SABADO 4 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Mi rival, mejor, aceptó
Kasparov diría las razones por las que no pudo jugar bien
Dpa y Ap, Londres, 3 de noviembre Ť "Es una larga historia. Diré más cuando el torneo haya terminado, pero hay razones que me impidieron jugar bien" dijo Garri Kasparov un día después de su virtual derrota frente a Vladimir Kramnik que termina con quince años de reinado en el mundo del ajedrez.
Kasparov estaría con la mente puesta en el proceso por la custodia legal de su hija de siete años, pues durante la serie se le vio confundido e improvisando.
Admitió que su rival lo desorientó con sus planteamientos; simplemente "estuvo mejor preparado que yo", dijo el jugador de 37 años de edad, quien aniquilaba a sus rivales con su inigualable talento y sobre todo con una preparación puntillosa.
En 1985 Kasparov venció a su compatriota Anatoli Karpov en una confrontación que quedó en la historia, también como un choque de dos visiones de la entonces Unión Soviética. Karpov era comunista ortodoxo mientras Kasparov anticipaba la perestroika desde sus 22 años.
Ahora, la gran diferencia entre Kasparov y Kramnik radica en su personalidad. Al primero le gusta ser el centro de atención, en tanto que el nuevo rey es un joven de 25 años, formado a la sombra de Kasparov, tímido, controlado, discreto y huye de las cámaras.
Hijo de un escultor y una compositora, Kramnik comenzó a jugar a los cuatro años de edad y a los siete ganó un torneo de mayores en su ciudad natal Tuapse.
A los 16 alcanzó el título de gran maestro y se dio a conocer a nivel internacional en Manila, cuando su desempeño ayudó a Rusia a ganar la medalla de oro en 1992.
En 1996 perdió una partida contra Kasparov y quedó tan impactado que durante un tiempo dejó de pensar en el ajedrez, según confesó en una autobiografía.
Sin embargo, es el único jugador que le dio pelea igual por igual a Kasparov, y a Londres llegaron con 17 empates y tres victorias cada uno.
Kasparov aplastó durante década y media a cuanto rival se le cruzara en el camino, hasta que en 1997 sufrió su primer revés con la supercomputadora Deep Blue, que se impuso en un match disputado en Nueva York.