VIERNES 3 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Permanecerá hasta el domingo la Ofrenda de la Ciudad de México, indicó
Degusta Robles su muertito entre diablos y timbales
Laura Gómez Flores Ť "Nosotros nos comemos el pan completo, con mucha facilidad, como ven", dijo Rosario Robles en un recorrido por la Ofrenda de la Ciudad de México, en donde se ofrecieron, desde temprana hora, diversas actividades culturales y recreativas a la población en la plancha del Zócalo.
Entre muertes, diablos y timbales, inició su trajinar. La gente desesperada buscaba tomarse la foto o, por lo menos, saludar a la jefa de Gobierno. "Chaparrita, pero tiene los pantalones mejor fajados que algunos hombres", señalaba un grupo de señoras, que con niños en brazos se abrían paso entre la multitud.
La alegría expresada por los asistentes a este evento es un reconocimiento a un buen gobierno y, sobre todo, a una mujer que ha ejercido su responsabilidad de manera extraordinaria, por lo que nos sentimos muy orgullosos, argumentaba a su vez la dirigente del Partido de la Revolución Democrática, Amalia García, invitada al evento.
Mientras, el secretario de Desarrollo Económico, Francisco Cano Escalante, y el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, Alfonso Garrido, evitaban, como podían, que ambas sufrieran los menos jaloneos posibles.
La música de timbales, que acompañó a un grupo de "muertes", hizo que las dos perredistas se sumaran al baile entre el festinar de la gente. "Tienen sabor, que le sigan", pedían a gritos algunas mujeres, y otras más aplaudían su "buen desempeño".
Sofocada, pero sin dejar de estrechar manos, tomarse fotos o sonreír a la gente, Robles llegó hasta los hornos de pan, en donde degustó un pedazo de "muertito". ƑSobre el pan?, se le inquirió. "Amalia y yo nos comemos el pan con mucha facilidad, y completo", contestó entre risas.
Renuente a contestar preguntas, porque ya había dado entrevista en la mañana en una reunión de gobernadores y presidentes municipales, en la cual se habló sobre el federalismo y las acciones emprendidas en la materia, aclaró que el tema del bono para los trabajadores capitalinos no se trató.
Y, sin más, dio por terminada la breve entrevista. Por la noche, premió a los ganadores de la elaboración de pan casero y profesional, y anunció que la ofrenda se prolongará hasta el domingo.
Mientras, en los costados de la Catedral Metropolitana, se hicieron largas filas para obtener uno de los boletos amarillos o verdes que permitieran acceder a una, de las 300 mil, dotaciones de leche y pan de muerto, que industriales del ramo donaron para el acto.
La desorganización se hizo presente también en las mesas de entrega establecidas en 20 de Noviembre, desde Mesones hasta Uruguay, donde la gente tuvo que volverse a formar. Molestas por la tardanza, muchas personas abandonaron su lugar y prefirieron seguir su camino. Otras, esperaron hasta una hora.
Para gran parte de las familias asistentes significó su desayuno, mientras que otras las guardaron para más tarde. Aun cuando se logró que la dotación fuera mayor, la asistencia fue menor, por lo que a las 15 horas decenas de cajas de pan y leche permanecían cerradas.
Minutos después se determinó que a toda la gente que quisiera se le entregarán dos dotaciones para "terminar rápido" y evitar que "la leche se eche a perder por el sol y el pan se endurezca", explicaron los jóvenes ataviados de playera amarilla y pantalón negro que, exhaustos solicitaban a la gente respetar las indicaciones que se les daban, sin respuesta positiva.
Por la noche, la jefa de Gobierno presenció el monólogo, como parte de las actividades conmemorativas por el Día de Muertos, representado por la polémica actriz, productora y directora de teatro Jesusa Rodríguez.