JUEVES 2 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Se cumplen 25 años de la desaparición física del autor de Teorema
Pier Paolo Pasolini, el mito de un incansable realizador cinematográfico
Ť Este 2000 detuvieron por robo a Giuseppe Pelosi, homicida confeso del director de Saló
Ť En el otoñal mayo del 68 ''está el gris del mundo'', escribió en uno de sus poemas
César Güemes Ť Hace un cuarto de siglo murió Pier Paolo Pasolini de forma tan peculiar como su conducta, sus opiniones sobre asuntos sociales y su obra cinematográfica y literaria.
Por lo menos existen dos versiones de su deceso y dos fechas al respecto. El día oficial en que se conmemora su desaparición física es el 2 de este mes, un día como hoy. Sin embargo justamente por las distintas posibilidades de cómo falleció, se especula que su muerte pudo ocurrir entre la noche del 1 y las primeras horas del día 2.
Este 2000 detuvieron por robo a Giuseppe Pelosi, quien hace 25 años se declaró culpable del asesinato del cineasta. Pelosi es conocido en el ''bajo mundo" como Pino el Rana. En 1975, éste fue condenado a una pena de 9 años y dos meses de prisión por matar a golpes a Pasolini en una playa de Ostia, cercana a Roma.
Abundante filmografía
El mito que se fue formando a lo largo de la vida el artista, no impidió que trabajara de forma incansable, como da cuenta su filmografía y los ocho libros que dejó: La meglio gioventù (1954), Le ceneri di Gramsci (1957), L'usignolo della chiesa cattolica, (1958), La religione del mio tempo, (1961), Poesia in forma di rosa, (1964), Transumanar e organizzar, (1971), La nuova gioventù, (1975).
A continuación reproducimos un poema, sin título, de Pier Paolo Pasolini:
No es de mayo este impuro aire
que el oscuro cementerio extranjero
hace aún más oscuro, o lo ilumina
con ciegas claridades... este cielo
de babas sobre techos amarillentos
que en semicírculos inmensos velan
las curvas del Tíber, los turquesas
montes del Lacio... Expande una mortal
paz, desamorada como nuestros destinos
entre las viejas murallas el otoñal
mayo. En él está el gris del mundo
el fin del decenio en el que nos aparece
entre las inmundicias concluido el profundo e ingenuo esfuerzo de rehacer la vida, el silencio, putrefacto e infecundo...
Tú joven, en aquel mayo en que el error
significaba aún la vida, en aquel mayo italiano que a la vida agregaba al menos ardor, por lo menos despreocupado e impuramente sano de nuestros padres -no padre, pero humilde hermano- con tu flaca mano dibujabas el ideal que ilumina
(pero no para nosotros: tú muerto, y nosotros muertos igualmente, contigo, en el húmedo jardín) este silencio. No puedes,
lo ves? que descansar en este lugar
extraño, aún confinado. Tedio patricio te rodea. Y desteñido
sólo te llega algún golpe de martillo
de los talleres del Testaccio aquietado
en el atardecer entre miserables techos, desnudos
montones de lata, hierros viejos, donde
canta inútilmente un muchachón que concluye su jornada, mientras alrededor la lluvia cesa.