SABADO 4 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť La reina Sofía inauguró la exposición en el Colegio de San Ildefonso


El mundo de Carlos V devela el pasado común de México y España

Ť El esplendor del conjunto de 200 obras podrá ser admirado en ese inmueble universitario

Ť Incluye 36 piezas del Museo del Prado y algunas pertenecientes a tres recintos mexicanos

Miryam Audiffred Ť Dos años y medio de negociaciones y cerca de 10 millones de pesos fueron necesarios para presentar en México la muestra El mundo de Carlos V. De la España Medieval al Siglo de Oro que ayer mostró su esplendor en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Un conjunto de 200 obras entre esculturas, tapices, pinturas, muebles, libros y orfebrería -aseguradas por más de 70 millones de dólares- quedó al descubierto para ofrecer un recorrido por la cultura y el arte español de la Edad Media al Siglo de Oro y desnudar, así, una parte del complejo pasado compartido por americanos y españoles.

La reina de España, Sofía de Borbón, esposa del rey Juan Carlos I, fue la encargada de inaugurar -con el presidente Ernesto Zedillo- esta exhibición concebida como un libro de historia con nueve capítulos. Ambos venían de Tlaxcala, donde reabrieron horas antes la catedral de esa ciudad -considerada el primer recinto religioso construido en América-, y ambos traían en sus bolsillos la energía suficiente para recorrer la mitad de la muestra.

Eje de dos épocas y dos continentes

Durante el acto de apertura el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, comentó que la exposición culmina una importante etapa del inmueble universitario. ''No podía ser de otra manera, este diálogo cumple ya cerca de cinco siglos desde que nuestras historias y culturas confluyeron en un mismo cauce para confundirse y transformarse recíprocamente para siempre.

exposicion-1-jpg ''Es hondamente significativo que retomemos los orígenes, reflexionemos sobre ellos y admiremos la herencia cultural que los decanta."

El viejo continente, por su parte, encontró voz en el presidente de la Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, Juan Carlos Elorza. En su su intervención puso énfasis en la inexistencia de un ''ánimo reivindicativo".

''Quizá con esta muestra, adentrándonos por los fascinantes ritmos de la memoria histórica, podamos entender mejor la mirada que dirigieron los mexicanos de 1559 a las imágenes del túmulo funerario del emperador que ha sido eje de dos épocas y de dos continentes."

Y es que -en sus palabras- el arte se erige una vez más en testimonio de la permanente pulsión estética de los pueblos afectados por una singular aventura.

El nombre de Carlos V se escuchó una y mil veces durante este acto oficial en el que Elorza aseguró: ''pocas figuras" como el monarca homenajeado han suscitado debates acerca de las lindes de la Edad Media y el Renacimiento.

''El caballero formado en las tradiciones aristocráticas y devotas de los duques de Borgoña, el señor de tantos reinos y dominios dispuesto a imponer sus leyes y tradiciones, es también el monarca que impulsa la renovación militar y tecnológica, que se adentra por los caminos del pacto y la transacción para salvaguardar el patrimonio heredado; el político que conoce las realidades descritas por Maquiavelo y el cortesano capaz de encarnar las aspiraciones de los humanistas.

''Sobre un sustrato surcado por las influencias árabes, hebreas y cristianas Carlos de Gante asumió el desafío de construir una cristiandad que pronto sería Europa, pero también una nueva comprensión global del planeta", concluyó Elorza.

En fin -remató Tovar y de Teresa- sin el mundo de Carlos V el conocimiento de la historia moderna sería incomprensible.

Periplo del siglo XIII al XVII

Concebida para brindar un recorrido del siglo XIII a la mitad del XVII, la muestra reúne obras procedentes de importantes recintos culturales de España como el Monasterio de San Lorenzo, el Archivo General de Indias y la Catedral de Santiago de Compostela. De hecho, es la primera ocasión en que cerca de 36 obras del Museo del Prado viajan a México.

De acuerdo con el curador, Isidro Bango Torviso, 80 por ciento de los objetos pertenecen a recintos civiles y religiosos españoles mientras que el restante 20 por ciento es parte de colecciones privadas y museos mexicanos como el Franz Mayer, el Soumaya y el Nacional de San Carlos.

Las piezas albergadas en San Ildefonso -hasta finales del próximo febrero- tienen una diversidad que abarca desde los lienzos del Greco a los retratos de Velázquez, de las primeras ediciones del Lazarillo de Tormes y El Quijote a las obras de Francisco de Quevedo, de los tapices que dan fe de las victorias de Carlos V a las pinturas de Murillo y Francisco Zurbarán. En síntesis, todas son obras cumbres de la imaginación, la sensibilidad y el pensamiento, no obstante sobresalen un retablo gótico del siglo V y la armadura imperial de acero y oro con la que el emperador luchó en la batalla de Cleves.

La reina Sofía fue una de las primeras en recorrer estos escenarios al lado del presidente Zedillo y de su esposa, Nilda Patricia. Y así observó las salas que exhiben los objetos próximos al rey, las pinturas alusivas a los palacios, la dedicada a las fiestas y el espectáculo, los paradigmas del arte español y, por supuesto, la que contiene el tapiz flamenco que narra la conquista de Túnez.

Rodeada por numerosos elementos de seguridad, leyó junto con Zedillo la primera página de la novela El Quijote publicada en 1605, disfrutó de los comentarios graciosos del presidente -quien ante una pintura de la Virgen de los Desamparos pidió amparo- y alabó el montaje didáctico de esta exposición organizada por la UNAM, el CNCA y los gobiernos del DF y de España para conmemorar el quinto centenario de un natalicio que ya ha tenido eco en Alemania, Bélgica, Holanda, Italia y Luxemburgo.

Más de media hora duró este primer recorrido en San Ildefonso y, al final, quedaron dos firmas en un gran cuaderno y una leyenda: ''Los mexicanos celebramos la presencia en nuestra patria de Doña Sofía, reina de España, con motivo de la magna exposición que evoca a ese gran hombre del Renacimiento: Carlos V. Festejamos la cada vez más sólida amistad entre España y México".

Al salir del recinto, la reina se topó con varias personas que, al otro lado de la acera, sobre la calle Justo Sierra le brindaron porras y aplausos, bullicio que expiró al tiempo que el ''automóvil real" se perdió entre las calles del Centro Histórico.

(El mundo de Carlos V. De la España Medieval al Siglo de Oro podrá apreciarse a partir de hoy en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en Justo Sierra 16.)