SABADO 4 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Antes los candidatos pedían "vote for me", y ahora dicen "vota por mí"


El voto latino, clave en la elección para presidente de Estados Unidos

Ť Gira de líderes hispanos para promover el sufragio a favor de Gore-Lieberman en nueve ciudades

Ť Desde el verano pasado, llamados a votar en español, y mariachis en las reuniones proselitistas

Ť George W. Bush ha tenido éxito en el mayoritario grupo de los votantes de ascendencia mexicano

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 3 de noviembre Ť Ya no sólo se trata de pedir "vote for me", ahora es "vota por mí" en español. El voto latino se considera clave para el resultado final de esta elección, la más apretada en 40 años.

Hoy, la campaña presidencial del demócrata Al Gore y su candidato a la vicepresidencia Joe Lieberman anunció una gira de líderes hispano en estos últimos tres días antes de la elección para promover el voto latino a su favor por nueve ciudades, con actos desde Detroit a los estados de Washington y Florida.

Además Gore, junto con su esposa e hijas, aparecerá en el show de televisión Sábado Gigante, de Univisión, el programa hispano de variedades más visto del país.

La gira, llamada "su voto cuenta, costa a costa", será realizada por ex miembros latinos del gabinete de Bill Clinton, como Henry Cisneros y Federico Peña, así como legisladores federales latinos y estrellas del mundo hispano, que serán los encargados de promover el voto para los candidatos demócratas porque son los que "mejor representan los intereses de la comunidad latina", según se lee en el comunicado de prensa de la campaña de Gore.

"El voto latino será muy importante en el resultado de esta elección" presidencial, comentó Antonio González, director del Proyecto de Empadronamiento y Educación del Votante del Sudoeste (SVREP) y del Willie Velázquez Institute.

En entrevista con La Jornada, González señaló que "si la participación latina es alta, Gore ganará la elección, pero si no se acude en números elevados a las urnas, ganará Bush", y que el voto latino podría ser muy crítico en estados donde la batalla electoral está demasiado cerrada, como Pennsylvania, Michigan y Ohio.

Por primera vez, el enfoque en el voto latino no se centra sólo en California y Texas; por ejemplo, los más de 100 mil latinos de Pennsylvania podrían determinar la diferencia de los resultados entre Gore y Bush.

La batalla por el voto hispano comenzó el verano, cuando Gore y su contrincante republicano George W. Bush empezaron a usar frases en español, fueron recibidos por mariachis al llegar a sus respectivas convenciones nacionales y aseguraron dar un alto perfil a sus colegas "hispanos".

No era un repentino enamoramiento con la cultura latinoamericana; fue el resultado de un cálculo pragmático: los hispanos ahora representan el bloque de votantes étnicos de mayor crecimiento en este país.

Los nueve estados con poblaciones hispanas más grandes --encabezados por California, Nueva York y Texas-- representan en total 75 por ciento del voto electoral necesario para ganar la Casa Blanca.

Aunque en el último ciclo electoral el voto hispano sólo fue de 4.7 por ciento del total --y se elevaría en 5.5 por ciento en estas elecciones--, sería importantísimo en varios estados críticos para ganar la elección, y por ser una contienda tan apretada, es fundamental en los cálculos electorales de demócratas y republicanos.

Además, el bloque latino vota más frecuentemente cuando otros segmentos del electorado van reduciendo su participación, y la población hispana es la minoría de mayor crecimiento en el país (alcanzaba casi 32 millones en 1999, de 22.4 millones en 1990, según el censo).

De acuerdo con el SVREP, existen 7.7 millones de latinos empadronados, y se espera que 5.75 millones de ellos acudan a las urnas el próximo día 7.

En el pasado, cerca de 70 por ciento del electorado latino votaba a favor del Partido Demócrata, pero este año los demócratas ya no pueden contar con esta mayoría casi automática, y la razón es que el contrincante principal de Gore es el gobernador de Texas, quien se calcula ganó su puesto actual por hasta 47 por ciento del voto latino de su estado.

Además, Bush hace uso frecuente de su limitado español en actos políticos para señalar que ha gozado de amplio apoyo de los latinos en su estado, y ha encargado a su sobrino --hijo de la esposa mexicana de su hermano Jeb Bush, gobernador de Florida--, y quien habla un casi perfecto español, de promover la campaña en favor de George W. Bush.

Esto es importante, ya que la mayoría de los nuevos votantes latinos son de origen mexicano. En California, la mayoría del millón 100 mil nuevos votantes empadronados desde 1990 nacieron en México, informó el Wall Street Journal.

Tres cuartas partes de los mexicanos residentes aquí, unos 6 millones, viven concentrados en 33 condados en los estados de California, Arizona, Texas, Illinois, Colorado, Nevada y Nueva York.

Pero mientras Bush invade territorio latino anteriormente demócrata, Gore y Lieberman responden y tratan de romper el monopolio republicano sobre el único bloque latino que han controlado: los cubanos.

Tradicionalmente, más de 70 por ciento del voto cubano concentrado en Miami y Nueva Jersey ha sido ganado por los republicanos. En 1996, Clinton logró atraer un apoyo minoritario pero sin precedente para una candidatura demócrata, después de haber aplicado severas sanciones contra Cuba tras el incidente del derribo de las avionetas del grupo Hermanos al Rescate.

Los demócratas Gore y Lieberman han intentado hacer lo mismo. Gore se declaró en contra del regreso del niño Elián González a Cuba, y ahora busca la recompensa por su posición (ya que fue precisamente asumida para que cobrarse a la comunidad cubana en noviembre).

Lieberman, por su lado, fue a rendir sus respetos a la tumba de Jorge Mas Canosa laGORE-19-2semana pasada, ya que sostuvo una larga amistad con el líder histórico de la Fundación Nacional Cubano Americana, y fue beneficiado como ningún otro senador por la generosidad de esa organización conservadora anticastrista.

Según Antonio González, Bush no ha logrado llegar a su meta de obtener el apoyo de más de 40 por ciento del voto latino nacional, y calcula que llegara a entre 30 a 35 por ciento (concentrado en Florida con 80 por ciento y Texas con 40 a 45 por ciento).

Pero, por otro lado, todo depende ahora de si Gore logra "sacar" el voto en altos porcentajes de este sector, ya que González considera que cada votante latino que no emita su voto representa, en general, un voto menor para Gore y un voto menos para Bush.

En los próximos días ambas candidaturas presidenciales continuarán practicando su español, con la esperanza de que sus palabras logren persuadir a que los latinos les brinden su apoyo. Gore y Bush saben decir, en español, "gracias".
 

El republicano, detenido por conducir ebrio hace 24 años, revela un activista

El candidato presidencial republicano intentó hoy atenuar el efecto negativo que ocasionó la difusión en medios de prensa de un acta judicial en la que consta su detención, el 4 de septiembre de 1976 en el estado de Maine, cuando Bush tenía 30 años de edad, por conducir en estado de ebriedad.

"He cometido errores en mi vida, y puedo decirles que he aprendido la lección", sostuvo el gobernador texano, quien confió que tuvo que pagar una multa de 150 dólares y que se le retiró durante un mes la licencia de conducir.

Agregó que si antes no comentó públicamente este incidente, ello se debió a que no quería dar un mal ejemplo a sus hijas.

Tom Connoly, ex candidato a gobernador de Maine y activista demócrata, admitió en declaraciones a la agencia Associated Press que fue él quien difundió entre los medios de comunicación copias del acta judicial donde consta la detención de Bush porque, dijo, lo consideraba su deber, además de que "decir la verdad no es una mala jugada".

Analistas dijeron que era improbable que este golpe afectará a Bush, pues a tan poco tiempo para las elecciones la gente ya tomó su decisión. Gore, de su lado, declinó hacer comentarios sobre el tema.