miguel Lara, promotor cultural, se ha hecho cargo de coordinar ''lo popular de este festival cultural''. En Tarde de danzón, calaveras al bailongo, parejas hacen sonar el esqueleto. Deambulan en el Jardín San Marcos algunos teatreros que lanzan al aire hablillas y cuentos de muertos.

Cae la tarde y un grupo de escalada sube retando la gravidez. Tarso y metatarso cual acero en una pendiente. Son los atletas que retan a la muerte, en las alturas. Por allá, unas calaveras pedalean en las montañas y en el Museo de Aguascalientes se realiza una fiesta gitana. La Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, en el teatro de esta ciudad, moderno, interpreta Variaciones, de Elgar, con pasajes de emoción sublimes. Algunos alegres, otros tristes, todos maravillosos.