JUEVES 2 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Preocupa a naciones los niveles de corrupción


Plantea OCDE otra cultura ética en administraciones públicas

Ť Presentará en México un manual con propuestas concretas y consensadas para que las naciones combatan el soborno
 

Humberto Ortiz Moreno Ť A partir de una recomendación que en este mes emitirá la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a sus países miembros, México y sus socios deberán reforzar sus medidas contra la corrupción, señalar ante las sociedades internas y la comunidad internacional a los funcionarios o particulares que incurran en estas prácticas, y estigmatizarlos de modo que no vuelvan a ocupar cargos públicos.

El objetivo es que tales sanciones sienten precedente con miras hacia una nueva cultura ética en las administraciones públicas, puntualizó la jefa de la oficina de ese organismo multilateral en México, Gabriela Ilián.

En entrevista con La Jornada, declaró que la OCDE no pretende asumir el papel de supervisor de los gobiernos en esta materia, pero aclaró que las naciones integrantes están muy ''consternadas y preocupadas'' por el crecimiento de este fenómeno en todo el mundo, y en consecuencia se vieron obligados a desarrollar una serie de recomendaciones que pueden ayudar a combatir la corrupción.

El 21 de noviembre a las 18 horas, el organismo presentará el manual Las reglas del juego; cambios en la lucha contra el soborno y la corrupción, que contiene precisamente propuestas concretas y consensadas para emplear por los gobiernos miembros. ''Queremos dar a conocer ciertas ideas sobre cómo evitar la corrupción'', explicó Ilián.

Sin embargo, aclaró que no intentan únicamente aislar el problema en los países, sino que tienen que ver con el establecimiento de más controles administrativos, dentro de una propuesta de cultura ética en la administración pública.

Un propósito fundamental, explicó, es que se considere un estigma ser corrupto.

Ilián expresó que los gobiernos integrantes de la OCDE están ''consternados'' por los niveles de corrupción a los cuales ningún país del mundo ha escapado, y por ello surgió la idea de proponer una nueva cultura por la que ser corrupto signifique un estigma. ''Cuando las sociedades ya no aceptan la corrupción, es la mejor señal para eliminarla'', remarcó.

El manual a presentarse recomienda una estrategia diferenciada: en primer lugar, realizar un diagnóstico certero para saber cómo combatir el fenómeno, dónde se origina y existe; qué intereses lo impulsan, quiénes están detrás, para luego definir de qué magnitud es con lo que está luchando la sociedad.

Ilián expuso que la OCDE tomó la experiencia de Hong Kong, que ha resultado exitosa, para sugerir la creación de ''islas de integridad institucional ejemplares'' que permitan ganar la confianza de las sociedades y que ''la gente las perciba como no corruptas''. Citó, por ejemplo, el caso del Instituto Federal Electoral (IFE) de México y su influencia de honestidad en las pasadas elecciones federales.

Al identificar estas ''islas de integridad'', entonces el gobierno las difunde para que la comunidad las valore y así iniciar un proceso de localización de otras experiencias exitosas.

La funcionaria de la OCDE aclaró, para concluir, que estas recomendaciones tienden a compromisos de carácter general y no pretenden resolver de raíz el problema, pero sí iniciar una nueva cultura ética que se propague entre los miembros del organismo.