VIERNES 3 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Miles de capitalinos rezaron, cantaron y comieron en compañía de sus muertos


La tristeza se tornó ayer en festejo y felicidad

Ť Pletóricos, los 112 cementerios del DF Ť El sepulcro de Agustín Lara se desbordó en flores

Agustín Salgado y Josefina Quintero Ť Desde las 7 de la mañana inició el ingreso de los visitantes a los 112 panteones del Distrito Federal. Lo que un día los llevó al camposanto con llanto y tristeza, ayer fue festejo y felicidad.

"Con la muerte en el rostro siempre llegan por primera vez, porque la pérdida de un ser querido es el sufrimiento de los vivos", comenta Cornelio Hernández, quien hace la limpieza y arreglo de las tumbas en el panteón de San Lorenzo Tezonco, Iztapalapa.

Asegura que después de un año, esas personas con cara de tristeza que entraron por la puerta principal del panteón acompañando al féretro, regresan a festejarlo. "No se trata de que no les importe, sino que superaron su pena".

Con rezos, cantos e incluso grandes almuerzos muchos capitalinos celebraron a sus fieles difuntos. Tal es el caso de los hermanos Rodríguez, que un día antes prepararon arroz, huevos duros y tostadas para departir con su hermana mayor, que se encuentra sepultada en el panteón de Xoco. Porque la muerte siempre une a la familia, comenta Juan Rodríguez: "Nosotros nunca nos vemos, siempre estamos ocupados, pero el 2 de noviembre no faltamos a la cita y preparamos la comida para estar aquí un ratito con ella".

"Que los difuntos salgan de sus tumbas panteon-6-jpg. para comerse los guisos que más les gustaban es una leyenda que nadie cree, las ofrendas y todos los preparativos son creencias y lo hacemos por alegrarnos la vida, pero la verdad es que es un día para estar todos juntos y felices", comenta Evelina Ibarra, quien visitó a sus muertos en el Panteón Civil de Iztapalapa.

Hay quienes esperan la hora de morir y entonces ser los festejados, como es el caso de Miguel Martínez, de 72 años: "Yo sólo estoy en la tierra robando el oxígeno a los demás, porque ya cumplí en la vida y la muerte no es motivo de tristeza, porque es la única certeza que tiene el ser humano y los mexicanos tenemos el mes noviembre para celebrar que vamos a morir".

Pero no todos fueron recordados. Hubo que remover el polvo de una lápida para leer su epitafio: "El cielo mitiga la soledad y el dolor de tus padres", dedicado al niño José Ruiz y Ruiz, fallecido el 31 de diciembre de 1953.

Ayer, había que adornar con cempasúchil el sepulcro de los seres queridos, o Ƒpor qué no?, sólo ir a observar "las tumbas y los rituales del día de Muertos", como fue el caso de Patricia y Lorena, estudiantes de sicología que sin tener algún familiar o amigo a quién festejar decidieron darse una vuelta por la Rotonda de los Hombres Ilustres, a manera de paseo.

Mientras, Aída Ponce, acompañada por sus dos hijos, se esmeraba en prender veladoras e incienso a su difunto."Venimos a visitar a mi esposo, que murió hace cinco años". "Claro que me acuerdo de mi papá, cuando vengo platico con él y me gusta ayudarle a mi hermana y a mi mamá a tener limpia su tumba", dijo Ernesto, que no rebasa los 10 años, mientras doña Aída se lamentaba por la falta de seguridad en el panteón de Dolores.

Luis Alberto, sepulturero del mismo camposanto desde hace 15 años, comentó que existen sepulcros que nunca son visitados: "Hay muchos que nada más los vienen a dejar y jamás los vuelven a ver; regresan nada más cuando necesitan hacer de nuevo uso de la fosa, pero mientras esto no sucede ahí se quedan, completamente abandonados".

Luego de haber visitado a sus difuntos, muchos visitantes del panteón de Dolores dedicaban unos minutos a caminar por la Rotonda de los Hombres Ilustres, donde reposan los restos de personajes como Ignacio Ramírez, El Nigromante, Amado Nervo, Jaime Nuno y González Bocanegra, que fueron poco beneficiados y sólo una que otra flor podía verse sobre sus tumbas. En cambio, el sepulcro de Agustín Lara fue insuficiente para las flores y veladoras que la gente le llevó al autor de frases como "rival es mi propio corazón por traicionero..."