VIERNES 3 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť La interpretación errónea de la ley propició corrupción: empresarios
Tolerancia de autoridades generó el incremento de los giros negros
Ť Se manifiestan por que se modifique la normatividad para que se amplíen horarios
Ť Crear zona roja antes que cerrar antros, pide ex diputado y dirigente de discotecas
Laura Gómez Flores Ť La tolerancia de las autoridades y un reglamento complejo provocó que en los últimos diez años el número de giros negros en la ciudad se incrementara a 9 mil 500 en las delegaciones Cuauhtémoc, Iztapalapa, Miguel Hidalgo y Benito Juárez, señaló el presidente de la Asociación Nacional de Discotecas y Bares, Ismael Rivera Cruces, quien se manifestó por la creación de una zona de tolerancia, antes que cerrarlos.
Para nadie es algo nuevo. Están a la vista de todos y de nadie a la vez, pues las relaciones de "dinero" que los representantes legales de estos giros mantienen con los verificadores delegacionales o jueces ha evitado su cierre, pese a los constantes reclamos de representantes de comercio, turismo y vecinos, consideró a su vez el presidente de la Canaco, Roberto Zapata Gil.
Sin embargo, la determinación de las autoridades de crear un comité de revisión de la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles en el Distrito Federal, cuya interpretación ha fomentado la corrupción y "solapado" la existencia de muchos de estos negocios, es un primer paso para su reglamentación, coincidieron.
Las apreciaciones de las autoridades, encabezadas por el secretario de Desarrollo Económico, Francisco Cano Escalante; de los propios Roberto Zapata Gil e Ismael Rivera Cruces, así como de representantes de la Cámara de la Industria Restaurantera se entregarán al siguiente gobierno capitalino, para su consideración.
Para los empresarios del sector comercio y turismo, entre los cambios que debe considerar la ley está la ampliación del horario de funcionamiento hasta las 5:30 horas; la emisión de licencias por tipo de giro; el establecimiento de un bando para tipificar la entrada de menores de edad; y la unificación de los criterios en materia de protección civil para que no queden en manos de un inspector.
Además, la creación de un libro delegacional que incluya todos los documentos requeridos para operar, como su acta constitutiva, permiso, licencia de construcción y funcionamiento, visto bueno en materia de protección civil y de los vecinos.
Cada uno de los negocios, dijeron, contaría con un folio único y se registraría ante las autoridades de comercio, turismo, salud y procuraduría capitalina, a fin de que cuenten con una información detallada de los establecimientos y actuar de manera inmediata, lo cual no sucedió con el Lobohombo. Ahí se tuvo que esperar a reunir la información de las diferentes áreas.
Centros deben cumplir norma
El presidente de la Canaco reconoció que la ciudad debe contar con centros de diversión y entretenimiento, pero bajo un esquema de cumplimiento de las normas, aunque la complejidad e interpretación del actual reglamento ha provocado que no se reúnan las condiciones mínimas para su funcionamiento y se pase por alto las medidas de seguridad obligatorios para su operación.
Un ejemplo de esta situación es el manejo anárquico de los valet parking, que no están sustentados con áreas de estacionamiento; y la presencia de güigüis pagados por los establecimientos mercantiles. Ambas situaciones, dijo, deben ser reglamentadas por la seguridad de los propios clientes.
Hasta el momento, la voluntariedad del Servicio de Información Empresarial Mexicano (SIEM) ha evitado contar con un registro actualizado y permita la verificación de aquellos considerados de "mala nota. Es una omisión de la autoridad de comercio por no hacerlo obligatorio y debía analizarse, por las circunstancias que hemos vividos", señaló.
Para Ismael Rivera Cruces, el cierre o clausura de giros negros no "eliminaría por completo el riesgo de un nuevo incendio" y en su lugar propuso la creación de una zona de tolerancia.
Su crecimiento está sustentado en una clientela amplia que demanda sus servicios y, por otra parte, en el trabajo que otorga a 100 mil personas en promedio, las cuales se sumarían a las filas del desempleo.
De ahí que, consideró, el Distrito Federal podría sumarse a Jalisco, Monterrey y Tijuana, donde las autoridades han regularizado centros de prostitución o table dance en determinadas áreas y quienes acuden a ellas van bajo su propio riesgo.
Sin embargo, "tenemos que ser realistas y aceptar que no existe un formato jurídico o legal que impida el funcionamiento de este tipo de establecimientos, lo que debemos hacer es reglamentarlos, verificar su buen funcionamiento. El consumo depende de cada persona y en ello no tenemos injerencia", agregó Rivera Cruces.