JUEVES 2 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť El anuncio cayó como un balde de agua fría sobre la cúpula obrera en pleno
Diálogo nacional para reformar la LFT: Fox
Ť Se buscará que sea promotora del empleo y la capacitación, respetando derechos de los trabajadores
Ť Dijo que su gobierno combatirá la corrupción sindical Ť La directiva del CT ofreció su colaboración
Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño Ť El presidente electo, Vicente Fox Quesada, anunció que convocará a un ''diálogo nacional'' para reformar la Ley Federal del Trabajo y que hacerla promotora del empleo, de la capacitación, de la productividad y de la competitividad, con pleno respeto a los derechos sociales de los trabajadores. Ante la cúpula del sector obrero oficial, advirtió asimismo que su gobierno combatirá la corrupción sindical.
Los dirigentes del Congreso del Trabajo -encabezados por Leonardo Rodríguez Alcaine y Netzahualcóyotl de la Vega- se pusieron ''a disposición'' del futuro gobierno foxista; sin embargo, midiendo fuerzas desde ahora, plantearon su rechazo a modificar la legislación laboral.
Fue éste el primer encuentro entre el próximo Ejecutivo y los históricos pilares del corporativismo priísta.
Menos de una hora duró la reunión y, por lo dicho ahí, se notó que entre los representantes sindicales y el mandatario electo no hubo química.
Por un nuevo sindicalismo
La cita -en un hotel de Reforma- fue privada, pero la oficina de prensa del mandatario electo dio a conocer el mensaje con que el guanajuatense se presentó ante el Congreso del Trabajo:
''Mi gobierno se propone favorecer una vigorosa nueva cultura laboral y empresarial que propicie el círculo virtuoso de la promoción a la persona, la revaloración del trabajo humano, capacitación, participación, productividad, competitividad, distribución equitativa de los beneficios de la productividad, competitividad de las empresas, fortalecimiento del mercado interno, bienestar de los trabajadores y más promoción de la persona... estoy convencido de que el trabajo, la empresa y la economía son para la persona y no al contrario'', les dijo de entrada a Rodríguez Alcaine y compañía.
Enseguida, respondió a la solicitud de la directiva del movimiento obrero oficial para que no haya cambios a la legislación laboral. Fue un balde de agua fría al planteamiento del Congreso del Trabajo: ''En su momento convocaré a un diálogo nacional en el que trabajadores, empresarios, especialistas y académicos propongan las reformas a la legislación en la materia. šOjalá el Poder Legislativo participe en este esfuerzo desde el principio!''.
Fox Quesada se comprometió a elevar el poder adquisitivo de los trabajadores de México, evitando la inflación y sin incurrir en medidas artificiales que pronto se conviertan en nuevas crisis económicas.
''Para esto no hay soluciones mágicas, necesitamos crear riqueza para distribuir riqueza. Papel preponderante jugará el nuevo sindicalismo que México demanda. Hoy, el país lo que requiere son sindicatos con líderes vigorosos, fundados en el conocimiento, en la participación, en el diálogo, capaces de comprometerse con los empresarios a construir empresas de clase mundial. Mi gobierno será un gobierno sindicalista, pero también un gobierno que combata la corrupción en todas sus formas'', expuso.
Dijo que será respetuoso de la autonomía de los sindicatos y que promoverá una política incluyente en todos ellos para favorecer la libertad y los principios democráticos en su vida interna, pero insistió en que esa libertad no significa que solapará actos de corrupción.
Leonardo Rodríguez Alcaine fue el encargado de manifestar la disposición del CT a colaborar con el gobierno foxista: ''Como representantes de la mayoría de los trabajadores organizados del país, reiteramos nuestra disposición al diálogo y a la negociación con las demás fuerzas productivas para arribar a consensos. Sin interferencias externas, vigilaremos la autonomía de los sindicatos para que sean sólo los trabajadores quienes decidan el destino que habrán de trazarse''.
Sin embargo, dio énfasis a su rechazo de modificar la Ley Federal del Trabajo, con el argumento de fortalecer los contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como de las leyes e instituciones que se han construido bajo su amparo.
Rodríguez Alcaine demandó que la propuesta del Congreso del Trabajo se incluya en los lineamientos del futuro gobierno y que el Estado asuma ''plenamente su carácter tutelar de los derechos laborales''; el reconocimiento a las organizaciones de los trabajadores como instituciones de ''interés nacional'', y el mejoramiento de las remuneraciones y prestaciones para los empleados.
En la lectura de sus propuestas, el también líder de la CTM pidió al presidente electo ''analizar y valorar en su justa dimensión el concepto y monto de los salarios mínimos, estableciéndose una sola zona económica en todo el país, procurando el cumplimiento del precepto de salario remunerador enunciado en nuestra Constitución y en la Ley Federal del Trabajo''.
El dirigente obrero sugirió asimismo la creación de una instancia tripartita de fomento a la productividad y capacitación, que conjunte esfuerzos de los sectores productivos ''conciliando intereses, pero con apego a las disposiciones jurídicas y administrativas en materia laboral''.
No somos corporativistas: Netzahualcóyotl de la Vega
Al término del encuentro, los líderes obreros y los coordinadores del área laboral del equipo de transición, Carlos Abascal y Francisco Kuri, ofrecieron una conferencia de prensa.
Abascal comentó que el encuentro sirvió para analizar las posibilidades de construir, con la colaboración sindical, condiciones para generar mayores fuentes de empleo, incrementar la capacitación y dar un impulso mayor a la productividad, ''pero siempre buscando elevar el nivel de vida de los trabajadores''.
Sobre el bono sexenal que actualmente reclaman los trabajadores al servicio del Estado, reconoció que es importante, ''pero es sólo un punto en el marco de toda la relación laboral del gobierno federal con los trabajadores''.
Netzahualcóyotl de la Vega, eterno dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión (STIRT), rechazó que el movimiento obrero oficial fuera promotor del corporativismo y mucho menos que él fuera beneficiario de esa práctica.
''Siempre he sostenido que el término corporativismo es un término más acuñado que lo que realmente ha venido existiendo. Que yo sepa, durante todos los años que tengo militando en el movimiento obrero, jamás en toda mi vida he visto que llevemos paquetes de cédulas de votación para un partido político, ni siquiera para el Revolucionario Institucional. Se lo digo con toda honestidad...''