VIERNES 3 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Apedreos durante la demolición de un conjunto habitacional de interés social


Rechaza De la Rúa moratoria al pago de deuda

Ť Menem cuestiona a la Alianza gobernante y se prepara para volver a la presidencia en 2003

Ť Ruidos políticos crean incertidumbre económica en Argentina, opina Standard & Poor's

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 2 de noviembre Ť Varios heridos y lesionados fue el saldo de una pequeña Intifada aquí, cuando grupos de jóvenes y mujeres apedrearon a policías y periodistas reunidos para la demolición de cuatro torres de Fuerte Apache, un conjunto de viejos edificios de interés social donde viven decenas de miles de personas de escasos recursos, desocupados y también grupos de delincuentes.

La policía reprimió con dureza a los vecinos que se reorganizaban en los corredores de los edificios que aún quedan en el complejo habitacional ubicado en Ciudadela (30 kilómetros al oeste de esta capital), y que llevan adelante una pequeña guerra desesperada contra los desalojos y las bajas indemnizaciones que les entregan para comprar nueva vivienda.

Algunas familias fueron reubicadas en otras zonas desde el año pasado, ya que la demolición fue prevista por el anterior gobierno, pero otras fueron desalojadas en los últimos días.

Aunque para algunos delincuentes resultaba fácil esconderse en el complejo habitacional de 13 edificios conocido como Fuerte Apache, la mayoría de los habitantes son trabajadores. Las autoridades justificaron las demoliciones de los cuatro edificios con 400 apartamentos por el severo deterioro que presentaban a casi 30 años de su construcción.

Por otro lado, el ex presidente Raúl Alfonsín precisó hoy que "nunca dije que no hay que pagar la deuda, lo que digo es que sería muy bueno si pudiéramos no pagar los intereses por dos años y esto permitiría invertir. Así podríamos salir de un atolladero. Cuando nos fuimos del gobierno, en 1989, dejamos una deuda de 60 millones que luego se disparó a 150 millones... El próximo año tendríamos que pagar unos 22 mil millones en intereses".

Las declaraciones del ex mandatario -actual presidente de la gobernante Unión Cívica Radical (UCR)- se registran en momentos en que sectores del opositor Partido Justicialista (PJ-peronista) analizan también el tema de la deuda externa, y en que los cortes de rutas en los alrededores de la capital y en el interior del país por parte de desocupados resucitan el fantasma del estallidos social.

Mientras, desde su provincia natal de La Rioja, el ex presidente Carlos Menem lanzó un severo ataque contra la Alianza gobernante en un discurso que marcó el inicio de su campaña con miras a retornar a la presidencia en el 2003 para un tercer mandato. El peronista, quien logró que acudieran al lugar algunos gobernadores peronistas que hace unos meses apoyaban al presidente Fernando de la Rúa, estuvo acompañado por la conductora de TV chilena y ex Miss Mundo Cecilia Bolocco.

El PJ busca, entre tanto, que se deriven 300 millones de dólares de la capital a las provincias, en lo que algunos analistas creen ver el comienzo de una guerra "sucia" para sitiar al actual intendente capitalino, Aníbal Ibarra, del Frente País Solidario (Frepaso, que integra el ala más progresista de la Alianza gobernante). Pero los gobernadores de la Alianza de alguna manera coinciden en que las quebradas provincias deben recibir más fondos.

En este contexto, la agencia estadunidense Standard & Poor's advirtió que los "ruidos" políticos crean incertidumbre económica en Argentina, mientras el diario Clarín reveló que los casi cien mil millones de dólares argentinos enviados fuera del país pertenecen a empresas y particulares, y que 15 por ciento de ese total "son dólares atesorados fuera del circuito bancario, debido a la presión tributaria de los últimos años".

En círculos políticos se estima que desde afuera tratan de alejar al Frepaso del gobierno repitiendo un esquema que funcionó como un virtual "golpe de mercado" durante el alfonsinismo, sector progresista de la UCR. Los ataques recaen uno tras otro sobre los dirigentes frepasistas, pero algunos ciertamente han tenido una presencia débil y deslucida desde la asunción de la Alianza en diciembre pasado.